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Qué ver en Lekeitio, un pueblo de colores e historia en Vizcaya

Qué ver en Lekeitio

Con una singular orografía, Lekeitio, un pintoresco y elegante pueblo, atrajo a una emperatriz de Austria y a un pintor universal. Todavía conserva viva su tradición marinera y unas populares y polémicas fiestas patronales. Las dos bellas playas, la isla de San Nicolás, solo accesible a pié en la marea baja, y el puerto de Lekeitio, así como su casco histórico, pueden recorrerse en una jornada.

Un poco de historia de Lekeitio

Lekeitio
Lekeitio. | Shutterstock

Los lugares que ver en Lekeitio están ligados a su historia. Esta comienza como un pequeño enclave pesquero a la orilla izquierda de la ría del Lea, en un entorno privilegiado dominado por la isla de San Nicolás. En 1325, María Díaz Haro le otorgó carta puebla fundacional, documento que fue ratificado por Alfonso XI de Castilla en 1334 con la intención de hacer de la nueva villa un importante centro pesquero. Fue también la primera localidad en desarrollar ordenanzas municipales que tratasen aspectos de convivencia entre sus vecinos. Su puerto pronto se reveló como un importante centro de transporte marítimo y pesquero. Además, parece ser que algunos de sus barcos recibieron patente de corso para ejercer la piratería.

La pesca fue la actividad principal de Lekeitio durante siglos. Esta estaba controlada por la Cofradía de Pescadores de San Pedro. Ostentaba tal poder que entre sus capacidades estaba la de nombrar un alcalde que gobernaba la localidad junto a otro, elegido por el pueblo. La pesca de ballena fue la dedicación esencial de la flota lekeitiarra, primero en aguas cantábricas y más tarde llegando hasta Groenlandia o Canadá. De hecho, en el escudo de la villa aparece una leyenda latina que nos advierte sobre la habilidad de Lekeitio para capturar horrendos cetáceos. El puerto sufrió varias remodelaciones a lo largo de los siglos. Por ejemplo, la construcción de nuevos muelles y un malecón que redujese los envites del mar.

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La caza de ballena aportó fama y riqueza a Lekeitio durante la Edad Media y Moderna. Sin embargo, durante el siglo XIX esta actividad entró en crisis. La flota pesquera superviviente se dedicó a tiempo completo a la pesca de bajura. Así floreció una nueva industria conservera y de salazón que mantuvo en buena medida la grandeza del puerto. La prosperidad de esta industria pesquera atrajo cierta riqueza a la población y comenzaron a proliferar los astilleros en su puerto. De hecho, su industria de construcción y reparación naval fue sobradamente reconocida hasta bien entrado el siglo XIX.

Después, ante el descenso acentuado de la actividad pesquera, los servicios vinculados a esta también fueron desapareciendo paulatinamente. Por lo tanto, no quedó otra opción que reorientar su actividad principal. Desde el siglo XIX acudieron a Lekeitio veraneantes atraídos por la belleza de su privilegiado paisaje, fama que se consolidó después de la derrota austriaca en la Primera Guerra Mundial. Culminó, en 1922, con el establecimiento durante unos años de la antigua emperatriz Zita de Habsburgo.

También Diego Rivera, el muralista mexicano casado con Frida Kahlo, vivió una temporada en la villa vasca. Allí pintó varios cuadros. Hoy en día, el atractivo turístico que ver en Lekeitio sigue intacto y la localidad todavía conserva parte de ese olor a puerto pesquero que la empapaba siglos atrás.

Qué ver en Lekeitio

Situada en un extremo del golfo de Vizcaya, Lekeitio es una colorida villa marinera, llena de bares y cafeterías, de bullicio y de vida, sobre todo en los meses estivales, que es la mejor época del año para visitar la localidad. El muelle de Txatxo, centro durante muchos años de la economía del lugar, se llena entonces de terrazas, que continúan por las calles Arranegi y Pascual Abaroa, paralelas al mismo y que son las más importantes del lugar.

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Los monumentos que ver en Lekeitio

Coloridas calles de Lekeitio
Coloridas calles de Lekeitio. | Shutterstock

A la hora de encontrar lo que ver en Lekeitio, sobresale la Basílica de Santa María de la Asunción. Se trata de un enorme templo gótico tardío de los siglos XV y XVI, declarado Monumento Nacional. Tiene tres naves con cuatro tramos cubiertos por bóvedas de crucería, ábside poligonal, girola y capillas. Al exterior llama profundamente la atención su vistosa estructura de contrafuertes, arbotantes y pináculos. Su fachada occidental, decorada con esculturas, resulta altamente atractiva y el retablo mayor, flamenco de principios del siglo XVI, es uno de los más interesantes de toda la provincia. En él se representa la vida de la Virgen y la Pasión de Cristo que ver en Lekeitio.

En todo el casco antiguo y dispersas entre las típicas viviendas marineras, hay elegantes casonas de la antigua aristocracia vasca. Entre ellas hay que ver el Palacio Uriarte, de los siglos XVI y XVIII, catalogado como Monumento Nacional. Es de estilo barroco y envuelve una antigua casa-torre de finales de la Edad Media. Además, también hay que ver el Palacio Oxangoiti, del siglo XVII, también barroco, y la Casa-palacio de Uribarría.

La Torre Zahar es el edificio más antiguo que ver en Lekeitio, mientras la Torre Turpín representa un claro caso de transición del gótico al renacimiento. En cuanto al Ayuntamiento, del siglo XVIII, en la calle Gamarra, resulta un perfecto ejemplo de casa consistorial barroca. Por último, en la calle de Santo Domingo se ubica el convento de las Dominicas, fundado en 1368 y reformado en el XVI. Se trata de otro interesante monumento gótico-renacentista que ver en Lekeitio.

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Leikitio y el mar

Lekeitio
Lekeitio no se explica sin su relación con el mar. | Shutterstock

Tomando la calle Ezpeleta se llega hasta el acantilado, bajo la ermita de San Juan, del siglo XVIII. Desde aquí se puede apreciar la isla de San Nicolás y toda la línea de costa. Conviene señalar que durante la bajamar se puede acceder a pie a este islote situado frente a la villa. Desde allí se puede volver hacia el núcleo urbano por el puerto, donde se puede visitar un barco de bajura, el Playa de Ondarzabal. En este espacio se muestran los distintos artilugios empleados para la pesca, haciendo las veces de museo. Además de disfrutar de las playas lekeitiarras, se recomienda acercarse hasta el faro de Santa Catalina, sede del Centro de Interpretación de la Tecnología de la Navegación.

Alrededores de Leikitio

Reserva de Urdaibai
Reserva de Urdaibai. | Shutterstock

Esta localidad de la costa vasca se encuentra rodeada de algunos de los lugares más extraordinarios de Vizcaya. Imprescindible dirigirse durante un día hacia el oeste por la carretera de la costa para visitar dos de las villas más singulares del País Vasco. Primero se llega a Ea, con su diminuto puerto y playa, solo existente en marea baja. Un poco más adelante se encuentra el puerto pesquero de Elantxobe, literalmente colgado de una gran pared rocosa. En dirección este, por la carretera de la costa, se accede a Ondarroa, excelente lugar para comer pescado y pasear. Por el interior, la carretera BI 2238 conduce al Bosque de Oma y el centro de interpretación de Santimamiñe, así como a la reserva de Urdaibai y la histórica población de Gernika.