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Los pueblos más bonitos de Toledo

Pueblos más bonitos de Toledo

La provincia de Toledo ofrece multitud de planes durante todo el año que permiten disfrutar no solo de los magníficos paisajes manchegos, sino también de sus pueblos, llenos de arte e historia. Y de una magnífica gastronomía que no va a dejar a nadie indiferente. A la hora de empezar a descubrirlos, la recomendación de siempre: esta solo es una lista que sirve como punto de partida. Para descubrir los pueblos más bonitos de Toledo, nada como lanzarse a la carretera y dejarse sorprender por el camino.

Toledo fascinante: sus pueblos más bonitos

Consuegra

Molinos de Viento, Consuegra
Molinos de Viento, Consuegra | Shutterstock

Consuegra, gracias a sus molinos, los gigantes de la novela de Don Quijote, es uno de los pueblos más bonitos y conocidos no solo de Toledo, sino de toda la comunidad de Castilla-La Mancha. El término de “consuegra” deriva de la antigua ciudad prerromana de Consabura, cuyo significado hacía referencia a la confluencia del río Sabo. Su patrimonio histórico es fascinante y cuenta con monumentos como el castillo de la Muela, las iglesias de San Juan Bautista, del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y de Santa María y el convento de Nuestra Señora de los Dolores.

Los doce molinos de viento, alineados sobre el cerro Calderico, la mayoría del siglo XIX, se llevan el protagonismo. Actualmente son usados con fines exclusivamente turísticos, celebrándose la “molienda de la paz”. Igualmente, el último fin de semana del mes de octubre se celebra la fiesta de la rosa del azafrán, declarada de Interés Turístico.

Burujón

Las Barrancas de Burujón
Las Barrancas de Burujón | ShutterStock

Burujón, gracias a su situación privilegiada en un valle, cuenta con maravillosos paisajes, pero también con un importante patrimonio histórico y arquitectónico. La iglesia de San Pedro Apóstol, la ermita de San Pantaleón de estilo mudéjar o el palacio de Cifuentes dan buena cuenta de ello. No se puede olvidar su patrimonio natural, como el Árbol de Colores o las maravillosas barrancas de Calaña y Castrejón, declaradas Monumento Natural. Se trata de un conjunto geológico, conocido como el “cañón del colorado español“, que se ha llegado a comparar con el paisaje de Marte, por el color rojizo que tiñe sus paredes sobre todo al atardecer.

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Oropesa

Castillo medieval, Oropesa
Castillo medieval de Oropesa | Shutterstock

Situada junto a la sierra de Gredos, Oropesa fue conquistada por los romanos, después por los árabes y finalmente reconquistada en el siglo XI. Como curiosidad, cabe destacar que el nombre de esta villa aparece en el Libro de buen amor del Arcipreste de Hita. Una vez más, su patrimonio cultural no se queda atrás. La plaza de Navarro con la Torre del Reloj, el Castillo de Oropesa o la ermita de las Peñitas explican el interés del turista. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el Palacio Nuevo y el colegio de Jesuitas fueron declarados Bien de Interés Cultural. Es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de Toledo.

Escalona

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Castillo medieval a orillas del río Alberche, Escalona | Shutterstock

Escalona es bien conocido por su magnífico castillo-palacio medieval. Esta construcción mudéjar del siglo XV está considerada una de las más hermosas de todo Toledo. Actualmente la parte del palacio ha sido restaurada y es de propiedad privada. Se conserva una buena parte de la antigua muralla y también es importante el convento de las concepcionistas. Como curiosidad, cabe comentar que películas como Villa cabalga, de 1968, protagonizada por Yul Brunner y Robert Michum, han sido rodadas en el lugar. Es posible ver su silueta amurallada, el puente y las riberas del río.

Orgaz

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Este pueblecito está situado al sur de la provincia de Toledo y se cree que podría ser la antigua Barnices citada por Ptolomeo en la Carpetania. Perteneció al condado de Orgaz. Son varios los monumentos y lugares de interés de esta población. La iglesia de Santo Tomás Apóstol, diseñada por Churriguera en el siglo XVIII, el castillo de Orgaz del siglo XIV o el puente de los Cinco Ojos son algunos de sus ejemplos. El 17 de enero se celebra la fiesta de San Antón, con luminarias que se encienden por los distintos barrios y una degustación de las típicas migas. Como curiosidad, hay que comentar que alrededor de 5500 personas se apellidan Orgaz.

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Guadamur

Vista aérea del castillo, Guadamur
Vista aérea del castillo, Guadamur | ShutterStock

En la comarca de Montes de Toledo se encuentra la población de Guadamur y su imponente castillo. Esta fortaleza, extraordinariamente bien conservada, se encuentra habitada en la actualidad, pero es posible recorrer su exterior. Construido por el conde de Fuensalida, Don Pedro López de Ayala, fue erigido sobre una fortaleza musulmana. Fue habitado ocasionalmente por personajes de renombre como Felipe el Hermoso y la reina Juana, el emperador Carlos V y, como prisionera, la princesa de Éboli. Hay que destacar también la importancia de la arquitectura religiosa con la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, la ermita de San Antón o la ermita de Nuestra Señora de la Natividad.

Tembleque

Plaza Mayor, Tembleque
Plaza Mayor, Tembleque | Shutterstock

La historia de Tembleque está íntimamente ligada a la ciudad de Toledo y sus primeros ocupantes fueron los romanos. En esta población hay que destacar, sin duda, su impresionante y curiosa Plaza Mayor. Típicamente manchega, de planta cuadrada con pórtico de columnas de granito. La planta superior presenta pasillos con soportes y ornamentación de madera, al uso de las construcciones del siglo XVII. Curiosamente, fue diseñada para cumplir la función de centro de la vida de la villa, pero también la de plaza de toros. Por lo que se refiere a la arquitectura religiosa, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la ermita de la Purísima Concepción o la ermita del Cristo del Valle son algunos de sus ejemplos. La novela El último judío, de Noah Gordon, nombra a la población, ya que en uno de sus castillos vive uno de los antagonistas, el conde Ferrán Vasca.

Ocaña

Rollo de Justicia, Ocaña
Rollo de Justicia, Ocaña | ShutterStock

Ocaña, situada al noreste de la provincia, es una población que destaca, una vez más, por su variada arquitectura civil y religiosa. Su plaza mayor, del siglo XVIII, de porte barroco y planta en paralelogramo, y la torre de la iglesia de San Martín fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 2002. La Fuente Grande, construida por Juan de Herrera en el siglo XVI, y el palacio de Cárdenas, Monumentos Histórico-Artísticos. Cabe destacar también el Rollo de Justicia o Picota del siglo XV. Esta columna de piedra rematada por una cruz de hierro forjado se encuentra situada en la plaza de José María Prada y representa la ratificación de villa de la población.

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Maqueda

Castillo de la Vela, Maqueda
Castillo de la Vela, Maqueda | Shutterstock

Maqueda, perteneciente a la comarca de Torrijos, es una pequeña pero hermosa población de Castilla-La Mancha. El castillo de la Vela es uno de sus mayores atractivos y fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. De planta rectangular, sus muros alcanzan 3,5 metros de espesor y se encuentran protegidos por fosos y tres torres circulares. Otros lugares de interés para el visitante son la iglesia parroquial de Santa María de los Alcázares, de estilo gótico-mudéjar del siglo XV, la puerta califal o la torre de la Vela.

El Toboso

Esculturas de Don Quijote y Dulcinea, El Toboso
Esculturas de Don Quijote y Dulcinea, El Toboso | Shutterstock

El Toboso. Seguro que al leer este nombre se piensa en el célebre hidalgo Don Quijote de la Mancha y, concretamente, en su amada, Dulcinea. Gracias a Miguel de Cervantes, El Toboso es una de las poblaciones más conocidas a nivel internacional. Las autoridades, con el afán de difundir el municipio, crearon la ruta literaria. En ella se pueden seguir los pasos de Don Quijote y Sancho en el interior del pueblo. Más allá de eso, una vez más es posible disfrutar de una prolífica arquitectura civil y religiosa, y de una infinidad de festividades religiosas y profanas.