Las lagunas de Manjavacas son un espacio natural que destaca por ser lugar de invernada para multitud de aves que —desde el norte de Europa— cruzan España en dirección a territorios más cálidos de África. Las lagunas de Manjavacas también forman parte de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda, declarada por la U.N.E.S.C.O. en 1981.
Se trata de un complejo lagunar estacional de aguas salinas compuesto por las lagunas de Manjavacas, Sánchez Gómez, La Dehesilla, Alcahozo y otras masas de agua menores de similares características. De entre todas ellas, es la de Manjavacas la que vertebra el espacio; porque se trata de la de mayor tamaño, sus aguas son menos salinas y atrae una mayor cantidad de aves en periodo de paso migratorio. La principal fuente de las lagunas de Manjavacas es el agua de lluvia, por lo que éstas están permanentemente sujetas a ciclos de encharcamiento y desecación en función de las precipitaciones. El paisaje que rodea al complejo de las lagunas de Manjavacas es típicamente manchego, compuesto por grandes extensiones de escaso desnivel con algunas ondulaciones suaves.
Vegetación y fauna
En verano, los alrededores de las lagunas de Manjavacas muestran llamativos tonos rojizos; en invierno las aves migratorias son su principal atractivo. La vegetación de las lagunas de Manjavacas se encuentra muy condicionada por la salinidad del agua y los suelos. Por lo general, aparecen masas poco espesas de vegetación arbustiva y palustre entre las que destacan algunas especies endémicas como el limonium saboliferum. Entre las especies de aves que se pueden observar en los humedales de Manjavacas destacan flamencos, cigüeñuelas, grullas, garzas, zampullines, fochas o patos.