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La iglesia más pequeña del mundo está en España (y dentro de un castillo)

iglesia más pequeña del mundo

En los años 90 el Libro Guinness de los récords incorporó a su colección un nuevo hito, el de la iglesia católica más pequeña del mundo. ¿Su nombre? Iglesia de Santa Isabel de Hungría. Este templo mide apenas 1,96 metros cuadrados y se ubica en Benalmádena. Pero, aparte de su tamaño, tiene otra peculiaridad. Estamos hablando de una iglesia enclavada en el interior de un castillo, el de Colomares, una de las atracciones turísticas más importantes del municipio malagueño. Concretamente, podremos encontrarla en la tercera planta de la parte inferior del monumento.

Santa Isabel de Hungría es, pese a sus reducidísimas dimensiones, una iglesia consagrada. Esto significa que es posible realizar actos religiosos en su interior. Así, la iglesia más pequeña del mundo ha acogido tanto celebraciones de bodas como de misas puntuales. De hecho, circula una anécdota sobre un casamiento. Según esta el cura pudo estar dentro de la iglesia, pero no el matrimonio, que tuvo que estar fuera. Sin embargo, debido a la frecuente actividad turísticas del castillo, la iglesia no puede desempeñar una función de culto semanal ni mucho menos diaria.

Esta es solo una pequeña parte del castillo de Colomares, un edificio que se ha convertido en el mayor monumento en honor a Cristóbal Colón. Se construyó por orden del médico Esteban Martín, el cual fue el principal diseñador del complejo. Para ello, el médico aprovechó el cumplimiento de los 500 años de la llegada de Colón a América. Hablamos de un libro escrito en piedra que mezcla todo tipo de estilos arquitectónicos y en el que cada uno de los elementos tiene su razón de ser, pues cada uno de ellos es una pieza que narra la historia del navegante.

castillo de Colomares
Castillo de Colomares, un libro escrito en piedra. | Shutterstock

La Iglesia de Santa Isabel de Hungría tampoco está dedicada a dicha santa, patrona de las enfermeras, por casualidad. En realidad, la elección tiene que ver con el propio Colón. Tal como indica el hijo del antiguo propietario de Colomares, Carlos Martín, en un artículo de Escapada Rural “ella (Isabel de Hungría) es fundadora de la tercera orden de los franciscanos seglares”. “Es decir”, continúa Martín, “para ciudadanos de a pie que respetan y les gusta la idea de San Francisco, pero no se meten en la Orden estrictamente”. Se cree que el explorador pertenecía a esta orden, la de los terciarios. He ahí el motivo del nombre de la iglesia más pequeña del mundo. Una estatua de la santa cuelga en el interior del templo, constatando esta idea.