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En España hay más de 8000 pueblos y cada uno tiene sus peculiaridades. Sin embargo, algunos pueblos la curiosidad la llevan en el nombre, aunque en ocasiones su origen no tiene nada que ver con su denominación. De hecho, a veces estos topónimos pueden incluso conducir a la risa. Precisamente esa es la naturaleza de esta lista, la de reunir los pueblos españoles con los nombres más graciosos.
Pueblos de nombres graciosos en España
Guarromán (Jaén)
Cuando se habla de pueblos con nombres raros o graciosos en España, Guarromán siempre es uno de los primeros que aflora en la conversación. Se trata de una pequeña localidad en la provincia de Jaén con 2700 habitantes. Su nombre viene de la castellanización del árabe “Uādī-r-Rommān”, que significa “arroyo de los granados”. Al principio comenzó siendo Guadarromán y después evolucionó a Guarromán. Menos conocido, aunque también cómico, es el nombre de Guarros, una localidad de Almería.
Peleas de Arriba y Peleas de Abajo (Zamora)
Peleas de Arriba y Peleas de Abajo son en realidad dos pueblos diferentes, pertenecientes a la provincia de Zamora y la comarca Tierra del Vino. El gentilicio de ambos pueblos es peleíno y su nombre viene de cuando hubo tensión durante varios siglos entre ambas poblaciones porque moros y cristianos vivían allí separados por el arroyo de Valparaíso.
Villapene (Lugo)
También conocido como Santa María de Villapene, este es, sin lugar a dudas, uno de los pueblos con nombres más graciosos de España. Da igual que tengamos cinco que 40 años, lo más probable es que la primera vez que sepamos de su existencia, su nombre nos provoque al menos una sonrisa. Villapene, en gallego Vilapene, es una pequeña población de Lugo con tan solo 133 habitantes. Aunque lo cierto es que el origen del nombre de este pueblo no está muy claro.
Por cierto, podría hacerse una lista aparte de nombres con connotaciones sexuales o simplemente que aludan a formas fálicas. Tal es el caso, en el primer supuesto, de pueblos como Folloso (León), Seno (Teruel) o Villaconejos (Madrid). Por el otro lado, tenemos localidades como Berga (Barcelona), El Pito (Asturias) o, por supuesto, Villapene, aunque hay más.
Alcantarilla (Murcia)
Alcantarilla es la población más grande de esta lista, con más de 40 000 habitantes. Se trata de un pueblo de la Región de Murcia cuyo nombre viene del árabe Al-Qantara, que significa “puente”, así que no tiene nada que ver con los sumideros que recogen el agua de la lluvia en la calle. En cuanto a turismo, destaca su museo etnológico, su noria de agua y la Casa de las Cayitas.
Malcocinado (Badajoz)
Hablando de pueblos con nombres graciosos en España, Malcocinado, en la provincia de Badajoz, es uno de los que se lleva la palma. Aunque el origen del nombre no está del todo claro, existe la creencia de que viene de una posada de bandoleros que visitaba frecuentemente un tal Marcos Cinado, que posteriormente evolucionó fonéticamente a Malcocinado.
Villaviciosa (Asturias)
Villaviciosa es famoso por ser uno de los pueblos más bonitos de Asturias y por ser uno de los pueblos con nombres más raros de España. En el siglo XIV empieza a sustituirse el nombre de Puebla de Maliayo, que es como se llamaba antes, por Puebla de Villaviçiosa, hasta que evolucionó hasta la actual Villaviciosa.
Novallas (Zaragoza)
Aunque todos sabemos que el “vayas” del verbo ir se escribe con “y”, no deja de ser curioso llegar a un municipio cuya sonoridad le invita a uno a irse por donde ha venido. ¿Será una antigua advertencia al viajero? ¿Acaso el concepto aluda en realidad a que se trata de un sitio sin vallas? No. Otra vez, el origen del topónimo es menos divertido de lo que parece. La teoría más extendida es que Novallas procede del latín Novalia, un concepto que aludía a tierras preparadas para la siembra, barbecho o tierras nuevas.
Villaviudas (Palencia)
Villaviudas se encuentra en la provincia de Palencia, concretamente en la comarca El Cerrato. Por un lado, un estudio toponímico revela que el nombre puede venir de la época de las repoblaciones medievales y este repoblador era de origen mozárabe y se llamaba Vibdas, por lo que el pueblo se llamó villam Uibdas. Por otro lado, la otra teoría es que hubo una gran batalla con muchas muertes, lo que provocó que en el pueblo hubiera muchas mujeres viudas.
Calamocos (León)
Ubicado en la bella comarca de El Bierzo, Calamocos es sin duda otro de los pueblos con los nombres más graciosos de España. Aunque su denominación poco tiene que ver con esa sustancia que sale de nuestra nariz. Una vez más el origen etimológico de Calamocos se relaciona con el latín, pues este topónimo proviene de Calamaucum, que significaba “mitra” o “gorra en forma de montera”, relacionándose con los montes aledaños de la zona.
Guasa (Huesca)
Es inevitable que al pensar en el pueblo de Guasa, ubicado en el municipio de Jaca, a uno se le venga a la mente frases del tipo: “¿Estarán allí todo el día de guasa?”. Probablemente sus vecinos, que rondan apenas los 50 habitantes, estén hartos de oírlo. En lo que se refiere a su nombre, lo más probable es que este proceda de la existencia de un río cercano llamado Gas.
En definitiva, España está llena de pueblos con nombres curiosos y graciosos, al menos para algunos, cuya denominación tiene una explicación muy diferente a lo que se podría pensar a priori. Lo importante es conocer su historia y visitarlos si se tiene oportunidad.
