El Parque Natural de Ponga, comprende 20.533 hectáreas de terreno en la sección central de la Cordillera Cantábrica. Limita al oeste con el Parque Natural de Redes y al este con la vertiente asturiana del Parque Nacional de los Picos de Europa.
El paisaje de Ponga está formado por un entramado de roca caliza que presenta un relieve accidentado pródigo en desfiladeros, sierras y cordales. Los desniveles oscilan entre los 300 metros sobre el nivel del mar y los 2.100 de la peña Ten, punto más elevado del conjunto.
Los valles del Sella y del Ponga articulan la orografía del parque a través de los cauces de sus ríos, principales ejes fluviales del lugar a los que van a parar multitud de pequeños arroyos y riachuelos. En general, Ponga se enmarca dentro de un terreno aislado que sin duda ha favorecido a la excelente conservación de sus recursos naturales.
Sus valles presentan un nivel de poblamiento notablemente bajo que sin embargo, ha sabido mantener con vida diversas formas culturales a través de su arquitectura tradicional y su folclore.
Vegetación y fauna
El hayedo es el principal representante botánico de Ponga. Junto a él aparecen otras especies como el castaño, el tejo, el roble, el fresno o el arce. El terreno protegido incluye la Reserva Natural Integral de Peloño, un extenso hayedo de más de 15 km2.
Entre su población mamífera están las especies habituales del norte de España: corzo, ciervo, rebeco, jabalí, nutria o desmán. El oso pardo hace acto de presencia esporádica en los bosques de Ponga. Las aves rapaces como el águila real, el buitre leonado, el alimoche o el azor anidan en sus roquedos mientras en sus bosques es destacable la presencia del urogallo o el pito negro.