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La tragedia de los amantes de Bausen, el origen del cementerio más pequeño de España

El cementerio más pequeño de España, en Bausen

En el valle de Arán, uno de los rincones más especiales de los Pirineos catalanes, se cuenta desde hace décadas una historia de amor y tragedia. Una historia que desembocó, además, en una curiosidad: la construcción del que seguramente sea el cementerio más pequeño de España, pues en él está enterrada una única persona. En una tumba sencilla, bajo una vieja acacia, rodeada por un muro de piedra de unos dos metros de alto. Es el cementerio de Teresa y esta es su historia.

Los amantes prohibidos de Bausen

Tumba de Teresa
Tumba de Teresa. | Alberto-g-rovi, Wikimedia

El escenario en el que se desarrolla la tragedia que desencadenó todo esto es Bausen, un pequeño pueblo del valle de Arán, en Lleida, cerca de la frontera con Francia. Los protagonistas son dos jóvenes, Teresa y Francisco, que en esa España rural de principios del siglo XX se enamoraron. Solo había un pequeño problema: eran primos. Aunque no está claro en qué grado eran familia, para poder casarse sin vivir en pecado tenían que pagar una tasa a la Iglesia. La llamada dispensa de consanguineidad era de unas 25 pesetas.

No está claro si no pudieron o si no quisieron pagar dicho impuesto, lo que está claro es que no lo hicieron. Pese a ello, se marcharon a vivir juntos y tuvieron dos hijos. Todo, según las normas de la Iglesia, en pecado. Pero esa no fue la tragedia: la tragedia llegó años más tarde.

Habiendo cumplido 33 años, Teresa fallecía a causa de una neumonía. El cura de la parroquia, que según cuentan las crónicas era un hombre de gran rectitud, no pudo entonces aceptar esa vida en pecado que había llevado la joven y rechazó darle sepultura en terreno santo. Un nuevo problema que desembocó, al final, en un elemento único.

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El cementerio más pequeño de España

El cementerio más pequeño de España
El cementerio más pequeño de España. | Alberto-g-rovi, Wikimedia

De la noche a la mañana, el pueblo de Bausen, con el amado de Teresa al frente, tuvo que improvisar un cementerio civil para que sus restos pudieran descansar. Así surgió este lugar, fruto de la colaboración de todos los vecinos, que no querían que el cuerpo de Teresa terminase en cualquier lado. La tumba no tiene ningún tipo de ornamento ni símbolo religioso, pero sí pueden verse leerse dos dedicatorias: “recuerdo a mi amada Teresa que falleció el 10 de mayo de 1916 a la edad de 33 años” y también “a nuestra querida madre”.

Esta curiosa historia, que dejó como recuerdo el que quizá sea el cementerio más pequeño de España, empezó a ser conocida una vez que el turismo llegó para quedarse al valle de Arán. Teresa y Francisco empezaron a ser conocidos como “los amantes de Bausen” y este pequeño camposanto como el cementerio de Teresa. Un nombre acertado, pues es suyo y de nadie más.