Pocos edificios históricos hay en Madrid con tanta magia como el emblemático Congreso de los Diputados. Una auténtica joya arquitectónica que, incluso hoy en día, es la responsable de que los viandantes sigan alzando la vista al pasar al lado de su majestuosa fachada. Ubicado en la carrera de San Jerónimo, a pocos minutos del paseo del Prado, este edificio ocupa un puesto privilegiado en el ranking de cosas que ver en Madrid. Y no es para menos. Aunque una de las imágenes más famosas del Congreso sea la del Hemiciclo, lo cierto es que esta bella construcción alberga recovecos que pocas veces han sido captados por las cámaras. Bóvedas impresionantes, una extensa biblioteca, piezas artísticas, amplias salas… Un cóctel exquisito que merece mucho la pena conocer durante una visita a Madrid.
Un breve repaso por la historia del Congreso de los Diputados
Para hablar de la historia del Congreso de los Diputados es necesario trasladarse al año 1834, época en la que la reina regente María Cristina decretó la división bicameral de las Cortes. Las dos nuevas cámaras se llamarían Próceres del Reino y Procuradores del Reino. Más adelante serían conocidas como las actuales Cámara Alta y Cámara Baja. En el año 1837, gracias a la reformulación de la Constitución, adquirió el nombre de Congreso de los Diputados. Durante los años sucesivos esta cámara siguió funcionando como organismo de representación civil y de control al Gobierno.
La construcción del edificio actual tardó más de lo esperado. En sus inicios, el Congreso se celebraba en el antiguo convento del Espíritu Santo y, aunque este monasterio tampoco se quedaba corto en elegancia, lo cierto es que cada vez era más necesario que esta sede gubernamental tuviera su propio espacio. El arquitecto elegido para tal encomienda fue Narciso Pascual, quien no dudó en otorgar un estilo neoclásico al diseño del nuevo edificio.
En el año 1850 el Congreso de los Diputados tuvo su primera identidad arquitectónica pública. Desde ese instante se convirtió en uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, llegándose a ampliar en los siguientes años. Y no solo eso: también ha sido protagonista de algunos de los momentos más importantes a nivel histórico de la historia de España, como el intento de golpe de estado, más conocido como 23F, en el año 1981. De hecho, aún se conservan restos de los disparos que tuvieron lugar ese día en el techo del Hemiciclo.
Descubriendo los secretos del Congreso de los Diputados
El Congreso es una maravilla arquitectónica se mire por donde se mire. Para empezar, su impresionante fachada ya es una gran carta de presentación que sorprende al visitante. Elegantes escaleras, estatuas, columnas, grandes ventanales, amplios pasillos que parecen no tener fin… Una auténtica obra de arte en pleno centro de Madrid.
Una fachada para enmarcar
Sin duda, uno de los elementos más preciados que caracterizan al Congreso de los Diputados en Madrid es su hermosa fachada. Una elegante escalinata abre paso a dos majestuosos leones de bronce que reciben el nombre de Velarde y Daoíz en honor a dos capitanes que participaron activamente en el levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra los franceses. Su diseño no fue fácil, ya que se necesitaron hasta tres intentos para encontrar el material idóneo para construirlos.
Los leones también son un símbolo de tributo a los héroes de la mitología griega Hipomenes y Atalanta, que también pueden encontrarse en la fuente de Cibeles. A continuación, se alzan seis columnas corintias enmarcadas en un pórtico clásico adornado con relieves que recuerdan a los palacios italianos de época renacentista. Al fondo, una imponente puerta de bronce abre paso al hermoso interior del edificio.
Sala de Sesiones, el emblemático Hemiciclo
Una de las imágenes más vistas en televisión es, sin duda, el famoso Hemiciclo del Congreso de los Diputados, una amplia sala decorada al detalle donde tienen lugar los plenos parlamentarios. Para empezar, su impresionante bóveda capta la atención de todas las miradas. Un gran conjunto artístico compuesto de cuatro cuadros que hacen referencia a la legislación española y un quinto que contiene la imagen de Isabel II junto a Colón, Campomanes, Cervantes, el Cid y Jovellanos, entre otros. Alrededor de esta primera composición, y cerrando la bóveda, se extienden pinturas sobre las Grandes Virtudes y la soberanía popular.
Adornando las paredes se descubren cuadros sobre las Cortes de Valladolid y las Cortes Generales de Cádiz alternándose con figuras religiosas. Vigilando la sala se encuentran dos estatuas que representan a Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, los Reyes Católicos. Sin duda, un espacio de atmósfera solemne que invita a conocerlo poco a poco.
Salón de los pasos perdidos
Antes de llegar al famoso Hemiciclo es necesario detenerse en el Salón de Conferencias, o salón de los pasos perdidos. El segundo nombre hace referencia a la tranquilidad que se respira en esta estancia en contraposición con el habitual ajetreo del resto del edificio. Este elegante salón de estilo renacentista alberga pinturas de Vicente Camarón con referencias geográficas y religiosas. Presidiendo las cuatro esquinas descansan bustos de mármol dedicados a antiguos diputados.
Un paseo por la biblioteca
Uno de los lugares más reservados del Palacio de las Cortes es la elegante biblioteca que se encuentra en su interior. Aunque no comparte la abundancia de piezas artísticas de las salas anteriormente mencionadas, es una estancia que no debe pasarse por alto. Primero por el gran patrimonio histórico literario que guarda celosamente y, segundo, por la belleza de sus estanterías y niveles. El techo está decorado con una pintura que representa el Templo de las Leyes.
Cómo visitar el Congreso de los Diputados
Para visitar el Congreso de los Diputados es necesario reservar con antelación en la web oficial del Congreso. Se organizan visitas gratuitas individuales y grupales todos los días laborables excepto festivos y el mes de agosto. Sin duda, un plan muy recomendable para conocer de cerca un edificio que está en el punto de mira de la actualidad española y que, además, contiene una increíble belleza artística.
