El Parque Riberas de Castronuño – Vega del Duero fue en 2002 el primer espacio natural declarado en la provincia de Valladolid por el Gobierno de España.
Comprende un total de 8.421 hectáreas de terreno ribereño entre las poblaciones de Tordesillas y Castronuño.
La historia reciente de este ecosistema de riberas de Castronuño se remonta a los años 40 del siglo XX cuando las aguas del río Duero quedan rebalsadas a la altura de Castronuño mediante la construcción del embalse de San José.
Las orillas del río comenzaron entonces a encharcarse progresivamente hasta ir dando forma a un ecosistema de carrizal y bosque de ribera que, con el paso de los años, fue atrayendo hasta él a una considerable población de aves acuáticas en busca de nidificación y parada migratoria.
Actualmente, el río Duero discurre por esta llanura sedimentaria configurando a su paso un entorno de gran valor paisajístico y biológico de importancia en el centro de España. El bosque de ribera es el conjunto botánico predominante en el lugar.
Vegetación y fauna
En las orillas del Duero y sus alrededores se extienden frondosas masas de álamo, chopo, fresno, sauce, encina u olmo. Las aves, acuáticas y rapaces, son los principales habitantes de la reserva de las riberas de Castronuño; garzas comunes e imperiales, cormoranes, martinetes, águilas calzadas, halcones peregrinos o búhos son frecuentes en las zonas húmedas del centro de España. Además, existen importantes comunidades de reptiles y anfibios.