El Parque Natural de las Hoces del Duraton fue declarado por el Gobierno de España en 1989. Abarca 5.037 hectáreas de terreno que discurren entre acantilados de roca caliza al noreste de la provincia de Segovia.
El cauce medio del río Duratón se adentra entre el municipio Sepúlveda y el Embalse de Burgomillodo en un angosto y abrupto cañón cuyas paredes de roca caliza alcanzan alturas cercanas a los 100 metros.
Este terreno cuenta con infinidad de valores naturales y vegetales que le valieron en su día su declaración como espacio protegido. Entre ellas cabe destacar el hecho de mantener una de las más importantes comunidades de buitres leonados de España.
Estos animales aprovechan ciertas oquedades en las paredes de los cortados para establecer sus nidos en las hoces del Duraton. Así, su presencia queda perfectamente ligada al paisaje.
El parque de las hoces del Duraton cuenta además con múltiples valores culturales y patrimoniales. Entre ellos destaca la Ermita de San Frutos, emplazada sobre un promontorio rocoso en el centro de una de las hoces.
Otros enclaves monumentales de interés en las hoces del Duraton son las ruinas del Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz y de la Ermita de San Julián. En la iglesia rupestre de la Cueva de los Siete Altares se encuentra un monumento religioso visigodo del siglo VII que se estima es uno de los más antiguos de España en su estilo.
Vegetación y fauna
La flora del lugar está compuesta por bosques de ribera y otras especies como sabinas, pinos o enebro en las cotas de nivel superiores.
Además del buitre leonado, en las hoces del Duraton habitan otras especies rapaces como el halcón peregrino, el águila real o el alimoche. Entre los mamíferos, aquí se encuentran ejemplares de corzo, jabalí, zorro, liebre, conejo o nutria.