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La playa más pequeña del mundo

La playa más pequeña del mundo

«Gulpiyuri» es una antigua palabra de origen astur que significa círculo de agua. Y es el nombre que escogieron en Asturias para bautizar la que está considerada la playa más pequeña del mundo. Se encuentra en el municipio de Llanes, junto al pueblo de Naves. Hace dos décadas, el Principado de Asturias le otorgó el título de Monumento Natural. Hace unos años, algún tiempo después y con la explosión de las redes sociales, la popularidad de la Playa de Gulpiyuri, de este círculo de agua, aumentó.

Pero al margen de la popularidad y ese compartir de forma constante los lugares que se visitan, más allá del renombre ya mundial, esta Playa de Gulpiyuri merece una visita. Por sus peculiares características y también por su belleza. Y por sus posibilidades de baño, claro.

Las claves de la Playa de Gulpiyuri

Vista aérea de la playa más pequeña del mundo
Vista aérea de la playa más pequeña del mundo. | Shutterstock

Gulpiyuri es un rincón repleto de particularidades. En primer lugar, como ya se ha señalado, se trata de la playa más pequeña del mundo. Con sus 40 metros de longitud, así está considerada en todo el planeta. Además, no tiene salida directa al mar. Es una playa de interior en la que puede intuirse el Cantábrico tras las rocas. Su fuerza, su empuje y su oleaje. Pero la amplitud de sus aguas no puede observarse desde ninguno de sus ángulos, lo que genera una sensación de extrañeza, desde un punto de vista agradable, en quien la visita.

El mar se cuela entre las rocas en la Playa de Gulpiyuri
El mar se cuela entre las rocas en la Playa de Gulpiyuri. | Shutterstock

Está formada por arena blanca, pero en los momentos de pleamar apenas sí puede observarse. En bajamar sucede lo contrario. Entonces registra un fenómeno llamado desagüe, por el que el agua se escapa por el mismo lugar por el que entró, dejando a la arena dominar el entorno. Si se deja transcurrir un día completo en el lugar, es otro de los motivos por los que esta playa conquistará al viajero.

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Como puede imaginarse, es complicado encontrar un lugar en el que asentarse en los meses de verano, pues son muchos los visitantes que, en los últimos años, se han acercado a conocerla. El espacio, claro, es reducido. No cuenta con ningún tipo de servicio y el acceso debe realizarse a pie, siguiendo un sendero que atraviesa los verdes prados asturianos. Así que, cuando uno pisa finalmente esa arena, si está disponible, tiene el campo a su espalda y las rocas de frente, con el mar filtrándose bajo el acantilado. Es todo un espectáculo de la naturaleza.

La playa más pequeña del mundo
La playa más pequeña del mundo. | Shutterstock

La Playa de Gulpiyuri nació por esa fuerza intuida del mar, que cinceló la roca hasta crear recovecos bajo el suelo mientras el techo se hundía hasta formar la dolina que hoy se disfruta. Así se denomina a este fenómeno que hace que el mar termine colándose por lugares inimaginables, y así nació esta playa que era, igualmente, inimaginable.

Rincones cercanos a la playa más pequeña del mundo

Bufones de Pría en un día de tormenta
Bufones de Pría en un día de tormenta. | Shutterstock

Son muchos los lugares asturianos que pueden visitarse para completar una excursión a la Playa de Gulpiyuri. El más evidente, por su cercanía, es la aldea de Naves, un tranquilo pueblo que pertenece al concejo de Llanes y que cuenta con unos 200 habitantes. Destaca, además del precioso entorno en el que está ubicada, la Iglesia de San Antolín de Bedón, un templo benedictino que se levantó allá en el siglo XIII. Casi nada.

Si se tiene oportunidad y se quiere profundizar en las maravillas de esta costa, en dirección oeste puede encontrarse Ribadesella, a tan solo 20 minutos en coche. Se trata de una de las villas marineras más populares de Asturias, por su perfecta simbiosis con el mar, por su impresionante casco antiguo, por su paseo marítimo y por el alarde rupestre de la cueva de Tito Bustillo.

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Vista panorámica de Lastres, uno de los pueblos marineros más populares de Asturias
Vista panorámica de Lastres, uno de los pueblos marineros más populares de Asturias. | Shutterstock

Siguiendo la línea de la costa todavía hacia el oeste, espera también Lastres, otra villa marinera, más pequeña pero igual de bella. Si todavía el visitante se queda con ganas de más, no está de más echar un vistazo a esta semana por la costa asturiana que puede conquistar a cualquiera.

Por otro lado, un imprescindible en cualquier visita al Cantábrico asturiano: los bufones . Estos sifones de agua pueden verse cuando el mar está bravo. Su efecto, sobre todo en el primer contacto con esta forma natural, impresiona. No en vano, el agua del mar sale despedida por las chimeneas naturales de la tierra, alcanzando una altura considerable. Cerca de esta Playa de Gulpiyuri, a apenas 20 minutos en coche, se encuentran los Bufones de Pría, quizá los más populares de Asturias.

La Playa de Gulpiyuri ha pasado a ser un entorno muy valorado en Asturias
La Playa de Gulpiyuri ha pasado a ser un entorno muy valorado en Asturias. | Shutterstock

Sobre todo los amantes de la naturaleza y sus fenómenos sorprendentes, deben visitar este singular lugar al menos una vez en la vida. Admirar sus formas y disfrutar del Cantábrico de una forma diferente: mientras se cuela entre las aberturas que las propias aguas han formado al erosionar la roca. Ese peculiar acantilado, los prados verdes asturianos y las tranquilas aguas que llegan hasta la orilla de arena blanca merecen una visita.

También puedes leer este artículo en inglés y francés.

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