Las listas que recopilan lo mejor del año, o simplemente lo mejor del momento, no son más que orientativas, pero vienen bien para comprender lo que está sucediendo ahí afuera. La Organización Mundial del Turismo lo sabe y por eso lleva un par de años reconociendo la labor de los pueblos a la hora de apostar y desarrollar un turismo sostenible. Best Tourism Villages 2022 ha seleccionado 32 destinos rurales en todo el mundo que están haciendo muy bien las cosas. Entre esos lugares encontramos tres pueblos de España.
3 pueblos de España que están haciendo muy bien las cosas
Lo que reconoce la Organización Mundial del Turismo no es tanto la belleza del lugar, sino cómo ese lugar está aprovechando sus virtudes naturales para crecer y desarrollarse de forma responsable. Lo que busca la OMT son destinos comprometidos con el pasado, el presente y el futuro. Es decir: pueblos que han apostado por el turismo sostenible como un motor de desarrollo, mirando hacia el futuro pero sin olvidar los valores tradicionales del medio rural. Se señala, dentro de este reconocimiento, las infraestructuras creadas para mejorar la experiencia del viajero, sin olvidar por ello que es un lugar en el que realmente viven personas, no solo un lugar al que viajar.
Alquézar, la magia de Huesca
Huesca está de moda, precisamente porque esta provincia está haciendo muy bien las cosas. Alquézar es el ejemplo. Este pueblo oscense es uno de los pueblos medievales mejor conservados de Europa, situado además en un paraje de belleza sobrecogedora. Enclavado sobre uno de los cañones del río Vero, próximo al Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, Alquézar ofrece numerosas posibilidades de turismo activo en sus alrededores. En el propio pueblo, el viajero disfrutará de estrechos callejones adaptados a la idiosincrasia de la ladera, de las casas tradicionales de piedra o del Museo Etnológico Casa Fabián, donde descubrir la historia y cultura propias del lugar.
Guadalupe, belleza histórica en Cáceres
Hablar de Guadalupe es hablar, de forma inevitable, del Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993. Impresiona su belleza y su tamaño. Este monasterio alcanzó su época dorada en el siglo XV, mientras se iba desarrollando a su alrededor una villa en el que se asentaron criados y campesinos dependientes del cenobio. Visitarlo es visitar la historia, acercándose en este paseo al culto y la devoción a la Virgen de Guadalupe, fe que se extendió por toda América hasta que terminó por convertirse en la Reina de la Hispanidad. Guadalupe siempre ha estado abierta al turismo y los peregrinos que acuden hasta aquí llamados por la Virgen, así que no es de extrañar que haya encontrado el camino hacia el tipo de propuesta que el medio rural necesita hoy en día.
Rupit, encanto medieval en el interior de Barcelona
Lo primero que el viajero debe saber de Rupit es que no se puede acceder al pueblo en coche, que debe permanecer en el aparcamiento facilitado en las afueras. Rupit es un pueblo turístico que ha sabido conservar su pasado medieval, época en la que se fundó. Sus características casas de piedra, sin embargo, pertenecen a los siglos XVI, XVII y XVIII. Entre frondosos bosques, ofreciendo vistas inmejorables del paisaje que lo rodea, Rupit puede presumir de monumentos como su puente colgante o la iglesia de San Miguel. Es uno de esos pueblos medievales que da gusto pasear sin mapa y sin prisa. Por todo esto lo ha reconocido la Organización Mundial del Turismo como uno de los mejores pueblos de España y también del mundo.
