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Los pueblos más bonitos de Badajoz

Panorámica de Feria

La provincia de Badajoz, en Extremadura, es un lugar que rezuma historia, arte y tradición. Con 12 municipios catalogados como Conjuntos Históricos, la Vía de la Plata y sus legados mudéjar y sefardí, una ruta por los pueblos más bonitos de Badajoz dará una idea al visitante de la riqueza de esta provincia singular.  Los amantes de la gastronomía pueden aprovechar para disfrutar de un destino gastronómico con seis Denominaciones de Origen. Un complemento a lo monumental que va del cerdo ibérico a los quesos, el aceite o el vino.

Badajoz fascinante: sus pueblos más bonitos

Alburquerque

Castillo y pueblo de Alburquerque
Castillo y pueblo de Alburquerque. | Shutterstock

Este pueblecito enclavado en la Sierra de San Pedro conserva vestigios de población judía en una sinagoga localizada en el Barrio Medieval o “Villa Adentro”, dentro del recinto amurallado. Muestra además diferentes torres defensivas como la del Reloj, la Cabrera o la Rocha. En el conjunto monumental se incluyen también varios templos. El más destacado es la iglesia de Santa María del Mercado y su retablo Renacentista del siglo XVI. También merecen una visita la iglesia Parroquial de San Mateo de los siglos XVI y XVII, el convento de la Madre de Dios con un retablo mayor churrigueresco del XVIII y la ermita de Nuestra Señora de la Soledad del mismo periodo.

Pero en Alburquerque destaca sobre todo el Castillo de Luna. Todavía luce importantes elementos defensivos, como rampas de acceso y cuatro puertas de entrada que confluyen en el patio de armas. En él se sitúa la iglesia de Santa María del Castillo y la atalaya de la torre del Homenaje.  Esta fue construida por Don Álvaro de Luna para las guerras en favor de Juana de Castilla, llamada “La Beltraneja”. Mientras tanto, la torre de los Cinco Picos y un puente levadizo de más de 10 metros completan el conjunto.

Azuaga

Azuaga en Badajoz
Azuaga. | Wikimedia

Azuaga se encuentra al borde Sierra Morena, dentro de la comarca de Campiña Sur y en el límite de las provincias andaluzas de Sevilla y Córdoba. Curiosamente su nombre proviene de una tribu bereber, los “zuwaga” población asentada en la zona durante el periodo de Al-Andalus. Fue reconquistada y reincorporada al reino de Castilla y León por un Maestre de la Orden de Santiago, Pelayo Pérez Correa. Su edificación más importante es sin duda el Castillo de Miramontes, a pesar de que hoy en día esté en ruinas.

Del siglo XV es la ermita mudéjar de San Sebastián y los Santos Mártires. Algo posterior es la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Consolación, declarada Bien de Interés Cultural. Este es uno de los templos góticos más importantes de toda la zona por su decoración. De hecho, en tamaño solo queda por detrás de la Catedral de Badajoz. Las viviendas típicas muestran claras influencias de Andalucía. Al tiempo, las grandes casas nobles poseen fachadas con influencias barrocas y neoclásicas.

Burguillos del Cerro

Vistas desde el castillo de Burguillos del Cerro
Vistas desde el castillo de Burguillos del Cerro. | Shutterstock

Situado a mitad de camino entre Zafra y Jerez de los Caballeros, Burguillos del Cerro fue poblado por diferentes culturas a lo largo de su historia. Entre ellas están la celta, la romana, la visigoda, la musulmana, la judía y finalmente la castellana. La localidad, procedente de los distintos “burgos”, se instaló inicialmente en la ladera próxima al castillo situado en lo alto del cerro. Sin embargo, después decidió expandirse hacia la llanura.

Como en la mayoría de las poblaciones de la provincia, los edificios religiosos tienen un gran protagonismo. En este caso, resalta la iglesia de Santa María de la Encina. Del siglo XIII, ahora es el Centro de Interpretación de la Arquitectura Popular. No hay que pasar por alto los templos de San Juan Bautista del siglo XIV, de las Concepcionistas Franciscanas del siglo XVI. Para terminar con el arte sacro, quedan la ermita del Cristo y el monasterio de las Llagas de San Francisco del siglo XVI. Siguiendo el recorrido monumental toca ir a la plaza Alta. Allí se encuentra la Casa del Corregidor y Cárcel Real del siglo XVI, que alberga una muestra arqueológica, así como archivos municipales de los siglos XVII, XVIII y XIX.

Feria

Panorámica de Feria
Panorámica de Feria. | Shutterstock

Feria se encuentra situado en la vertiente meridional de Sierra Vieja y está declarado como Conjunto de Interés Histórico Nacional. Felipe II concedió al Señorío de los Suárez de Figueroa el título de Condes de Feria, posteriormente Duques, que dio nombre a la población. Se han encontrado restos de pobladores celtas, romanos y musulmanes. A estos últimos se les atribuye la construcción de una fortaleza primigenia en el lugar que hoy ocupa el castillo de Feria. Está en lo más alto del pueblo, con una torre cuadrangular de esquinas redondeadas de 40 metros de altura.

Calles con pendientes adaptadas a la topografía del terreno y casas encaladas componen una bella postal. Una plaza con arquerías de estilo mudéjar sirve de unión entre la Casa del Concejo y la iglesia parroquial de San Bartolomé. En ella destaca la portada del Evangelio, renacentista. A principios de mayo Feria celebra la Fiesta de La Santa Cruz, de interés Turístico Regional. Asimismo, cerca se encuentra el dolmen de la Casa del Monje, con una cámara compuesta de siete grandes piedras de pizarra y corredor.

Fregenal de la Sierra

Fregenal de la Sierra
Fregenal de la Sierra. | Shutterstock

Este municipio se encuentra a 572 metros sobre el nivel del mar en plena Sierra Morena. En el centro neurálgico de Fregenal de la Sierra se encuentra su castillo, con siete torres, una plaza de abastos, un coso taurino y hasta una iglesia. Sin embargo, una vez más, este lugar de culto no es el único. En el pueblo brillan también la iglesia parroquial de Santa María la Mayor, con un retablo mayor del siglo XVIII; la de Santa Ana, con un retablo mayor de Roque Balduque, y la de Santa Catalina del siglo XV. En esta última cabe prestar atención a los dos capiteles romanos de la extinta ciudad de Nertóbriga. Ambos sustentan sendas pilas de agua. También son dignas de mención las capillas de la Virgen de la Salud, en cuyo honor se celebra la fiesta de los “danzadores”.

La patrona de Fregenal, la Virgen de los Remedios, también tiene su propio homenaje en la pequeña ermita situada en medio de la dehesa. Pasear por las calles del municipio permite disfrutar de la arquitectura popular, con casas encaladas, adornadas con balcones y rejas. Pero también de la nobiliaria, con casas adinteladas con escudos. Al igual que en Burguillos, en la plaza mayor se encuentra el edificio de la antigua cárcel. En el mes de agosto es cuando se celebra el Festival Internacional de La Sierra, Fiesta de Interés Turístico Regional.

Fuente del Maestre

Calles de Fuente Maestre
Calles de Fuente Maestre. | Ayuntamiento del lugar

Fuente del Maestre se encuentra en la Sierra de San Jorge, a unos 45 km de Mérida, y ostenta también el título de “Bien de Interés Cultural”. El nombre de la población proviene de la Fuente del Corro, del siglo XVI, que se encuentra en la plaza del Gran Maestre. Durante la Edad Media fue una de las mayores fortalezas del momento gracias al recinto amurallado y foso que la rodeaba. De la muralla del siglo XIII se conserva un lienzo de unos 200 metros en la calle Cava.

Una vez más las construcciones religiosas tienen mucha importancia, y entre todas ellas destaca la iglesia Parroquial de la Candelaria, construida sobre una antigua iglesia con torre de estilo mudéjar del siglo XV. De ella cabe resaltar la combinación de tres estilos arquitectónicos: la torre de estilo gótico-mudéjar, la nave de estilo gótico-reyes católicos, y el crucero de estilo renacentista. Sobresalen también la puerta gótica del Perdón, la puerta principal y el retablo del altar mayor, considerado uno de los mejores de Extremadura.

Por lo que respecta a la construcción civil hay varios espacios a los que mirar. Por ejemplo, el palacio del Gran Maestre del siglo XIV y estilo mudéjar. El ayuntamiento, por su parte, es de estilo neoclásico y del siglo XVIII. Posterior, del XIX, es el palacio de Gómez-Jara. Otros monumentos a los que acudir son la casa-palacio del Temple, la casa de los Quintanos, el palacio de Marqués de Lorenzana y la casa de los Ovando. Como curiosidad, el mosaico que ocupa la plaza de España tiene elementos característicos del art-decó.

Jerez de los Caballeros

Jerez de los Caballeros
Jerez de los Caballeros. | Shutterstock

Situado en las estribaciones de Sierra Morena y muy cercano a Portugal, este conjunto monumental de pasado templario tiene mucho que contar. Jerez de los Caballeros, Ceret, para los antiguos fenicios, conserva muchos restos arqueológicos de varios asentamientos. Además, es la cuna de Vasco Nuñez de Balboa, explorador y el primer europeo en divisar el Océano Pacífico. A partir del siglo XII se consolidó su fortaleza árabe y la Orden del Temple construyó el recinto amurallado. La muralla cuenta con seis puertas, la de Alconchel, la de Burgos, la Nueva, la de Santiago, la de Sevilla, y la de la Villa.

Por lo que respecta a los templos religiosos la iglesia de Santa Catalina, del siglo XV, muestra una fachada y torre de estilo barroco. Otro templo notorio es el de San Bartolomé, así como el parroquial de Santa maría de la Encarnación. Abundan también los conventos como el de Nuestra Señora de Gracia, el de la Madre de Dios o el de San Agustín. En cuanto a edificios nobiliarios, hay que admirar los palacios de las Cigüeñas, del Bachiller Juan Martínez de Logroño del Boillón y del Marqués de Rianzuela. Imperdibles son algunas de sus celebraciones como el Festival Templario o la Semana Santa.

Llerena

Llerena
Llerena. | Shutterstock

A los pies de la Sierra de San Miguel se encuentra Llerena, centro artístico de primer orden durante los siglos XV, XVI y XVII. Tanto es así que llegó a llamarse “la pequeña Atenas de Extremadura”. Como en otras tantas poblaciones de la comunidad, hay restos arqueológicos. En este caso cabe destacar el “Ídolo de Llerena”, de la Edad del Bronce. La plaza mayor porticada es de estilo mudéjar.

Mientras, tanto iglesia de Nuestra Señora de la Granada como el convento de Santa Clara, con sus maravillosos dulces de monja, son ejemplos señeros de la arquitectura religiosa local. El palacio de los Zapata, sede de la Inquisición, el hospital de San Juan de Dios y el palacio Episcopal son otros edificios relevantes de la población.

Magacela

Antiguo cementerio de Magacela
Antiguo cementerio de Magacela. | Shutterstock

Situada en la comarca de La Serena, Magacela remonta sus orígenes a la Prehistoria. Buena prueba de ello son el dolmen del III milenio a.C. y las pinturas rupestres que se pueden encontrar en los abrigos de la Peña del Águila, en bastante buen estado de conservación. El megalito está envuelto en misterio. Cuenta la leyenda que se pueden ver unas luces al anochecer que desaparecen bajo una roca con grabados antiguos. Allí la tradición cuenta que estaban los restos de San Aquila y su mujer Santa Priscila. Muy importante es también la estela de guerrero de la edad del Bronce, que hoy en día se conserva en el Museo Arqueológico Nacional.

Respecto a su nombre, Magacela procede de la población musulmana de Umm-Gzala. Del periodo histórico, el monumento más importante es la fortaleza prerromana. También es posible disfrutar de la iglesia del castillo, la ermita de San Antonio, la de los Remedios y la de los Santitos. Por último, en el ayuntamiento es posible observar cuatro esculturas graníticas de leones de la Edad Media.

Olivenza

Olivenza
Olivenza. | Shutterstock

Se trata del primer municipio pacense en sumarse al selecto grupo de “Pueblos más bonitos de España”. Olivenza, situado junto al rio Guadiana, perteneció durante años al Reino de Portugal. El acento, los dulces y su arquitectura dan testimonio de ese pasado portugués. Sus monumentos más importantes son la ciudadela medieval y el alcázar, en cuyo interior se encuentra el Museo Etnográfico “González Santana”. En la casa Consistorial es posible observar el portal manuelino y la torre del Reloj, de finales del siglo XV. Una vez más se trata de un pueblecito de casitas encaladas. La Iglesia de la Magdalena, con sus azulejos azules, los nudos marineros y las maromas son todo un homenaje al mar en mitad de la frontera entre España y Portugal.

Puebla de Alcocer

Cigüeñas en la Puebla de Alcocer
Cigüeñas en la Puebla de Alcocer. | Shutterstock

Puebla de Alcocer está situada en la Sierra de los Lares y se trata, sin duda, de uno de los pueblos más bonitos de Badajoz. Antiguamente se llamaba “Aldeavieja” y en la Edad Media fue cedida a la Orden de Alcántara tras la reconquista. Sus edificios destilan esas influencias árabes, fruto de años de ocupación. De hecho, el nombre de Alcocer puede que derive de la palabra Al-Qusayr, que significa “ciudad amurallada”. En el exterior los restos más interesantes son los del “castillo viejo”, de época cartaginesa, y el yacimiento romano.

Ahora bien, el castillo-fortaleza de la Puebla de Alcocer, edificado sobre una antigua fortaleza templaria, es el monumento más característico de la localidad. Construido en el siglo XV, contiene muchos elementos mudéjares. Por suerte, su torre del homenaje se conserva en perfecto estado. Otros edificios emblemáticos son las ermitas de San Antón y San Isidro, el palacio de los Duques de Osuna que actualmente es Casa de la Cultura o las diferentes viviendas solariegas del núcleo urbano. Cabe destacar la cercanía de embalses como el de La Serena o el de Orellana, así como una laguna muy frecuentada en época estival.