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A-1, lo que no te puedes perder en la carretera de Burgos

Palacio de Lerma A-1

De entre las grandes autovías radiales españolas, la A-1 tiene el cometido de conectar la capital con Irún, en la provincia de Guipúzcoa. Un nexo clave para facilitar el acceso a la zona de País Vasco, Navarra y La Rioja. Por ello también se la conoce como Autovía del Norte. Sin embargo, su primer tramo principal acaba en Burgos. Una subida casi recta de más de 230 kilómetros que concluye en el enlace con la AP-1 en Rubena, poco después de la capital burgalesa. Una ruta heredera de la N-I en la que no faltan atractivos. Vinos con D.O., asados, castillos, románico o complejos ducales aguardan durante el trayecto.

Mapa de lo mejor de la A-1, la carretera de Burgos

Los embalses entre El Molar y Buitrago de Lozoya

Kilómetros del 50 al 75

La autovía parte del interior de Madrid para salir por Alcobendas, San Sebastián de los Reyes y San Agustín de Guadalix. Precisamente aquí se encuentra el inicio del desdoblamiento entre la N-I y la A-1. El proyecto de unir Burgos y Madrid llevó de 1968 a 1992, aunque durante décadas el tramo hasta San Agustín, hoy en el punto kilométrico (pk.) 34, fue el único. Unos diez minutos después se llega a El Molar. Desde tal pueblo hasta Buitrago de Lozoya hay varios pantanos que ver.

Buitrago de Lozoya en la A-1
Buitrago de Lozoya. | Shutterstock

El primero es el de Pedrezuela, entre el mismo El Molar y Venturada. Si el plan es no salir de la Comunidad de Madrid se puede optar por tomar en tal lugar la salida 50 (pk.50) y la N-320 para colocarse en menos de diez minutos en Torrelaguna, localidad típica de esta zona. De esta forma se puede continuar por la M-131 hasta El Berrueco, junto al embalse del Atazar. La A-1 se retoma en Lozoyuela. En total, este desvío tiene unos 27 kilómetros.

Ya en Buitrago de Lozoya, uno de los entorno más bonitos de Madrid y que destaca por su ambiente medieval, el embalse de Riosequillo al este de la A-1 y el de Puentes Viejas al oeste de la población completan la oferta. Cualquiera de los mencionados ofrece paseos y las zonas de baño son frecuentes. Por ello, este tramo de la autovía es muy frecuentado en verano.

La sierras de la A-1

Kilómetros 91 y 252

En la A-1 hay un entorno montañoso que destaca sobre el resto. El puerto de Somosierra es uno de los puntos calientes de la carretera de Burgos. Zona de paso histórico entre las dos mitades de la Meseta Central, sus alrededores fueron frecuentados por los bandoleros durante siglos. Con mucho tráfico pesado, conviene tener cuidado en él durante los temporales. El túnel Morón García, en el pk.91, atraviesa este punto que divide las sierras de Ayllón y Guadarrama. Fue inaugurado en 1992 y cerró la fase principal de construcción de esta infraestructura. Antes había que asumir una subida más complicada por la N-I.

Antes de cruzar a Segovia, a la altura del pk.85, el desvío a Montejo de la Sierra permite conocer este bonito lugar y el Hayedo de Montejo. En otoño este bosque de hayas es uno de los más destacados de España y solo hay que recorrer 18 kilómetros para alcanzarlo.

Ruta por la A-1 Hayedo de Montejo
Hayedo de Montejo, en el entorno del valle del Lozoya. | Wikimedia

Mientras tanto, alcanzada de Santo Tomé del Puerto, un pequeño desvío de unos diez minutos por la N-110 permite llegar a la cueva de los Enebralejos, en la vertiente segoviana de la sierra de Guadarrama. Es una de las más importantes de la provincia. En ella se han encontrado restos prehistóricos y posee interesantes formaciones geológicas. Mientras tanto, se tarda un tiempo similar en llegar, también por la N-110 pero en sentido contrario, a la colorida Riaza.

Vista general de Riaza
Vista general de Riaza. | Shutterstock

Más adelante, al final de la ruta y junto a Burgos, queda la sierra de Atapuerca. El pueblo homónimo queda a menos de 10 kilómetros del pk.252, hito en el que la autovía pasa a ser la N-I. Cabe señalar que la AP-1 hasta Miranda del Ebro ya no es de peaje y conforma una extensión de la A-1. El sitio arqueológico, el lugar de la batalla medieval, los miradores serranos o el Camino de Santiago que la recorre son sus principales atractivos.

Comer en los asadores de la A-1

En la carretera de Burgos se come de maravilla. Tras pasar Somosierra se hace patente que el sector de la agricultura es el motor de la mayoría de las poblaciones que rodean a la autovía. Esto marca el menú. Hay dulces tradicionales que aportan varios monasterios y conventos, como se verá más adelante, productos como la archiconocida morcilla de Burgos y panes de primera. Así, las opciones se centran en recetas clásicas castellanas. Sin embargo, destaca sobre el resto los asados. Los platos estrella son el cochinillo segoviano y el lechazo.

Lechazo de Castilla Y León en la A-1
Lechazo de Castilla Y León.

Hay asadores tanto a pie de A-1 como a tiro de piedra que merecen una parada. Por ejemplo, el área de servicio de Boceguillas se ubica en el pk.115. El boca a boca ha permitido que sea bastante conocido por quienes transitan habitualmente la vía. Mientras tanto, hay que tomar la salida 133 si se quiere hacer un alto en Las Campanas de Miliario. En el entorno de un área de descanso, en su carta destaca el cochinillo. Además, desde allí se tarda apenas 20 minutos en llegar al Parque Natural de las Hoces del río Riaza. Unos 13 kilómetros más adelante, en tierras burgalesas y también junto a la vía, el lagar de Milagros es famoso por sus corderos.

Ya pasada Aranda de Duero sigue habiendo alternativas excelentes para comer un asado castellano. Aunque se halle a la altura del pk.188, hay que estar atentos para ir a la Parrila de Fontioso. La vía de servicio que da acceso al restaurante se toma de forma distinta según el sentido en que se vaya. En el centro de Lerma, a solo media hora de Burgos, Casa Antón es una apuesta segura. Finalmente, con la vía tocando a su fin hay que destacar al restaurante Landa, que es asimismo un hotel de cinco estrellas. Su cordero es uno de los más destacados del trayecto.

Castillos muy cerca de Aranda de Duero

Kilómetro 150

El paso de Segovia a Burgos se da entre los kilómetros 140 y 141 de la Autovía del Norte. Solo 10 minutos después se llega a Aranda de Duero, una de las grandes poblaciones de la carretera de Burgos junto a Lerma. Sin embargo, ahora toca tomar la decisión de ir al este o al oeste.

Castillo de Peñafiel A-1
Castillo de Peñafiel.

Si se sigue la primera dirección 35 kilómetros se puede visitar Peñafiel. Este impresionante Monumento Nacional domina el todo el pueblo. Su curiosa disposición longitudinal, con una torre hacia el centro, se debe a la reforma del siglo XV. Sin embargo, la fortaleza se desarrolló desde el X. Alvar Fáñez, Almanzor, Fernando III o Pedro el Cruel son algunos de los personajes más importantes atados a su historia.

Peñaranda de Duero muy cerca de la A-1
Peñaranda de Duero.

En caso de virar al este, en menos de media hora se llega a Peñaranda de Duero. Con un estilo muy similar al anterior, la fortaleza comenzó su construcción en el siglo XI. Rodrigo Díaz de Vivar pasó por la localidad durante sus andanzas, por lo que forma parte de la ruta del Cid.

El eje Aranda de Duero-Lerma

Kilómetros 160 y 200

Entre Aranda de Duero y Lerma hay unos 45 kilómetros que se recorren en unos 25 minutos si no hay problemas de tráfico. Ambas son las paradas más interesantes del tramo de la A-1 entre Madrid y Burgos, las urbes que sirven como punto de partida y llegada.

Iglesia de San Juan de Aranda de Duero
Iglesia de San Juan de Aranda de Duero. | Shutterstock

Aranda de Duero (pk.150-163) es una zona de gran importancia vitícola. Posee multitud de bodegas, tanto subterráneas como en la superficie. Muchas de ellas están adscritas a la D.O. Ribera del Duero. La región ha tenido actividad desde la época prerromana, aunque las repoblaciones cristianas fueron las que pusieron los cimientos de lo que se puede ver hoy allí. En el conflicto con los árabes, esta zona llegó a ser casi un desierto. La iglesia de Santa María la Real, gótica y del siglo XV, es su monumento más destacado. También resalta especialmente el santuario de la Virgen de las Viñas, a las afueras pero todavía en el entorno urbano.

Palacio de Lerma A-1
Palacio de Lerma. | Shutterstock

Por su parte, Lerma (pk.199-203) está atada irremediablemente al ducado al que dio nombre. El grandioso complejo ducal se puede ver desde lejos y marca completamente la estampa del lugar. Sus cuatro torres son una extrañeza, ya que habitualmente los duques solo podían poner dos. Sin embargo, cuenta la leyenda que una argucia del primer duque, cuando se levantó el conjunto herreriano nada más arrancar el siglo XVII, sirvió para doblar el número. Además de múltiples conventos y casas nobles, los hitos más reseñables son la plaza mayor, la colegiata de San Pedro o el monasterio de San Blas.

Exterior de la Colegiata de San Pedro, Lerma, en la A-1
Colegiata de San Pedro en Lerma.

Los vinos de la A-1

Kilómetros 139 a 170 y 199 a 230

Aunque la imagen habitual asociada a la Autovía del Norte en Castilla y León es la de campos de cultivos de cereal, las viñas tienen también una gran importancia. Gracias a ello pueden disfrutarse zonas vitivinícolas de primer nivel. La más conocida es la correspondiente a las D.O. Ribera del Duero, asociada especialmente a Aranda del Duero, donde además se produce cava. Desde la segoviana Honrubia de la Cuesta (pk.139) hasta Gumiel de Izán (pk.170), a ambos lados de la autovía existen pueblos adscritos a la Denominación de Origen.

Bodega en Aranda de Duero
Bodega Torremilanos en Aranda de Duero.

Por otro lado, la D.O. Arlanza es la otra marca notable que transita la A-1. Lerma es uno de sus centros neurálgicos junto con Burgos. Es mucho más reciente que la anterior, con su origen en 2005. Covarrubias, a 20 kilómetros de Lerma, es otro de los puntos productores destacables de estos vinos.

Una ruta por el románico castellano

Del kilómetro 57 al final de la ruta

Durante todo el tramo entre Madrid y Burgos hay mucho románico que ver en la A-1. Antes de cruzar el túnel de Somosierra hay un par de paradas al respecto. El convento de la Cabrera está unos dos kilómetros después de tomar la salida del pk.57. En un principio benedictino, ha sufrido múltiples reformas desde su creación en el s.XI. Cerca del mencionado embalse de Riosequillo, a diez minutos desde la autovía a la altura de Buitrago de Lozoya, la iglesia de San Mamés conserva un ábside que también posee rasgos mudéjares. Por dentro, quedan frescos de sus primeras etapas.

Iglesia del Salvador en Sepúlveda románico A-1
Iglesia del Salvador en Sepúlveda.

En Segovia, Sepúlveda luce una miríada de templos románicos. Tanto en su casco urbano como en núcleos adscritos tales como Duratón o Perorrubio conserva muestras extraordinarias de este estilo artístico. Especial atención merece la iglesia de San Salvador, decana de la región, o la de la Virgen de la Peña.

Románico en la A-1
Claustro de Santo Domingo de Silos.

Una vez en Burgos, a 15 minutos del pk.185 se ubica la iglesia de San Andrés Apóstol, en Terradillos de Esgueva. Su ábside es el elemento más notable. Mientras tanto, en Lerma se puede tomar la BU-900 hacia Santo Domingo de Silos, uno de los monasterios más conocidos del panorama nacional. Otro desvío de 20 minutos casi en Burgos lleva por la A-62 a Villavieja de Muñó y su iglesia de San Adrián Mártir, del siglo XI. Conserva elementos de su románico original y se cree que llegó a ser sede de un obispado en la Edad Media.

Los milenarios monasterios de la carretera de Burgos

Desde el kilómetro 60 hasta el final de la ruta

El de Santo Domingo de Silos no es el único monasterio cerca de la Autovía del Norte. En sentido creciente, el monasterio del Paular es el primero, originario del siglo XIV. Un primor que entremezcla estilos y posee una valiosa pinacoteca. Para llegar hay que desviarse a Rascafría, unos 30 kilómetros desde Lozoyuela.

Monasterios cerca de la A-1
Monasterio de Santa María de El Paular.

Menos de 20 minutos hay desde Aranda de Duero hasta el monasterio de Santa María de la Vid. Su origen románico está atado al hallazgo de una talla policromada de la titular del cenobio. Sin embargo, lo que más llama la atención es su espadaña barroca. Media hora en sentido oeste por la BU-904 desde Lerma conducen al monasterio de San Pedro de Arlanza. Arruinado desde la desamortización de Mendizabal, sus raíces se remontan al siglo X. Entremezcla rasgos románicos y góticos.

San Juan de Ortega, cerca de la A-1 y Burgos
San Juan de Ortega, cerca de la A-1 y Burgos.

Hay, al menos, otros dos cenobios cerca de la Autovía del Norte que merecen una visita. A pocos minutos del antiguo enlace A-1/AP-1 está el de San Pedro de Cardeña, con segmentos del románico al barroco. Mientras tanto, desde Rubena, fin del tramo de la autovía, al monasterio de San Juan de Ortega hay un cuarto de hora. Fue promovido por el discípulo de Santo Domingo de la Calzada que le da nombre y está por tanto muy asociado al Camino de Santiago Francés.