Situada en plena comarca de los Monegros, la Laguna de Sariñena constituye una de las principales zonas de parada para multitud de aves migratorias a su paso del pre-pirineo de España. En 1995 fue declarada Refugio de Fauna Silvestre y años después Zona de Especial Protección para las Aves.
Este espacio de 206 hectáreas de extensión y 8 kilómetros de perímetro se encuentra entre las cuencas de los ríos Flúmen y Alcanadre. Originalmente de origen endorreico (sin flujos de corriente) y salino, la dotación de infraestructuras para el riego terminó por modificar sus características naturales al dotarla de canales de drenaje y restar salinidad a sus aguas.
No obstante, estas nuevas condiciones derivadas de la intervención del hombre terminaron provocando una consecuencia positiva, pues han acabado atrayendo a una nada desdeñable cantidad de aves migratorias que, en su paso por España hacia tierras africanas; pues muchas han elegido la laguna de Sariñena como punto de parada y cría estacional.
Hoy en día, la Laguna de Sariñena es uno de los principales humedales de Aragón y su importancia desde el punto de vista ornitológico en el norte de España es comparable a la de la laguna de Gallocanta.
Vegetación y fauna
El paisaje que rodea a la laguna de Sariñena es árido y seco. En sus orillas aparecen plantas como la enea, el carrizo, el tamariz o el junco junto a poblaciones arbustivas de tomillo o aliaga. Su principal riqueza avifaunística está compuesta por las extensas comunidades de aves fijas y estacionales que contiene.
En la laguna de Sariñena es frecuente la presencia de garza imperial, avetoro, cormorán, martín pescador, alcaraván y algún depredador como el cernícalo, el aguilucho lagunero o el milano real.