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Polvoranca, un pueblo abandonado y maldito en Madrid

Polvoranca, pueblo abandonado y maldito de Madrid

Seguimos sintiéndonos atraídos, como viajeros, por el misterio y el encanto de los lugares abandonados. Poco importa si solo quedan unas pocas ruinas en pie porque esas ruinas están repletas de historias y leyendas, que también se viven. Todo esto es Polvoranca, un pueblo cerca de Madrid que invita a una excursión de domingo o, mejor aún, a una escapada nocturna para los más atrevidos. 

Polvoranca es un pueblo abandonado y, dicen las historias, maldito, situado en el término municipal de Leganés. Una iglesia se alza solitaria en medio de un descampado, aunque podemos ponernos líricos y colocarla en un valle salteado de lagunas, y tampoco estaríamos mintiendo. Nos vamos a descubrir este lugar de leyenda con un pasado maldito y un futuro incierto.

La historia de Polvoranca

Entorno de Polvoranca
Entorno de Polvoranca. | Shutterstock

Polvoranca vio sus primeros habitantes en la Edad del Hierro, a juzgar por los hallazgos arqueológicos encontrados en los alrededores. El asentamiento no podía ser más idóneo, ya que sus primeros pobladores tenían a su disposición una llanura y abundante agua que provenía de sus arroyos y lagunas. Curiosamente, sería precisamente el agua el que aportaría el toque maldito al pueblo. Pero no nos adelantemos, porque desde la Edad del Hierro Polvoranca sobrevivió a todas las épocas históricas y vería su esplendor como pueblo medieval. Sus últimos habitantes se quedaron en la aldea hasta mediados del siglo XX, aunque ya para entonces el lugar había sido absorbido por la floreciente localidad de Leganés.

Los habitantes de Polvoranca se ocuparon de los cultivos de cereales y tierras de pasto para el ganado, especialmente ovino. Por sus calles pasaron personajes históricos de renombre, los Ponce de León fueron sus propietarios después de comprárselo al conde de Orgaz. Y por allí pasó un tiempo el poeta y religioso Fray Luis de León. Incluso la realeza se fijó en esta pequeña aldea madrileña y cuentan que algunas de las intrigas de Ana de Mendoza en la corte de Felipe II se gestaron en alguna casa señorial de Polvoranca. 

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Aunque hoy parezca increíble, este pueblo maldito también contaba con residencias señoriales. ¿Por qué se abandonó Polvoranca? Ya se ha mencionado sus lagunas y arroyos que tanto favorecen el cultivo. Sin embargo, la humedad también favorece algunas enfermedades y tras varios brotes de peste y paludismo sus habitantes se fueron trasladando a la vecina Leganés. El paisaje actual se limita a algunos cimientos de viviendas y a la maltrecha iglesia de San Pedro.

Polvoranca: lugar de leyendas

Puente de Polvoranca
Puente de Polvoranca. | Shutterstock

Precisamente la iglesia de San Pedro es el escenario principal de algunas leyendas negras que le dan a Polvoranca el carácter de pueblo maldito. La iglesia data de mediados del siglo XVII y está construida en ladrillo en estilo barroco. Las obras comenzaron de la mano del prestigioso Juan Gómez de Mora y las terminó José Villareal. Como suele suceder en estos casos, el templo se construyó sobre una antigua ermita. De ahí podemos empezar a extraer leyendas en forma de susurros, voces extrañas, llantos y gritos que se escuchan cada noche del 2 de noviembre, o eso dicen los amantes de los misterios. Voces y lágrimas que pertenecen a aquellos que murieron por la peste y cuyas almas quedaron atrapadas en los muros de esta iglesia. 

Cuentan que la peste arrasó esta localidad madrileña por las prácticas paganas que en ella se hacían. Y que incluso se envió a una delegación desde Roma para comprobar si efectivamente había algo de maldito en Polvoranca. No vieron nada, ya que para entonces estaba todo asolado por la enfermedad y los incendios. Pero sí hay noticias de esos rituales satánicos y misas negras en pleno siglo XXI.

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Lo que sí se encontraron en la iglesia fueron restos humanos, algo habitual pero que en este caso sigue alimentando la leyenda negra de Polvoranca. Así como el misterio sin resolver de las vasijas con oro que presuntamente se encuentran en la cripta o en los túneles subterráneos. Dentro de la iglesia no queda nada, ni vasijas, ni retablos, ni objetos litúrgicos. La propia pila bautismal la recogió una vecina ya entrado el siglo XX para utilizarla como lavadero en su casa. 

El futuro de Polvoranca

Polvoranca
Polvoranca. | Shutterstock

Esto nos da una idea del estado en el que se encuentra el pueblo abandonado y maldito de Polvoranca. Sus 150 hectáreas pertenecen hoy al Parque de Polvoranca, con jardines temáticos y centro de actividades que no está demasiado cuidado. Así y todo, el Parque de Polvoranca no deja de ser un lugar de recreo en plena naturaleza a escasos minutos de Madrid. Las lagunas y arroyos siguen siendo los protagonistas de la zona y en sus alrededores encontramos fauna y flora autóctonas a las que se suman los ejemplares exóticos del jardín botánico.  También hay en este parque un Centro de Educación Ambiental y varias pistas deportivas. Y por supuesto, la iglesia de San Pedro, que hoy vuelve a ser considerada por algunos ermita.

El futuro de Polvoranca es, desde luego, incierto. La iglesia, que en su día fue un templo esplendoroso con varios altares y obras de arte, hoy forma parte de esa triste lista roja de patrimonio de Hispania Nostra debido a su estado deteriorado y ruinoso. Esa lista que recuerda el peligro que corre el patrimonio natural y cultural y que invita a actuar para su protección y mantenimiento. 

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Visitando el entorno de Polvoranca uno realiza una escapada por lagunas, valles y arroyos, entre ruinas que susurran el paso del tiempo y que esconden leyendas y misterios en sus grietas. Y si acaso, ponemos a volar la imaginación para desterrar las maldiciones que hayan podido recaer sobre Polvoranca.