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Laujar De Andarax, el bonito refugio del último rey del reino nazarí de Granada

Laujar de Andarax

Laujar de Andarax es un pueblo de La Alpujarra almeriense ubicado en un enclave privilegiado, un precioso valle entre Sierra Nevada y la Sierra de Gádor. Es un lugar en perfecta armonía con su paisaje que se encuentra a unos pocos kilómetros del mar y del desierto de Tabernas, permaneciendo en contacto con el parque natural de Sierra Nevada, uno de los grandes paraísos naturales de la región y de toda España.

Históricamente, Laujar fue el último refugio del Rey Chico en la península tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos. Es una tierra que se enorgullece del legado que ha dejado su pasado musulmán y que basa su economía en la agricultura y el turismo rural. Una población cálida, acogedora y bonita, rodeada de viñedos y pinos.

Laujar de Andarax, el pañuelo de lágrimas del Rey Chico

Retrato de El Rey Chico, el último rey nazarí del emirato de Granada
Retrato de El Rey Chico, el último rey nazarí del emirato de Granada | Wikipedia

Corría el año 1492 cuando el Rey Chico, como era conocido Boabdil, el último rey nazarí, veía desmoronarse el reino árabe de Granada, vencido por el ejército de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel. Cuentan los historiadores que, al temer por su vida, tuvo que huir y acabó refugiado en Las Alpujarras, concretamente en Laujar de Andarax. En este lugar estableció la capital de la zona y permaneció en una gran casa hasta que murió su esposa Morayma tras una larga enfermedad. Era conocida la gran sintonía de Boabdil con la sierra granadina. Finalmente huyó a Marruecos, no sin antes vender todas sus propiedades.

Un rincón encantador para perderse varios días

Preciosas vistas del Valle Laujar de Andarax en Almería
Preciosas vistas del Valle Laujar de Andarax en Almería | Shutterstock

Laujar de Andarax es un pueblecito que refleja bien la serenidad de la Alpujarra, un sitio para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Se encuentra situado a unos 69 kilómetros de la capital, Almería, muy pegado a la provincia de Granada. Goza de unas vistas impresionantes casi desde cualquier ubicación y encierra una historia fascinante para estudiosos y personas curiosas. Es recomendable especialmente para los amantes del senderismo que quieran descubrir rutas nuevas y marcarse unos kilómetros respirando aire puro y sudar un poco.

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Muchos amantes de la fotografía, la pintura y la naturaleza acuden a Laujar en busca de esa tranquilidad, a retratar esos bellos paisajes montañosos de la Alpujarra, a contemplar su fauna, su agricultura, su flora y sus múltiples encantos naturales. Es ideal para quien quiera descansar, tomarse un respiro y disfrutar de la gastronomía de la zona.

Unas maravillosas vistas a lo lejos de Laujar de Andarax
Unas maravillosas vistas a lo lejos de Laujar de Andarax | Shutterstock

Estos son los edificios más señalados de Laujar

Pero no sólo de campo vive Laujar, también es un bonito pueblo con unas calles blancas, antiguas y pintorescas que respiran ese estilo árabe tan curioso. Una buena forma de conocer la aldea es recorriendo sus calles fuente a fuente, pilar a pilar, más de quince tiene. Se rompe así el tópico de una Almería desértica y seca. La Fuente Nueva, el Pilar Seco, de San Blas, El Vicario, Ermita, San Antonio, Chorrera… La lista es larga y si dibujamos un itinerario asequible podemos hacer una refrescante ruta. Hasta un poemario tienen estos pilares: “seis fuentes tiene mi pueblo / y aquel que beba sus aguas / tal sabor a gloria tienen / que nunca podrá olvidarlas”, escribía el poeta almeriense Francisco Villaespesa.

La Iglesia de la Encarnación está considerada “la catedral de La Alpujarra”
La Iglesia de la Encarnación está considerada “la catedral de La Alpujarra” | Shutterstock

Laujar de Andarax respira ese aroma alpujarreño. Mantiene las características esenciales de este tipo de pueblos que combina calles blancas, cuestas, sol, arquitectura árabe, fuentes preciosas y monumentos de obligada visita. Entre ellos destaca la Iglesia Parroquial de la Encarnación, conocida como “La catedral de La Alpujarra”, un impresionante templo de estilo mudéjar construido tras la llegada de los cristianos al pueblo.

Un lugar al que hay que asomarse es el Mirador de la Vega, un balcón desde el que se puede divisar el valle de Laujar en todo su esplendor. Desde ahí se puede contemplar todos los viñedos de la zona y demás cultivos de agricultura ecológica mientras se divisa, al fondo, las montañas de Sierra Nevada.

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Otro edificio interesante para historiadores y turistas es, sin duda, la Ermita de Nuestra Señora de la Salud, ubicada en la zona occidental del casco antiguo, y fabricada básicamente a base de piedra. Es un monumento pequeñito pero muy coqueto, al igual que su Ayuntamiento, un exponente de la arquitectura neoclásica. Si el turista prefiere la naturaleza a los monumentos, quizás sea mejor visitar el jardín botánico, cuyo acceso es gratuito.

Laujar se viste de gala en las Fiestas de la Virgen de la Salud

Si se quiere visitar Laujar en un momento de alegría y emotividad, qué mejor que hacerlo durante la Feria y las Fiestas de la Virgen de la Salud, patrona del pueblo, que sale y se recoge en la anteriormente mencionada ermita. Cada año, durante el mes de septiembre, tiene lugar una procesión, el habitual repique de campanas, los fuegos artificiales, conciertos musicales, comidas públicas y actividades para los más pequeños de las familias. Es obligatorio echar un vistazo a la variopinta programación de actividaes.

Un rinconcito con gran valor gastronómico

No hay nada mejor para reponer fuerzas que la cocina de la Alpujarra
No hay nada mejor para reponer fuerzas que la cocina de la Alpujarra | Shutterstock

La Alpujarra es conocida en toda Andalucía por su peculiar gastronomía, tan de pueblo, tan consistente y llena de sabor. No solo son famosos sus embutidos, de una calidad excelsa, también hay platos que conquistan al paladar como la fritada alpujarreña, los nabos encebollaos, las papas a lo pobre o las gachas saladas. Mención aparte tienen los dulces (rosquillas, soplillos, pebetes, etc), herencia directa de la sabiduría árabe. Comer en Laujar es un placer para los sentidos.

En la Alacena de Laujar, situada en la plaza del pueblo, se pueden encontrar productos de la comarca de Almería. Vinos ecológicos y productos artesanales fabricados y cuidados con mimo por las pequeñas empresas de la zona. Es de imprescindible visita para quien quiera llevarse a casa una muestra del actual agroturismo almeriense, aunque también se pueden adquirir artículos de artesanía que no tienen que ver con el comer: ropa, zapatos y bolsos.

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En definitiva: Laujar de Andarax, este pueblo almeriense, es encantador. Un lugar ideal para desconectar, vivir, respirar y perderse unos días o quizás, para quedarse para siempre.