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Ruta del románico por las 9 provincias de Castilla y León

Ruta por el románico de Castilla y León

Qué romance tan bonito el de Castilla y León con su románico. La comunidad puede presumir de tener uno de los patrimonios más importantes de este estilo no solo de la geografía española sino del continente al completo. A lo largo y ancho de sus nueve provincias, el viajero puede descubrir y disfrutar de más de 2.000 edificios que se levantaron en diferentes momentos del tiempo. Todos tienen en común, claro, la pertenencia a la Edad Media y la adhesión a las características de ese estilo llamado Románico que tanto ha gustado siempre. Con todo esto como base, se plantea aquí una ruta en busca de los imprescindibles, uno por provincia, que hay que conocer.

Real Colegiata Basílica de San Isidoro, León

Real Colegiata Basílica de San Isidoro
Real Colegiata Basílica de San Isidoro. | Shutterstock

La basílica de San Isidoro de León encuentra sus orígenes remontándose muchos siglos en el tiempo. Según apuntan diversas investigaciones, en el espacio en el que se levantó el primitivo templo católico hubo antaño un templo romano dedicado al dios Mercurio. Esa primera iglesia fue destruida por Almanzor, por lo que hay que esperar hasta el reinado de Alfonso V de León para encontrar el origen de lo que existe hoy en día. La idea de Alfonso fue reformada, en cualquier caso, por su hija Sancha de León y su esposo, el rey Fernando I el Magno. Así, en el siglo XI, nació la definitiva basílica de San Isidoro.

Es uno de los conjuntos románicos más importantes de España, por la propia arquitectura pero también por los elementos que la acompañan. Por ejemplo, el peculiar gallo que servía como veleta y vino de la lejana Persia. Tiene especial importancia el Panteón de Reyes, donde descansa Alfonso V junto con una treintena de monarcas, reinas e infantes de la corona de León. A lo largo de los siglos siguientes se mandaron construir interesantes capillas en su interior, así como la portada del Cordero y la portada del Perdón, que se abre en determinadas ocasiones para los peregrinos que dirigen sus pasos hacia Santiago. En esta basílica se encuentra también el Cáliz de Doña Urraca, que, se dice, podría ser el buscado Santo Grial.

Iglesia de San Martín de Tours, Palencia

Iglesia San Martín de Tours
Iglesia San Martín de Tours. | Shutterstock

Esta iglesia situada en Frómista se construyó bajo la orden de la reina consorte de Pamplona, doña Muniadona de Castilla. Según una datación, la iglesia de San Martín de Tours se levantó en el año 1066 junto con un monasterio benedictino ya demolido. A lo largo del siglo XV se añadieron naves laterales en el exterior, empleadas antaño como vivienda, sacristía o lugar de almacenaje. Fue declarado Monumento Nacional a finales del siglo XIX, pero también en ese momento, consecuencia del deterioro de la construcción, fue obligatorio emprender una intervención de urgencia.

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La iglesia de San Martín de Tours es uno de los mejores ejemplos de un estilo que en la provincia de Palencia adquiere especial relevancia, pues es una de las regiones con mayor concentración de románico de Europa. Este templo en concreto presenta la típica planta de cruz latina, con sus tres naves divididas en cinco tramos, cubiertas con bóvedas de medio cañón. Llama la atención el aspecto regio de la construcción, con sus muros sólidos con apenas ventanales.

Monasterio de Santo Domingo de Silos, Burgos

Claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos
Claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos. | Shutterstock

Uno de los monasterios más populares de España tiene antecedentes visigóticos del siglo VII. El monasterio benedictino que se conoce hoy tuvo sus orígenes en el siglo XI y se construyó en honor a su abad Domingo. Debió ser, por aquellos años, una de las obras más importantes del románico en el país, pero en el siglo XVIII fue sustituida. Se construyó entonces la iglesia actual, de corte neoclásico.

Por fortuna, se han conservado ciertos aspectos. Por ejemplo, la puerta que comunica el transepto con el claustro. Se la conoce como la puerta de las Vírgenes y está sorprendentemente bien conservada. Aunque si algo destaca, si por algo es famoso este lugar, es por su impresionante claustro románico. De finales del siglo XI y comienzos del XII, tiene una planta cuadrada irregular y dos pisos de arquerías. Lo más relevante del conjunto son sus 64 capiteles, todos ellos dotados de una inigualable colección de arte y simbolismo en forma de escultura. Aun sin poder disfrutar de lo que hubiera sido su reclamo principal, la iglesia, este monasterio es uno de esos rincones que hay que visitar si se quiere conocer y entender el Románico.

Iglesia de San Miguel, Soria

Iglesia de San Miguel
Iglesia de San Miguel. | Shutterstock

En San Esteban de Gormaz, Soria, se encuentra una de las iglesias más interesantes de todas cuantas hay en Castilla y León: la iglesia de San Miguel, declarada Monumento Nacional en 1976. Se trata de un templo de una sola nave, con una torre adosada en su lado norte y una galería porticada que servía de reunión, posterior a la construcción del edificio principal. Durante las obras de restauración de hace una década se encontraron, entre otras huellas, inscripciones funerarias que datan del siglo XII, así como una tumba hoy en día expuesta en el Museo Numantino de Soria.

Lo verdaderamente importante de esta iglesia, sin embargo, es un pequeño detalle de su pórtico. Y es que uno de los canecillos tiene una inscripción en la que se refleja la fecha de construcción: “me hizo el maestro Julianes en la era de 1119 (año 1081)”, puede leerse bajo un monje esculpido que sostiene un libro abierto. Esto constataría que se trata de la galería porticada más antigua de Castilla y también señalaría la iglesia de San Miguel, probablemente construida en torno al año 1050, como una de las primeras en alzarse.

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Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada, Valladolid

Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada
Ermita de Nuestra Señora de la Anunciada. | Shutterstock

La ermita de Nuestra Señora de la Anunciada ofrece una estampa de postal. Encontrándose como se encuentra en un rincón solitario, cercano a la villa de Urueña, desde donde se contempla el conjunto amurallado de esta, sorprende por su sobriedad y su gran tamaño. Construida en el siglo X por orden de la infanta Sancha Raimúndez, hermana del monarca Alfonso VII el Emperador, se alzó empleando caliza blanca, lo que le confiere una luminosidad especial.

Es, de hecho, un templo especial, pues es la única iglesia de estilo románico-lombardo que se conserva íntegra en Castilla y León. Este estilo, originario de la Lombardía italiana, se introdujo en la península a través de los Pirineos y aunque se conservan ciertos elementos en otras iglesias castellanas y leonesas, solo esta mantiene sus formas al completo.

Catedral de San Salvador, Zamora

Cúpula de la catedral de Zamora
Cúpula de la catedral de Zamora. | Shutterstock

La ciudad de Zamora consolidó su crecimiento y relevancia durante los reinados de Alfonso VI y Alfonso VII de León, haciéndose evidente la necesidad de contar con una catedral que reflejara esta posición. Con la diócesis conseguida en 1120, el proyecto fue una realidad. Así se levantó la catedral dedicada al Salvador, la más antigua de Castilla y León y también la más pequeña. Este templo, declarado Monumento Nacional en 1889, forma parte de la larga lista de edificios románicos que convierten a Zamora en la ciudad europea con mayor número de ellos. 

Con respecto a sus características, la catedral de Zamora tiene planta de cruz latina con tres naves. El elemento que más popular la ha hecho es la cúpula gallonada que se alza sobre el cimborrio. Símbolo de la ciudad, pues puede verse desde cualquier punto, es un detalle de esos que forman parte del arte medieval hispano.

Catedral Vieja de Santa María de la Sede, Salamanca

Catedral Vieja de Salamanca
Catedral Vieja de Salamanca. | Shutterstock

La construcción de la primera catedral de Salamanca comenzó a mediados del siglo XII, concluyendo un siglo después. No sería hasta cuatro más tarde cuando se apostaría por un templo más grande, la nueva catedral, necesidad que nació con el crecimiento de la población. En cualquier caso, es la catedral dedicada a Santa María de la Sede el templo que resulta relevante aquí, pues es de estilo románico casi en su totalidad. De hecho, es interesante observar cómo la nave central muestra una cierta transición hacia el gótico, con sus arcos apuntados y sus bóvedas de crucería.

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La planta es basilical y consta de tres naves, además de un crucero que forma una cruz latina. Destaca el cimborrio, que se une a ese conjunto de cúpulas espléndidas que pueden verse en esta tierra. Es conocida como torre del Gallo por estar coronado por una veleta con la forma del animal. También es relevante la capilla mayor, donde puede contemplarse un gran retablo en el que se narran varios episodios bíblicos de forma muy bella.

Basílica de San Vicente, Ávila

Basílica de San Vicente
Basílica de San Vicente. | Shutterstock

Declarada Monumento Nacional en 1923, la basílica de San Vicente es el gran modelo románico de la provincia de Ávila. Tiene, además, especial importancia a la hora de rastrear la historia del arte, pues en este templo puede observarse la transición desde el románico de los primeros años hasta el gótico del XIV. La galería porticada se añadió tiempo después, ya en el siglo XV.

Esta basílica comenzó a levantarse a comienzos del siglo XII, con planta de cruz latina conformada por tres naves y un brazo de crucero. Por el material empleado para su construcción, la llamada piedra caleña, el conjunto exterior tiene un peculiar color que potencia sus ya de por sí bellas formas.

Iglesia de El Salvador, Segovia

Iglesia El Salvador.
Iglesia El Salvador. | Shutterstock

Localizado en el bello pueblo de Sepúlveda, muy cerca del parque natural de las Hoces del Duratón, se encuentra el edificio románico más antiguo de una provincia repleta de estos. Para conocer y comprender el arte primitivo románico segoviano, incluso castellano, no hay más que atender a las formas de esta iglesia que terminó de construirse en el año 1093. Se cree que el artífice de este bonito templo pudo estar relacionado con el anteriormente mencionado monasterio de Silos.

Consta de una sola nave con ábside semicircular y una torre separada de ésta, a la que se accede a través de un estrecho pasadizo abovedado. Destaca la armonía de sus proporciones, así como la altura de la bóveda, una de las más bonitas de este periodo. A lo largo del conjunto pueden encontrarse inscripciones geométricas y vegetales que siguen, sobre todo, inspiraciones visigodas.

Ruta del románico por Castilla y León

Si al viajero se le queda corto, siempre puede visitar la ermita de San Frutos, en pleno parque natural. Este consejo se extiende a todos los puntos anteriores, pues alrededor de cada templo románico de Castilla y León lo que puede encontrarse es, en fin, otro templo románico. Así funciona este romance.