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Castellón es la provincia situada más al norte de las tres que forman la Comunidad Valenciana. Tiene una extensión de más de 6 000 m2 y un total de 135 municipios. Entre ellos se encuentran algunas localidades que resultan verdaderamente fascinantes, ya sea por su patrimonio histórico o por sus espectaculares paisajes naturales. Por ello, aquí está nuestra selección de los pueblos más bonitos de Castellón, aquellos que merece la pena visitar al menos una vez en la vida.
Castellón fascinante: sus pueblos más bonitos
Peñíscola
El origen medieval del Peñíscola queda reflejado en su rico patrimonio histórico y cultural. Lo más destacado es el castillo templario que se eleva sobre la ciudad y que se encuentra en un excelente estado de conservación. Pero tampoco hay que perderse su entramado de callejuelas ni las murallas que las rodean. Si a esto le sumamos sus magníficas playas y su agradable clima, se convierte en el destino perfecto para una escapada en familia.
Segorbe
Otro lugar con mucha historia es Segorbe. Lo mejor es conocerla recorriendo sus calles. Así, se puede ir visitando su patrimonio, como el castillo de la Estrella o el acueducto medieval, y sus museos, como el de Arqueología y Etnología o el Catedralicio. Además, se encuentra entre los parques Naturales de la sierra de Espadán y la Calderona, por lo que está rodeado de enclaves paisajísticos en los que se puede realizar senderismo. Así pues, va a conquistar a los amantes del turismo deportivo.
Vilafamés
Vilafamés está situado sobre un cerro, por lo que el viajero que se acerque puede verlo desde lejos. Una vez que llegue, podrá dejarse sorprender por su casco antiguo, que está formado por calles estrechas que hablan de los orígenes árabes de este lugar y en las que se encuentran preciosas construcciones de piedra. Tampoco hay que pasar por alto la iglesia de la Asunción ni el palacio del Batlle. No es de extrañar que el conjunto histórico fuera declarado Bien de Interés Cultural en 2005.
Culla
En la comarca del Alto Maestrazgo se encuentra Culla, un pequeño municipio, de tan solo tiene unos cientos de habitantes. Sin embargo, guarda vestigios de todas las civilizaciones y culturas que han pasado por este lugar, especialmente la musulmana y la templaria. Esto se aprecia en sus calles y, sobre todo, en sus monumentos: el castillo Árabe, el granero del Comendador, la iglesia Parroquial del Salvador… Además, no faltan alternativas para hacer excursiones por los bellos paisajes naturales que enmarcan la localidad.
Morella
También se aúnan historia y naturaleza en Morella. Entre sus monumentos destaca el castillo que preside la localidad. Se trata de una fortaleza construida en un lugar estratégico para controlar el paso natural entre la costa y el interior. Visitarlo no solo permite descubrir su historia, sino también contemplar una preciosa panorámica de los tejados rojizos de las casas que forman el pueblo, así como las cadenas montañosas que lo rodean. También merecen una visita la basílica Arciprestal Santa María la Mayor y las torres de San Miguel.
Mascarell
El origen de Mascarell está ligado a la expulsión de los musulmanes de la cercana población de Burriana, que tuvo lugar en el siglo XIV. Está rodeada por una muralla de mortero, tierra y ladrillo. Esta tiene un diseño casi cuadrangular y cuenta con una torre en el centro de cada lado. Dispone de dos accesos, uno en el este y otro en el oeste. En su interior, destacan una casa consistorial de finales del siglo XVIII y una iglesia parroquial de finales del siglo XVII.
Jérica
Jérica tiene una oferta turística muy amplia. Empezando por sus murallas, que delimitan el casco histórico de la población. Igualmente notable es la ermita de San Roque, edificada sobre una construcción árabe anterior, y la torre mudéjar, a la que se puede acceder por una escalera de caracol. Además de con un rico patrimonio, cuenta con espectaculares paisajes naturales en los que podrás hacer senderismo, como el pantano del Regajo, la vuelta de la Hoz y el paseo de las Fuentes.
Sant Mateu
Al norte de la provincia de Castellón se encuentra Sant Mateu, la capital histórica del Maestrat. Su época de mayor esplendor tuvo lugar durante los siglos XIV y XV, lo que se ve reflejado en su patrimonio histórico y artístico. Uno de sus monumentos más llamativos es su torre campanario octogonal, sin olvidarnos de la plaza Mayor ni de las mazmorras medievales. También cuenta con varios senderos desde los que disfrutar de su arquitectura y, al mismo tiempo, de hermosos paisajes naturales.
Fanzara
Otro de los pueblos más bonitos de Castellón es Fanzara. Su Museo Inacabado de Arte Urbano ofrece la posibilidad de contemplar las obras que los artistas plasman en las fachadas. Para los amantes del turismo de aventura, cuenta con diferentes rutas de montaña que te permitirán conocer de cerca los impresionantes paisajes naturales que rodean esta población. Una de ellas llega hasta las ruinas del castillo de Fanzara, donde podrás adentrarte en la historia de este lugar.
Forcall
Para disfrutar de Forcall en todo su esplendor, no basta con visitarlo, también es imprescindible verlo desde uno de sus miradores. El más cercano se encuentra en la ermita Mare de Déu de la Consolación y el otro en la Mola La Vila o San Marcos. Entre las atracciones más curiosas de esta población, se encuentra el museo de la Alpargata, en el que podrás conocer el proceso artesanal con el que se elabora este calzado tan típico de la zona.
Chodos
Terminamos nuestro viaje en Chodos, un pequeño pueblo cuyas estrechas y empinadas calles recuerdan su origen medieval. Se encuentra en el parque natural del Penyagolosa. Por tanto, está rodeado de cerros y macizos en los que encontrarás una gran diversidad de especies animales y vegetales. Sin duda, es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza. Pero también cuenta con un rico patrimonio cultural: el castillo de Chodos, el casco histórico, la ermita de San Cristóbal…
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