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Qué ver en Catedrales de Salamanca / Salamanca

Panorámica de las Catedrales de Salamanca

La doble cátedra episcopal

La ciudad charra, monumental y universitaria, tiene el privilegio de contar con dos templos catedralicios. Un esplendoroso conjunto que despliega formas medievales románicas, góticas y renacentistas. A continuación, descubre las dos Catedrales de Salamanca, la Catedral Nueva y la Catedral Vieja.

Planifica tu escapada a las Catedrales de Salamanca

La visita a las Catedrales de Salamanca lleva un mínimo de media jornada. Es un plan perfecto para una escapada que abarque el total de la ciudad de Salamanca. Así, conoce los mejores lugares para comer y dormir en la capital charra.

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La Catedral Vieja de Salamanca, de Santa María de la Sede, fue construida en los siglos XII y XIII. Aunque se inició en románico, debido a su largo periodo de ejecución se concluyó en el protogótico. En ella trabajaron hasta seis maestros de obra, dando muestras de lo que el románico peninsular podía dar de sí. Desde el Patio Chico se aprecia la cabecera con dos de sus ábsides y el cimborrio. Conocido como “Torre del Gallo”, escamado y de aire oriental, se eleva majestuoso sobre el transepto. Está inspirado en el de la Catedral de Zamora, que a su vez sigue los modelos de Bizancio.

El interior del templo se divide en tres naves separadas por arquerías apuntadas y cubiertas con bóvedas de crucería. Los arcos descansan sobre pilares cruciformes con semicolumnas en sus caras, así como columnillas acodilladas. Posee numerosos relieves en los capiteles, enterramientos y pinturas murales. El espacio resulta muy luminoso para tratarse de un templo románico.

Destaca asimismo por el magnífico retablo de época gótica (siglo XV) que ocupa el ábside de la Capilla Mayor. Se trata de una de las más bellas obras en las Catedrales de Salamanca. Sus tablas representan pasajes de la vida de Cristo y la Virgen debidas a Dello Delli. En el remate su hermano Nicolás Florentino pintó directamente sobre el muro El Juicio Final. Una talla con aire bizantino del siglo XII que representa a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Vega, preside este espléndido conjunto.

Por su parte el Claustro románico de la Catedral Vieja de Salamanca se encuentra muy deteriorado por efecto del  terremoto de Lisboa. Debido a ello fue sustituido por otro neoclásico. La estructura se abre en diversas capillas como La Capilla de Talavera, donde en ocasiones se celebra el rito mozárabe. La Capilla de Santa Bárbara, fue fundada en 1334  por el obispo Juan Lucero sepultado en ella. Fue la “Capilla de los Grados” durante años, el escenario para obtener la titulación universitaria.  De ella procede el dicho “estar en capilla”.

Altar Mayor de la Catedral Nueva de Salamanca
Altar Mayor de la Catedral Nueva de Salamanca

Al construir la Catedral Nueva de Salamanca se valoró derruirla en varias ocasiones. Por suerte, parece ser que la oposición de las mujeres consiguió salvarla. Solo se arruinó el brazo norte del crucero y parte de la nave septentrional sobre la que se apoya el nuevo templo, construido en paralelo a ella. El acceso a la Catedral Vieja de Salamanca se hace a través de la Capilla de San Lorenzo. Sin embargo, también es posible pasar desde la nueva.

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A continuación, descubre la segunda de las Catedrales de Salamanca.

Los perfiles externos de la Catedral Nueva de Salamanca, de la Asunción de la Virgen, prevalecen en el conjunto que conforman ambas. Juan Gil de Hontañón comenzó su construcción en 1513. Al iniciativa se veía necesaria, pues la vieja se había quedado obsoleta frente al notable aumento demográfico. Con todo, la edificación se prolongó hasta 1733. Esto explica que su decoración exterior varíe del gótico tardío al renacimiento y barroco que se ve en muros y relieves de las portadas. Hacia 1705 se erigió la torre.

Posteriormente los hermanos Churriguera construyeron otra torre para arrojar luz sobre el crucero. Se trata de una estructura muy voluminosa e influida por el estilo del Escorial. Dicho cimborrio se vino abajo con el terremoto de Lisboa de 1755, por lo que debió reedificarse. Eso la convierte a la Catedral Nueva de Salamanca en el templo gótico español de su tipo más tardío, junto a la Catedral de Segovia.

La Fachada occidental de la más reciente de las Catedrales de Salamanca es la principal. Queda compuesta por tres puertas góticas flamígeras de transición a lo renacentista, correspondientes a las tres naves. La más ornamentada es la central, donde aparecen dos escenas del Ciclo de la Natividad. A la izquierda se alza La Adoración de los Pastores y a su derecha La Adoración de los Reyes Magos. En lo alto aparece Cristo crucificado flanqueado por San Pedro y San Pablo.

Las fachadas que rematan los brazos del transepto, que cruza esa nave central, tienen una estructura formal similar. Sin embargo, están casi exentas de escultura. Por su parte, la llamada Puerta de Ramos se encuentra abierta en uno de los tramos de la nave lateral norte. Encima del vano se colocó un bello grupo escultórico que relata la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén.

Los elementos añadidos en la última restauración en 1993, en la fachada norte frente al Palacio de Anaya, están entre los más curiosos de las Catedrales de Salamanca. Es el caso del astronauta esculpido por el cantero Miguel Romero. También brilla el lince, elegido por ser el animal con más peligro de extinción del momento. En la lista se hallan asimismo un toro, un demonio con un cucurucho de tres bolas de helado. Por último, quedan el cangrejo de río, la cigüeña y la liebre que representan el agua, cielo y tierra salmantinos.

Las partes más visibles al exterior de la Catedral Nueva de Salamanca son la cúpula del cimborrio y la parte alta de la torre campanario. Fueron construidos durante la fase final de la obras, a comienzos del siglo XVIII. Este cuerpo superior se añadió sobre la base de la torre románica de la Catedral Vieja de Salamanca. El campanario sufrió las sacudidas del Terremoto de Lisboa de 1755 y se inclinó amenazando a las viviendas próximas. En vez de suprimir la torre se decidió reforzarla forrándola de piedra para darle estabilidad. De esta forma, ha permanecido torcida pero estable.

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Al campanario se asoció desde entonces la tradición salmantina que agradece a Dios que no hubiera ningún muerto al desplomarse la torre por el seísmo. Esto genero una tradición cada 31 de octubre, aniversario del terremoto. Un vecino de Salamanca, denominado el Mariquelo, escala unos 110 m vestido de charro y sin arnés hasta la veleta. Una vez arriba toca La Charrada de la Catedral, con flauta y tamboril, soltando después unas palomas. Ángel Rufino de Haro es, desde 1985, el Mariquelo. La tradición está en vilo actualmente al permitir el cabildo solo escalar hasta el campanario.

El Cimborrio de la Capital Nueva de Salamanca fue edificado por Churriguera en estilo barroco. Con todo, hubo de ser reconstruido en estilo neoclásico por Juan de Sagarvinaga en 1765 a causa de los daños producidos por el terremoto de Lisboa. Se levanta del espacio cuadrado del crucero apoyado en los arcos torales mediante pechinas decoradas. En la base del cilindro ocho luminosos ventanales se cierran con una cúpula de mitad de esfera muy decorada.

En el interior de la más nueva de las Catedrales de Salamanca llama la atención la cúpula sobre el crucero. Se eleva hasta los 80 metros. Mientras tanto, las tres naves tienen dos pisos en su alzado. El primero lo constituyen arcos de separación, apuntados. Encima sigue una sucesión de ventanas que constituye el claristorio. Las bóvedas de las naves multiplican sus cruces de nervios, que conforman formas de estrella. Dichos nervios se apoyan sobre anchos pilares sobre los que se acumulan columnillas de adorno sin apoyarse en los capiteles.

El Coro de la Catedral Nueva de Salamanca es uno de los más relevantes del barroco español. Su excelente sillería fue diseñada por Alberto Churriguera. Los asientos superiores fueron reservados a la representación del Salvador, Apóstoles y Santos. Al tiempo, los inferiores correspondieron a la Virgen y algunas Santas. En el trascoro, también obra de Churriguera, hay dos esculturas atribuidas a Juan de Juni.

Cimborrio de la Catedral Nueva de Salamanca
Cimborrio de la Catedral Nueva

La Capilla Mayor cuenta con una planta rectangular que coincide con la forma de la cabecera. Posee diversos elementos que destacan en la colección de las Catedrales de Salamanca. Por ejemplo, una imagen de la Asunción que Esteban de Rueda realizó en 1624. igualmente notable es el Sagrario de Gavilán Tomé y la talla de Santo Tomás de Villanueva. La bóveda que la cubre también es policromada y dorada. Por último, el cierre de la Capilla Mayor y el coro es una excelente reja forjada del francés Duperier.

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El templo cuenta con dieciocho capillas. El recorrido en esta ocasión empieza con la Capilla de San Lorenzo. Se trata de la primera que se encuentra tras franquear la entrada en el lado sur. Además, permite el paso hacia la Catedral Vieja de Salamanca. Lorenzo Sánchez de Acebes y su esposa la fundaron en 1630 y fueron sepultados en ella. Queda presidida por el Retablo del Martirio de San Lorenzo.

Siguiendo con la visita a la segunda de las Catedrales de Salamanca uno se topa con La Capilla Dorada. Fue ejecutada hacia 1515 por el arcediano Alba Francisco Sánchez de Palenzuela. Se conserva el sepulcro con yacente bajo arcosolio, una especie de toldo en forma de arco labrado en piedra. Su retablo lo preside un Calvario con una notable pintura de fondo. En esta capilla se ha emplazado un museo con más de un centenar de pequeñas tallas policromadas sobre peanas.

La Capilla del Presidente recibe este nombre por su fundador, Francisco Fernández de Liébana. Durante 1577 fue el presidente de la Real Chancillería vallisoletana.  El retablo que la adorna consta de dos cuerpos, el superior con la Aparición de Cristo Resucitado a la Virgen y el inferior que representa un Entierro de Cristo. Otras piezas interesantes son la Virgen de Belén situada enfrente y el Ecce Homo de la Escuela de Pedro de Mena.

Continuando, la Capilla de la Virgen de Morales también se conserva una representación del Ecce Homo en un tríptico. No obstante, el enclave debe su nombre a la pintura de La Virgen con el Niño Jesús y San Juanito de Luis de Morales, que preside el ático del Retablo de San Bartolomé. El Retablo cuenta además con las imágenes del propio San Bartolomé, San Agustín y San Gregorio. Asimismo, el espacio acoge diversos sepulcros de doctores de la iglesia y catedráticos universitarios. Uno de los puntos más bonitos de las Catedrales de Salamanca.

Cerrando esta visita a la Catedral Nueva de Salamanca se halla la Capilla del Cristo de las Batallas. Alberga un crucifijo románico que se supone que llevaba el obispo Jerónimo durante algunas de las batallas libradas por El Cid Campeador. El retablo que acoge tan preciosa talla es obra de Churriguera y fue donado a esta capilla por el obispo Sancho Granado.

Con esto, concluye el recorrido por las dos Catedrales de Salamanca.

Imprescindibles

Torre del Gallo en la Catedral Vieja de Salamanca
Torre del Gallo, cimborrio de la Catedral Vieja
Tímpano de la Catedral Nueva de Salamanca
Uno de los tímpanos de la Catedral Nueva

Datos prácticos

Coordenadas

Vieja: 40° 57′ 38″ N, 5° 40′ 0″ W

Nueva: 40° 57′ 38″ N, 5° 39′ 57″ W

Distancias

Zamora 65, Valladolid 115 km, Madrid 212 km.

Aparcamiento

Parking de pago en la Plaza del Campillo.

Habitantes

Salamanca: 149 528 (2013).

La gran celebración en las Catedrales de Salamanca es la Semana Santa (Interés Turístico Internacional).

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