En la Costa Brava, el Parque Natural de Aiguamolls de l’Empordà es el segundo humedal catalán en importancia tras el Delta del Ebro. Fue declarado en 1985 y engloba un terreno de 4.783 hectáreas costeras en plena bahía de Rosas.
La formación de éste espacio se debe principalmente a los cauces de los ríos Fluviá y Muga, que durante siglos han ido conformando un ecosistema de lagos y lagunas separado del mar por una barrera de arena natural y asentado sobre una extensa llanura de depósitos fluviales. Históricamente éste ha sido un terreno muy modificado por la mano del hombre, hecho que ha contribuido sin duda a su protección. El espacio actual se articula en dos zonas separadas por la urbanización Ampuriabrava y marcadas por la aparición de una gran diversidad de ecosistemas entre los que aparecen playas, cordones dunares, lagunas dulces y saladas, canales, ríos y campos de cultivo. La complejidad de su naturaleza hace que, además, este espacio se vea sometido a constantes cambios debidos a las inundaciones y desecaciones de sus tierras. Contiene en su interior las Reservas Naturales Integrales de Els Estanys, Les Llaunes e Isla de Caramany.
Vegetación y fauna
La mezcla de aguas dulces y saladas en los terrenos de los Aiguamolls de l’Empordà favorece la aparición de una vegetación rica y variada repartida entre plantas propias de suelos salinos, vegetación dunar, especies de ribera y otras propias de zonas palustres de agua dulces. Las aves, tanto fijas como estacionales, son la principal riqueza faunística de esta zona de aiguamolls, en la que aparecen importantes comunidades de garza imperial, flamenco, gaviota de Audouin, fumarel, chorlitejo, zampullín, avetoro, aguilucho lagunero, focha común o cormorán.