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Qué ver en Prades

Dónde dormir en Prades

La indomable villa roja de la patata

Prades se encuentra emplazado a casi mil metros de altitud y se sitúa cerca de Poblet y del macizo montañoso al que da nombre. Éste antiguo bastión de bandoleros y carlistas edificado con piedra rojiza del Triásico, se conoce por su famosa fuente y la singular patata que allí se cultiva. A continuación, todo lo que ver en Prades.

Planifica tu escapada a Prades

Antes del recorrido por el pueblo recomendamos ir al Santuario de la Abellera y disfrutar de las vistas de los contornos desde el Cerro de la Baltasana. Al tratarse de un casco urbano pequeño la visita a lo que ver en Prades nos puede llevar una mañana. Durante la temporada no desaproveche la ocasión de llevarse algunas de las célebres patatas de Prades con DO.

La escapada puede continuar en el imponente Monasterio de Poblet y en su  parque natural, donde es posible realizar actividades de turismo activo. Si se toma la carretera de montaña TV-7041 se llega a la medieval Alcover. Después de eso, se puede acabar el día en la población «castellera» de Valls. Una tercera opción es tomar la C-242 hasta el Parque Natural de Montsant y la impresionante atalaya de Siurana.

Es escasa la oferta de establecimientos en la zona donde conviene parar, las mejores opciones las reunimos en nuestra página de reservas Dormir y Comer en Prades. Considérese también la opción de reservar en Poblet.

¿Quieres conocer este sitio?

Para completar lo que ver en Prades es interesante conocer antes su historia. Los importantes yacimientos de la Cueva del Cisteró y del solar del santuario de L’Abellera demuestran que hubo una importante población ya en el Neolítico. De la Edad de los Metales tenemos vestigios en el yacimiento del Coll de les Forquetes. También se han reunido algunas piezas que denotan el paso de íberos y los romanos por el lugar.

Los árabes se instalaron en estas tierras hacia 716. Existen algunas piezas del periodo pero ninguna noticia documentada. Ante el avance de los cristianos, hacia el año 1090 se edificó un castillo para proteger la población. Antes del año 1153 la plaza fuerte fue tomada por caballeros a las órdenes del conde Ramón Berenguer IV de Barcelona. Seis años después el conde concedió al lugar una carta puebla para incentivar la atracción de pobladores cristianos. Para su defensa, sería entregada como dominio señorial al caballero Albert de Castellvell.

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Los pobladores musulmanes que permanecieron en el lugar se levantaron en armas en el año 1169, comenzando una guerrilla desde su intrincado macizo montañoso. Las tropas del rey Alfonso II tardarían un año en pacificar la zona, expulsando a continuación a los moradores árabes.

Poco tiempo después -dado que se encontraba en un lugar apartado y estaba poco poblada- el propio rey decidió pasar algún tiempo en la localidad. El motivo es que la consideraba menos propensa a verse afectada por la epidemia de peste que asolaba al reino.

El monarca nombró alcaide de Prades al caballero Pere de Deu en 1193. Hay noticia de que siete años después ya se celebraba un mercado semanal en la localidad, por lo que se encontraba recuperando población.

En 1324, el rey Jaime II crea el condado de Prades para su hijo, el Infante Ramón Berenguer de Aragón. Éste formó un enorme señorío al incorporársele la baronía de Entenza. Tan importante demarcación fue gobernada desde la localidad, contribuyendo a su desarrollo.

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La fuente esférica en una antigua postal (Foto L. Roisin)

A mediados del siglo XV, el condado pasa a ser propiedad de Juan Ramón Folch III de Cardona, la casa nobiliaria más importante de Aragón.

A lo largo de los siglos XVI y XVII la zona de Prades se hace famosa por la gran concentración de bandoleros que aprovechaban sus montañas como guarida. En 1641, durante la Guerra de los Segadores, Prades se convirtió en una plaza fuerte de los rebeldes. Así, la asaltaron las tropas enviadas por el corregidor de Tarragona. Diez años después la población volvería a ser escenario de combates, dañándose considerablemente su castillo.

En 1663, el condado de Prades pasa a formar parte del ducado de Medinaceli.

En el siglo XIX padeció las consecuencias de la Guerra de la Independencia y de los conflictos carlistas. Durante la primera de estas guerras civiles, Prades fue base del famoso sacerdote y general carlista Benet Tristany, motivo por el cual sería asaltada por el ejército.

En la Tercera Guerra Carlista volvió a ser un importante foco rebelde. Destaca por su audacia el pastor local Pere Balcells Masgoret, apodado el Nen de Prades. Más tarde, se convertiría en un célebre jefe carlista con solo veinte años.

Del mismo modo, ahora corresponde leer el apartado que ver en Prades.

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Antes de visitar el conjunto histórico artístico que ver en Prades, es recomendable subir hasta al cercano Cerro de la Baltasana (1.201 m). De esta forma entenderemos la inaccesibilidad del lugar y las amplias llanuras circundantes que durante siglos esquilmaron los bandidos basados en sus montañas.

Una vez situados en el casco urbano de Prades, teñido de un característico tono rojizo de su piedra, nos dirigimos hacia la fortaleza edificada originalmente por los árabes. Por su parte, la mayoría de las ruinas visibles son de las edificaciones realizadas por los cristianos. Sabemos que ya estaba en muy mal estado en el siglo XVI, cuando era sede del condado y que fue vendido en el siglo XVIII. Entre sus muros destaca aún parte de la estructura de la Iglesia de San Miguel (ss. XII-XIII), de estilo románico.

De la muralla medieval que defendía la villa permanecen aún numerosos restos entre el caserío. Por ejemplo, el lugar conocido como Planet del Pont (s. XIII) que aprovecha parte de la estructura de dicha muralla.

Lo más conocido que ver en Prades es su Plaza Mayor, que recuerda el floreciente pasado mercantil de la ciudad medieval. Allí se sitúa la Iglesia Mayor de Santa María (1194). Se trata de un magnífico templo de una nave que mezcla elementos medievales con su fachada renacentista. Puede observarse que la construcción fue ampliada a costa de la muralla de la ciudad. En su interior sobresale la capilla de Santa Florentina.

Dónde dormir en Prades
Ermita de L´Abellera

En el mismo entorno llama la atención la presencia de una Cruz de Término (s. XIII). También se encuentra en la plaza la construcción más emblemática que ver en Prades. Se trata de su cuidada y hermosa Fuente Esférica ejecutada en pleno Renacimiento. Su calidad motivó que fuera reproducida en el espacio temático del Poble Espanyol de Montjuic. En la popular fuente se celebra, cada tercer sábado de julio, la Fiesta del Cava, que mana allí para gusto de todos.

Del mismo modo de gran pintoresquismo es la Plaza de la Pau. Aquí se encuentra otra fuente, en forma de roca de dos metros de alto, de la cual mana el agua al accionar su pulsador. También resulta interesante el conocido Arco del Ponos, de estilo gótico.

No se puede ir uno de Prades sin comprar una buena cantidad de las patatas. Allí se siguen cultivando de forma natural. Sus condiciones geológicas y climáticas confieren el doble de almidón que las demás. Especialmente recomendable es acudir allí en el tercer domingo de septiembre, cuando comienza la campaña y se celebra la Fiesta de la Patata.

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Entre todo lo que ver en Prades alrededores se encuentra el venerado Santuario de la Mare de Déu de L’Abellera. En realidad es una cavidad natural que antes del siglo XVI se tranrformó en ermita. El paraje es espectacular dada su posición dominante y la exuberante naturaleza del entorno.

Según la leyenda la imagen de la Virgen la encontró un pastor local. Ya en el siglo XV la cueva alojó a un eremita llamado Bernardo Boil. No obstante, la construcción no se iniciaría hasta bien avanzada la centuria siguiente y hubo de ser modificada en el XVIII.

Este templo que ver en Prades se completa con un pequeño campanario también del tiempo fundacional. En su interior se custodia la imagen de la titular, vinculada a los apicultores, en realidad una copia moderna de la posguerra, pues la original fue destruida en 1936.

Finalmente, esto es todo lo que ver en Prades.

Imprescindibles

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Fiestas de Prades
Dónde dormir en Prades
Fuente esférica

Datos prácticos

Coordenadas

41º 18’ 35” N, 0º 58’ 15” E

Distancias

Tarragona 53 km, Barcelona 148 km, Madrid 512 km

Aparcamiento

Se recomienda dejar el vehículo en las inmediaciones de las vías de acceso al casco urbano.

Altitud

952 m

Habitantes

651 (2012)

Entre las actividades que hacer en Prades, destacamos acudir a sus fascinantes fiestas. Primero, el Carnaval. Segundo, la Festa de la Farigola (último domingo de mayo). Tercero,la Festa del Cava (julio) y Fires i Festes (agosto). Por último, la Fiesta de la Verge de l’Abellera (primera semana de septiembre).

Entre todo lo que hay que ver en Prades, disfrutar de sus eventos siempre es una excelente opción. Por ejemplo, acudir al Festival Internacional de Música (última semana de julio). Interesante la Fiesta de inicio de la campaña de la patata (domingo siguiente al 11 de septiembre). También hay que tener en cuenta la Fiesta Patronal de Santa Florentina (segunda quincena de octubre). Sin olvidar Prades Bosc (principios de noviembre).

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