En 2002 el Gobierno de España crea la Reserva Natural de las Lagunas de Villafafila. Se trata de un complejo salino de 32.682 hectáreas de extensión que da forma a un ecosistema poco usual en el centro de España.
Situadas al noreste de la provincia de Zamora —en el centro de una amplia estepa cerealista— las lagunas de Villafafila componen un ecosistema de gran singularidad.
Está formada por tres lagunas principales (la Grande, la de Barillos y la de Las Salinas) y otras más pequeñas. La reserva cuenta con algunos valores culturales e históricos ligados a las antiguas explotaciones de sal que están documentadas desde la Edad de Bronce.
Así, mezclados entre las masas de agua salina en las lagunas de Villafáfila aparecen elementos patrimoniales como los restos de algunos palomares, elementos propios de la arquitectura popular de la zona empleados antiguamente para la cría de palomas y pichones.
Las lagunas de Villafafila son además un punto estratégico de refugio estacional para muchas comunidades de aves migratorias que atraen cada año a numerosos aficionados a la ornitología.
Vegetación y fauna
Entre las numerosas especies vegetales que crecen en las orillas de las lagunas de Villafafila destacan la junca y otras plantas propias de este tipo de terrenos lacustres. Alrededor de las masas de agua se extienden grandes estepas de cultivo de trigo, cebada y alfalfa.
Entre la fauna local de las lagunas de Villafáfila sobresale la avutarda, que contiene en los territorios de secano de la reserva una de las mayores comunidades conocidas a nivel mundial. Otras especies habituales son la cigüeña, el aguilucho lagunero o el pato cuchara, entre las especies fijas; y la grulla, la cerceta común o el pato espátula entre las estacionales.