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Sa Pedrera de Cala d’Hort, la Atlantis ibicenca

Piscinas naturales de Sa Pedrera de Cala d’Hort

Atardece en el Mediterráneo. Tonos naranjas, rojizos y púrpuras envuelven a Sa Pedrera de la Cala d’Hort. O, como se la conoce en toda Ibiza, Atlantis. Este lugar misterioso y único es un secreto a voces en las Pitiusas, uno en el que el tiempo parece haberse detenido y nos traslada al ambiente hippie de los años sesenta y setenta. Su fama proviene tanto por las rocas que la conforman, su belleza, su pasado de cantera y la pronunciada pendiente de grava y dunas que lleva hasta ella.

Formaciones rocosas y el mar en la playa ibicenca de Sa Pedrera de Cala d’Hort
Formaciones rocosas y el mar en la playa ibicenca. | Shutterstock

Una nueva Atlántida

La Atlántida, ese lugar que Platón plasmó en los diálogos Timeo y Critias, parece haber vuelto a la vida. Unos cortes perfectamente realizados en diagonal han creado unas extrañas estructuras sobre las que es divertido caminar y desplazarse. Bajo el nivel del mar, los huecos creados por las formaciones rocosas han acabado formando piscinas naturales con aguas templadas y color verdoso. Este hecho, junto a unas aguas azules y cristalinas de fondo arenoso, conforman un paisaje curioso y sorprendente, lleno de misterio. La abundante fauna acuática hará las delicias de los amantes del snorkel y submarinismo. Los locos en busca de emociones y de un buen salto también se verán recompensados.

Figuras talladas en la roca de Sa Pedrera de Cala d’Hort
Figuras talladas en la roca de Sa Pedrera. | Shutterstock

Una cueva con la figura de un buda y una gran roca en la zona de dunas son lugar habitual de reunión de los hippies. Por todas las paredes es posible contemplar figuras talladas y pequeños altares, una auténtica galería de arte al aire libre. Por desgracia, alguna pega debía de tener, y es que es frecuente la visita de medusas por lo que será necesario tomar algunas precauciones. Asimismo, Sa Pedrera, esta nueva Atlantis, se encuentra dentro de la Reserva Natural de Cala d’Hort.

Piscinas naturales de Sa Pedrera de Cala d’Hort
Piscinas naturales de Sa Pedrera. | Shutterstock

De canteros a hippies

Las extrañas formaciones rocosas de este enclave delatan su origen como pedrera de la que se extrajo buena parte del marés que forma las murallas de Dalt Vila y del castillo de Ibiza del siglo XVI, ambos Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta práctica fue habitual en la época. Los canteros extraían piedra también de los islotes camino de Formentera o en la costa de Ses Salines. La roca de arenisca de Sa Pedrera era ideal para los sillares de los vértices de los baluartes.

Arte en Sa Pedrera de Cala d’Hort
Arte en la Cala d’Hort. | Shutterstock

Los hippies que llegaron a Ibiza en los años 60 eligieron el lugar, entre otras cosas, para plasmar su arte alucinógeno a través de figuras esculpidas de peces, budas y, cómo no, los archiconocidos símbolos de la paz. Estos ideólogos del amor se mezclaban más bien poco con el resto de la población y establecían sus comunas en parajes solitarios, habitando almacenes, casas de campesinos y cuevas.

Uno de los lugares escogidos lo encontraron al pie del Puig d’Es Savinar, más abajo de la torre de defensa que vigilaba el lugar de las invasiones piratas. Allí se encontraron con los restos de esta antigua cantera. Sus formas imposibles les hicieron creer que en algún momento emergieron del fondo de los mares y arrastraron consigo un fragmento de los palacios de la Atlántida. De ahí que lo llamaran Atlantis. Se trata de la más famosa de las playas desconocidas de Ibiza.

Pozas de Sa Pedrera
Pozas de Sa Pedrera. | Shutterstock

Solo para los más valientes

Esta cala, que en realidad no es ni una cala ni una playa, no suele aparecer en las guías oficiales de playas de Ibiza. La práctica del nudismo es habitual, aunque las características del lugar recomiendan llevar algunas toallas, colchonetas o cualquier elemento que permita tumbarse de una manera más cómoda. Crema solar, agua en abundancia, gafas de buceo y calzado cómodo son más que necesarios ya que en el lugar no se va a encontrar ningún tipo de servicio. Asimismo, no dispone de uno de los accesos más sencillo. Por tanto, aunque no hace falta ser deportista para llegar, no es un recorrido apto para los que sufren de vértigo o se encuentran en mala forma física.

Panorámica de Sa Pedrera de Cala d’Hort
Panorámica de la Atlantis de Ibiza. | Shutterstock

Para llegar a ella desde Sant Josep de Sa Talaia, se debe tomar la carretera hacia Es Cubells. Un descenso de unos doscientos metros a lo largo de un acantilado y a través de matorrales acaba en un tramo de dunas que es todo un reto en el camino de vuelta. En resumen, unos 30 minutos de ida y unos 45 de retorno. La próxima atalaya d’Es Savinar recibe el nombre de la Torre del Pirata por la novela de Vicente Blasco Ibáñez Los Muertos Mandan. Aquí se ubicó uno de sus capítulos. Desde ese punto se tiene una de las mejores vistas del islote de Es Vedrà, y se dice que es el misterio que la rodea el que inspiró a los artistas para decorar las rocas de Atlantis.