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Chueca, de zona marginal a referente gracias a la comunidad LGTBI

Chueca en Madrid

Hoy Chueca es célebre por ser uno de los epicentros mundiales del movimiento LGTBI+. Su nombre es de sobra conocido en Madrid, España e incluso Europa. De hecho, el Orgullo de Madrid es el de mayor proyección internacional, solo por detrás del de San Francisco. Pero antes de ser lo que es ahora, Chueca era otra cosa. Primero, un barrio de conventos, cuarteles y zonas de cultivo. Después, un barrio marginal y decadente. ¿Cómo llegó entonces a convertirse en lo que es hoy?

Orgullo LGTBI
Desfile del Orgullo LGTBI+ de Madrid. | Shutterstock

Chueca, el hogar de los marginados

Oficialmente Chueca no es un barrio, sino la zona de un barrio. Su nombre lo toma de la plaza de Chueca, justo donde se encuentra la parada de metro del mismo nombre. Pero esta plaza no se construyó hasta el siglo XIX, mismo periodo en el que se demolieron gran parte de los conventos y cuarteles que antes fueran la esencia del barrio. Junto a ellos, algunas manzanas fueron totalmente reestructuradas y, además de la plaza de Chueca, también en aquel siglo se erigió la que hoy lleva el nombre de Pedro Zerolo. A estas remodelaciones urbanísticas las acompañaron la proliferación de sindicatos y partidos políticos.

Como puede verse, el siglo XIX supuso una etapa de cambios para Chueca, que sin embargo seguía siendo poco más que una plaza del barrio de Justicia. Ahora hay que dar un salto en el tiempo, hasta situarnos en los años 70, momento en el que las calles que hoy amanecen cubiertas de banderas multicolor eran escenario de sordidez. Chueca se convirtió en un lugar decadente y marginal. No era extraño, recuerdan sus vecinos, encontrarse jeringuillas en los suelos, prostitutas en las esquinas y escenas de delincuencia por doquier.

Con este panorama, claro, nadie quería venir a vivir aquí. Los precios de los alquileres bajaron estrepitosamente y solo aquellas personas que habitaban en la marginalidad se mudaban a Chueca. Entre ellos, estaban las personas del colectivo LGTBI+. “Estábamos aquí porque era donde nos dejaban, no porque fuera una elección o un barrio súper positivo o abierto”, señala Miguel Ángel Sánchez, presidente de la Fundación Triángulo, en el documental Chueca. El orgullo de construir un barrio (sobre estas líneas).

Chueca
Barrio de Chueca. | Shutterstock

Pasar a ser visibles

Mientras tanto, España entraba en un nuevo periodo: la Transición. En 1977 se celebró el primer Orgullo de la historia en España, aunque no fue en Madrid, sino en Barcelona. En 1978 se despenalizó el ser gay, lesbiana, bisexual o transexual. Las cosas comenzaban a mejorar para el colectivo, aunque en la práctica aún se veían sometidos a una gran discriminación. De hecho, la ley de escándalo público (vigente hasta 1989)  jugó en contra de sus intereses, al considerar inmoral, por ejemplo, que dos mujeres se dieran un beso en la calle. En los años 80 nacía en Madrid la Movida.

Con este escenario de fondo, en Chueca proliferaron multitud de locales de ambiente enfocados, sobre todo, a un público masculino homosexual. Pero la clave vino en 1993, cuando la célebre librería LGTBI+ Berkana, la primera de España de esta tipología, abrió sus puertas. Esto supuso que las personas del colectivo pudieran mostrarse no solo en la noche, sino también en el día. Supuso que pasaran a ser visibles. El antropólogo Elpidio Domínguez señala en el mencionado documental que “Chueca, antes de la llegada de Berkana, de los libros y de la bandera, ha sido descrita como un barrio que se iba envejeciendo, que perdía población joven”.

Parada de metro Chueca
Parada de metro de Chueca. | Shutterstock

Pero junto a Berkana, llegaron otros establecimientos de día con la misma temática, como la cafetería Figueroa. Así, las personas LGTBI+, poco a poco, comenzaron a dejar de esconderse y a abrir negocios. Y con la librería Berkana, Chueca y Madrid vieron su primera bandera multicolor, una bandera de la que nadie conocía su significado. Fue su dueña Mili Hernánez la que la colocó en el establecimiento, después de haber pasado unos años viviendo en Nueva York.

La transformación de un barrio

En Chueca nacieron, entre otras, las asociaciones de COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid) y FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más). Es donde el Orgullo se convirtió en la fiesta que es hoy y es el centro del movimiento en Madrid y España. Gracias al colectivo, Chueca pasó de ser uno de los lugares más decadentes de la capital a convertirse en un referente internacional de tolerancia y respeto.