Calas de arena blanca, aguas cristalinas, paisajes inigualables… Si hay un lugar en el mundo que se pueda calificar como paraíso ese es la isla de Menorca. Ubicada dentro del archipiélago de las Islas Baleares, Menorca es una auténtica joya natural declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco que goza de una gran versatilidad a la hora de decidir qué ver en la isla.
Por un lado, es famosa por sus bellos escenarios naturales, calas, excursiones y restos arqueológicos de civilizaciones antiguas. Por el otro, uno no puede abandonar Menorca sin sumergirse en su cultura, su deliciosa gastronomía y sus hermosos pueblos.
La isla de las civilizaciones
Menorca ha sido el gran amor de muchas civilizaciones. Para encontrar los primeros signos de vida humana en la isla hay que remontarse a la Edad de Bronce, de la que se conservan varios asentamientos denominados talayots y cuya función era, principalmente, de vigilancia. Otra muestra de arquitectura típica de esa época son las navetas, de carácter funerario. Con la llegada de los fenicios, griegos y romanos se establecieron rutas marítimas de carácter comercial gracias a la ubicación estratégica de la isla.
Fruto del legado de estas civilizaciones, Gran Bretaña y Francia vieron en la isla una gran oportunidad de inversión comercial que, evidentemente, no iban a dejar pasar. Después de varios enfrentamientos con las tropas de Felipe V, Menorca fue cedida a los ingleses en el siglo XVIII. Como era de esperar, los franceses no se rindieron tan fácilmente y durante los años siguientes persistieron en su afán por hacerse con la isla hasta que, un siglo más tarde, fue entregada a España gracias al Tratado de Amiens.
La época contemporánea colocó a Menorca en el punto de mira de los españoles que huían del régimen franquista. Se establecieron partidas secretas de familias enteras que, en mitad de la noche, se subían a embarcaciones y huían a destinos como Argelia y América del Sur en busca de un futuro mejor.
Las mejores calas que ver en Menorca
Cala Macarella, un paisaje espectacular
Ubicada entre impresionantes acantilados, cala Macarella es para muchos la cala más bonita de la isla, un imprescindible que ver en Menorca. Y no es para menos. Sus aguas cristalinas se funden con el verde intenso de la vegetación que rodea el paisaje. Durante los meses de verano no es posible acceder con vehículo propio debido al gran turismo que acoge esta cala.
Cala Mitjana, ruta de playas
Lo mejor de disfrutar de una cala paradisiaca en una isla como Menorca es que, probablemente, a menos de 10 minutos caminando haya otra igual de sorprendente. Es el caso de cala Mitjana, que, además de ser una auténtica belleza natural en toda regla, dispone en su cercanía de otras calas como Mitjaneta y Turqueta. Esta última virgen. Si el plan es viajar a Menorca con niños, la cala ideal es cala Galdana. Una playa equipada con un gran número de servicios y actividades acuáticas perfecta para la diversión en familia.
El fondo marino de cala Pregonda
Si uno busca practicar snorkel en Menorca, esta cala se convertirá en su lugar favorito. De arenas rojizas y aguas de azul intenso, esta joya natural disfruta de un ecosistema marino que enamora a los amantes de las profundidades. Los alrededores de la cala tampoco tienen desperdicio con bellos acantilados y paisajes que recuerdan al planeta rojo.
Los monumentos más importantes que ver en Menorca
Ritos funerarios en la Naveta des Tudons
La Naveta des Tudons es el monumento más importante de Menorca y uno de los más visitados. Se trata de una tumba colectiva de la época prehistórica construida con grandes bloques de piedra en forma de nave invertida. Está considerada como uno de los monumentos conservados más antiguos de Europa.
Necrópolis en Cala Morell
Siguiendo con los ritos funerarios, la impresionante necrópolis ubicada en cala Morell es de visita obligada. Nada más y nada menos que 14 cuevas que serpentean bajo tierra donde se llevaban a cabo enterramientos. El recorrido es para perderse durante horas entre impresionantes columnas de piedra y claraboyas.
La cantera de Lithica
Lithica es uno de esos lugares que hipnotizan, que deslumbra por sus formas geométricas y por ser la cantera por excelencia de la que se extraía el marés, la piedra que da forma a las pintorescas casitas blancas de la isla. El paisaje perfecto para los amantes de la fotografía.
Descubriendo los faros
Los faros de Menorca son un tema aparte. Enmarcados dentro de paisajes repletos de acantilados y naturaleza, estos hermosos guías se han ganado un lugar especial en la lista de cosas que ver en Menorca. Los más emblemáticos son el faro Favàritx, faro de Punta Nati, el faro Artrutx y el faro de Cavallería. Los atardeceres en todos ellos son impresionantes.
Los pueblos más bonitos que ver en Menorca
Mahón, conociendo la capital
Considerado como uno de los puertos marítimos más bonitos del mundo, Mahón es una experiencia en sí misma. Para empezar, su hermoso casco antiguo conserva la herencia de civilizaciones pasadas y parte de la muralla que protegía la ciudad. Sus afueras están vigiladas por la Fortaleza de la Mola, construida para hacer frente a los ataques británicos. ¿Un imprescindible? El queso de Mahón.
Ciutadella, un tesoro Mediterráneo
Quien visita Ciutadella se queda prendado de su increíble belleza. Las callecitas serpenteantes de su centro histórico conducen hasta lugares históricos como la plaza del Borne, el mercat des Peix y la impresionante catedral que preside la ciudad. La zona del puerto es el lugar perfecto para sentarse en una terraza y saborear una caldereta a los pies del Mediterráneo.
Fornells, el plato estrella
Los que deciden visitar Fornells no se arrepienten. Este pintoresco pueblo blanco está especializado en un plato delicioso: la caldereta de langosta. Un plato típico mallorquín que enamora paladares de todo el mundo. ¿Y para bajar la comida? Nada mejor que un paseo por las calles empedradas del pueblo hasta llegar a la Torre de Fornells.
Binibeca Vell, el pueblo bohemio
Este hermoso pueblo blanco cuenta con una curiosa peculiaridad. Fue construido a principios de los años 70 con el fin de convertirse en lugar de descanso de escritores e intelectuales. Sus silenciosas calles y el blanco impoluto de sus casas lo convierten, ciertamente, en un escenario perfecto para descansar y desconectar del ajetreo de la ciudad.
El Camí de Cavalls: la ruta para conocer Menorca entera
El impresionante marco natural de Menorca la convierte en una isla ideal para los amantes del deporte y la naturaleza. Buena cuenta de ello da su recorrido estrella, el Camí de Cavalls. Una ruta de dificultad moderada que rodea la isla y que puede realizarse tanto a pie como en bicicleta. Las vistas panorámicas del Monte Toro y la profundidad de la Cova d’en Xoroi satisfacen con creces las expectativas de los más aventureros.
