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Iglesias, monasterios y otros tesoros románicos de la Ribeira Sacra

Románico Ribeira Sacra

La Ribeira Sacra, situada en el corazón del interior de Galicia, destaca por muchas razones, y una de ellas es poseer una de las más grandes, sino la mayor, concentración de románico rural de Europa. Durante muchos siglos, cientos de eremitas y religiosos decidieron establecerse en las laderas que caen hacia los ríos Miño y Sil. Ya en el siglo XII este lugar era conocido como Ryboira Sacrata.

Por el enorme legado que dejaron estos religiosos, la Ribeira Sacra casi pueden considerarse un templo de las iglesias, en su mayoría acogidas al estilo románico. Galicia, en general, tiene una impresionante colección de románico, pero es que solo en este espacio, declarado Reserva de la Biosfera, pueden descubrirse dos docenas de templos. Vamos a descubrir por qué la Ribeira Sacra está considerada la guardiana del románico rural.

Los detalles de las iglesias románicas de la Ribeira Sacra

La antigüedad de los templos

Monasterio de San Pedro de Rocas
Monasterio de San Pedro de Rocas. | Shutterstock

Las fuentes documentales sitúan el nacimiento de la iglesia de San Paio de Diomondi en el siglo VIII, aunque la iglesia que ha llegado hasta nuestros días se levantó en el año 1170. Es uno de los templos más curiosos de toda la Ribeira Sacra, pues a ese románico perseguido se le unió tiempo más tarde un palacio adosado en el que se alojaban los obispos de Lugo durante los veranos. Fue este un emplazamiento importante en tiempos pasados que han quedado, además, documentados a su alrededor. En torno a la iglesia pueden verse otras construcciones típicamente gallegas, desde hórreos hasta palomares, pasando por un lavadero o un horno.

En el margen derecho del río Sil, poco antes de desembocar en el Miño, la iglesia de San Vicente de Pombeiro ofrece una conexión total con la naturaleza, tal vez por eso fue un emplazamiento deseado por eremitas desde tiempos muy antiguos. Desde el siglo X formó parte de un monasterio, pero se han encontrado tumbas antropomórficas con mucha más antigüedad.

Sin embargo, el templo documentado más antiguo de la zona es el monasterio de San Pedro de Rocas, situado en la provincia de Ourense, del que se sabe que cinco monjes lo recibieron en herencia a finales del siglo VI. Es la única iglesia rupestre de la Ribeira Sacra, que tiene además numerosos elementos románicos que la permiten encajar en esta lista.

La influencia del Maestro Mateo

Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago
Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, un referente para todo lo que vino después. | Shutterstock

El Maestro Mateo fue un escultor y arquitecto especialmente conocido por sus trabajos en la catedral de Santiago de Compostela, uno de los más importantes templos cristianos del mundo. Su influencia no tardó en recorrer el mundo medieval y por toda la Ribeira Sacra es fácil encontrar trabajos claramente inspirados en su obra, cuando no realizados por alguno de sus colaboradores. Es el caso de la iglesia de Santa María de Pesqueiras, emplazada entre bosques centenarios, a orillas del Miño, con el embalse de Belesar a sus pies.

Las decoraciones de este templo del siglo XII remiten al responsable del Pórtico de la Gloria de Santiago, tal como sucede con otras iglesias como la de Santo Estevo de Atán. Este último templo también es del siglo XII, aunque parece que fue construido sobre los restos de otras iglesias. Cuenta con una importante decoración escultórica en los canecillos y los capitales. En el interior, además, se conservan pinturas murales de los siglos XV y XVI.

Románico en los paisajes más increíbles 

Detalles de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño
Detalles de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño. | Shutterstock

Porque estar en la Ribeira Sacra significa estar en un paraíso natural en el que mires donde mires verás belleza. Si uno quiere visitar la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño, que además es un buen ejemplo del románico característico de la zona, entonces también podrá disfrutar de una postal impresionante frente a los bancales que caen en pendiente sobre el río. La viticultura heroica es otro de los elementos que caracterizan esta zona sagrada en la que el vino, Denominación de Origen, se cultiva y recoge hoy en día como se ha hecho durante siglos. La orografía del terreno no permite introducir maquinaria moderna, así que estos héroes del vino se asoman cada día al Miño para llevar a cabo su trabajo.

Volviendo a la iglesia, Santo Estevo de Ribas de Miño está perfectamente adaptada al terreno en el que se asienta. Se levantó entre el siglo XI y el XII. De este templo destaca especialmente su rosetón, considerado uno de los más espectaculares del románico gallego. Las arquivoltas de la fachada son una preciosidad. En la superior se representaron siete personajes que recuerdan a los 24 ancianos del Apocalipsis, el resto tiene motivos vegetales y geométricos.

Todavía en Lugo, uno de los ejemplos más relevantes en esta unión entre religión y naturaleza lo encontramos en la iglesia de San Martiño de A Cova. Esta se encuentra en el entorno conocido como Cabo do Mundo, un meandro formado por el Miño al salvar las formas del monte de Navallo. Si la niebla ha invadido el horizonte, será difícil disfrutar de las vistas, pero incluso en ese caso el entorno resultará increíble.

La reforma de los Reyes Católicos

Detalles iconográficos del monasterio de San Miguel de Eire
Detalles iconográficos del monasterio de San Miguel de Eire. | Shutterstock

A pesar de la grandeza y la importancia de los monasterios que todavía hoy pueden descubrirse en la Ribeira Sacra, lo cierto es que no sobrevivieron al paso del tiempo. La mayoría se vio abocado al abandonado en torno a los siglos XV y XVI. Una reforma monacal impulsada por los Reyes Católicos hizo que muchos cenobios pasaran a depender de superiores que no habitaban la tierra gallega ni tenían conocimiento de la misma, pero que sin embargo se beneficiaban de las rentas que esta generaba.

Así se abandonaron muchos espacios, como el monasterio de San Miguel de Eire, un antiguo cenobio benedictino que perdió su independencia con esta reforma mencionada. Todavía se conserva la iglesia románica, que fue declarada Monumento Nacional en 1964. Destaca también su decoración, pues la iconografía representada ha dado lugar a numerosas interpretaciones.

San Xoán de Portomarín, la iglesia que se trasladó piedra a piedra

Iglesia de Portomarín
Iglesia de Portomarín. | Shutterstock

En pleno Camino de Santiago Francés, en la animada plaza del Camiño de Portomarín, el viajero descubrirá la iglesia de San Xoán, un templo del siglo XIII que, según parece, fue proyectado por un colaborador directo del Maestro Mateo. Tiene la estructura de una iglesia-fortaleza, uno de los rosetones más impresionantes de Galicia y un interior sobrio, elegante, en consonancia con el recogimiento que se espera de un lugar como la Ribeira Sacra, a pesar de encontrarse en uno de los pueblos más concurridos de la zona. Esta iglesia se declaró Monumento Histórico-Artístico en 1931. Veinte años más tarde, con la construcción del embalse de Belesar, Portomarín tuvo que trasladarse de lugar y los vecinos movieron la iglesia, piedra a piedra, hasta su nuevo emplazamiento.

Monasterio de San Salvador de Ferreira, el único en activo

Monasterio de San Miguel de Ferreira
Monasterio de San Miguel de Ferreira. | Shutterstock

El monasterio de San Salvador de Ferreira, conocido también como el monasterio del Divino Salvador, está situado en la parroquia de Ferreira de Patón, en una zona repleta de templos. Pero este tiene la particularidad de ser el único monasterio que todavía conserva vida monacal en la toda la Ribeira Sacra. Se fundó en el siglo X, a finales del siglo XII se anexionó al Císter y hoy en día es el monasterio de las Madres Bernardas. Siendo como es de clausura, tiene horarios cerrados para las visitas, que normalmente van acompañadas de la repostería típica del lugar. Sobre el tema que aquí nos ocupa: la iglesia del monasterio es del siglo XII y se construyó siguiendo los preceptos del románico. Las monjas guardan en su interior una imagen románica de la Virgen con el Niño, de finales del siglo XII o principios del XIII.

La estrella de la Ribeira Sacra: el monasterio de Santo Estevo

Iglesia, cementerio y monasterio de Santo Estevo
Iglesia, cementerio y monasterio de Santo Estevo. | Shutterstock

El monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil es la estrella de la Ribeira Sacra y lo es por méritos propios. Las postales en la distancia, con los imponentes edificios coronados con tejados naranjas entre el verde de la naturaleza sagrada, son insuperables. Como monumento, además, este monasterio es una amalgama de estilos que hay que descubrir independientemente de cuáles sean las preferencias.

Claustro de los obispos en Santo Estevo
Claustro de los obispos en Santo Estevo. | Shutterstock

Con respecto al románico, uno lo encontrará en la cabecera de la iglesia. Tiene tres ábsides y el central es el de menor altura, algo inusual en este estilo. Por otro lado, el conocido claustro de los obispos, donde están enterrados los nueve obispos de leyenda que se trasladaron a vivir aquí, tiene dos cuerpos. El superior es una especie de transición hacia el gótico, pero el inferior es románico puro. Merece la pena descubrirlo como merece la pena descubrir el monasterio de Santo Estevo en su totalidad, declarado Monumento Nacional en 1923 y Bien de Interés Cultural en 1985.

Esto es solo una aproximación al románico de la Ribeira Sacra. Si uno quiere descubrirlo en su totalidad, tiene que lanzarse a las sinuosas curvas de este paisaje sagrado del interior de Galicia.