El Parque Natural de Saja Besaya fue declarado por el Gobierno de España en 1988 para proteger un total de 24.500 hectáreas de terreno en la vertiente centro occidental de Cantabria. Está considerado como uno de los espacios forestales mejor conservados del norte de España.
El espacio de Saja Besaya se articula en torno a los cauces y valles de los ríos Saja y Besaya que, además de dar nombre al conjunto, lo flanquean por sus vertientes oriental y occidental. A grandes rasgos, el parque está compuesto por dos unidades morfológicas diferenciadas. Al norte, y siguiendo el eje que marca la divisoria de aguas de los ríos Saja y Besaya, se extiende un área dominada por montañas de baja altura que ganan en nivel conforme el terreno avanza hacia el sur. Extendiéndose en sentido este – oeste se encuentra la segunda área del parque de Saja Besaya, poseedora de las mayores alturas del espacio protegido en los picos Iján y Cordel, de 2.084 y 2.061 metros respectivamente. Contiene puntos de especial atractivo turístico como la formación geológica llamada Molinucos del Diablo o el casco urbano de Bárcena Mayor, único núcleo habitado dentro del espacio protegido.
Vegetación y fauna
Saja Besaya contiene una de las mejores muestras de bosque caducifolio atlántico de la cordillera Cantábrica. Las formaciones boscosas más extendidas son el robledal y el hayedo, pero el parque contiene multitud de especies como pinos, acebos, abedules, tejos, olmos, fresnos o castaños. La fauna mamífera del parque de Saja Besaya está representada por los habituales del norte de España: corzos, ciervos, zorros, jabalíes, además de algún ejemplar aislado de oso pardo. En cuanto a las aves de Saja Besaya, destacan ejemplares de rapaces como el águila real, el buitre leonado, el milano real, el alimoche o el halcón peregrino.
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