Todas las iglesias se elevan hacia el cielo, pero hay una que, además, se asoma a él. Y lo hace de una manera muy sugerente. Al atravesar sus puertas uno puede sentir que se adentra en un mundo fantástico, casi onírico. Pero lo que realmente se contempla en su interior tiene muy poco de fantasía y mucho de ciencia. Es San Pedro Cultural, bautizada como la iglesia de las estrellas. Un templo único que se ha convertido que en uno de los lugares que ver en Palencia, sin excepción.
Historia de una iglesia condenada al olvido
La historia de este templo no difiere de la de otros muchos de esa España que se ha ido vaciando con el devenir de los tiempos. La antigua iglesia de San Pedro de Becerril de Campos se levantó en el siglo XII. Llegaron tiempos de esplendor para estas tierras y el edificio se fue enriqueciendo hasta convertirse en una especie de crisol arquitectónico. Hoy aún se pueden contemplar su portada románica, sus arcos de aires renacentistas o algunos elementos barrocos.
Pero esa época de gloria llegó a su fin en el siglo XIX, cuando los habitantes de Becerril de Campos se fueron a buscar fortuna lejos de su hogar. El pueblo vio entonces, como tantos otros lugares de España, como su población fue mermando. Ya no había fieles que acudieran a rezar a sus siete iglesias. Una de las que cayó en el abandono fue la de San Pedro.
Así, entrado ya el siglo XX esta iglesia no era más que un edificio ruinoso. Pero su historia no estaba predestinada a acabar ahí. Como un ave fénix, renació de sus cenizas, pero no ya como iglesia, sino como lugar dedicado a la astronomía, a admirar ese universo infinito y a tratar de entenderlo un poco mejor. Todo ello gracias al empeño y al trabajo que en 2011 pusieron en marcha tres arquitectos palentinos: Álvaro Gutiérrez Baños y Juan y Carlos del Olmo García.
La resurrección del templo y su conversión en la iglesia de las estrellas
Dar una nueva vida a una iglesia en ruinas no iba a ser fácil. No se trataba solo de consolidar sus muros y reconstruir el templo. Había que hacer algo diferente y atractivo que volviera a poner a Becerril de Campos en el mapa, que lo incluyera en esos planes imprescindibles que hacer en Palencia. Así nació San Pedro Cultural, la iglesia de las estrellas.
Hoy desde su interior se ve el cielo. Pero no como se veía hace pocas décadas, cuando la iglesia ya había perdido su cubierta. Lo que se contempla es una espectacular bóveda celeste. Es, realmente, el cielo estrellado de la noche de San Pedro, una recreación del firmamento en la que luces led dan forma a las constelaciones que veríamos en la noche del 29 de junio.
Pero más allá de esa imagen fascinante, San Pedro Cultural ofrece mucho más a quien lo visita. Es un espacio cautivador en el que la ciencia, la astronomía y la arquitectura se dan la mano para mostrar, entre otras cosas, aquello que la misma Iglesia negó durante siglos: que la Tierra se mueve. Por eso, de su vieja cúpula cuelga un péndulo de Foucault, ese experimento que demuestra la rotación terrestre.
Los muros de San Pedro Cultural aún esconden otro pequeño tesoro: una meridiana en la que la proyección de los rayos solares marcan el día y la hora, aunque solo ojos expertos sepan leerla. Una línea que se prolonga iluminada durante la noche en el exterior de esta iglesia de las estrellas. Porque no todo lo que tiene que mostrar está en su interior, sino también en el espacio que la rodea. De hecho, es a sus afueras, donde, además de la prolongación de esa meridiana, se pueden contemplar curiosidades como un reloj solar de doble cara o una fuente con una enorme esfera en la que se iluminan las constelaciones cuando cae la noche.
Y hay más, mucho más. También en las calles de Becerril de Campos. Gracias al ingenio y al tesón de los promotores de la iniciativa y al entusiasmo de todo un pueblo este es hoy en uno de los lugares imprescindibles que visitar en Palencia, y no solo para los apasionados de la astronomía…
San Pedro Cultural: destino Starlight
En un mundo en el que la contaminación lumínica oculta la belleza del firmamento, San Pedro Cultural ha conseguido brillar. Tanto, que se convirtió en el primer monumento astronómico Starlight de España. Reconocimiento merecido no solo por preservar ese cielo estrellado, a veces tan difícil de observar, sino también por esa labor divulgativa para promocionar el conocimiento de una ciencia apasionante como es la astronomía.
En definitiva, la iglesia de San Pedro de Campos representa el renacimiento de un edificio que a punto estuvo de desaparecer para siempre. Un templo que encontró su nueva razón de ser en un uso muy alejado para el que fue concebido. O tal vez no, porque en las obras de reconstrucción apareció un nicho con pinturas que representaban estrellas. Es algo que nunca sabremos: si en plena Edad Media alguien tuvo la visión de lo que este templo sería muchos siglos después.
