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A-12 y A-231: de viaje por lo mejor de la Autovía del Camino de Santiago

Autovía del Camino de Santiago A-12 y A-231

Aunque oficialmente la Autovía del Camino de Santiago sea la denominación de la A-12, se llama así también a la A-231. La primera abarca de Pamplona a Burgos y la segunda de esta ciudad a León. Junto a otras autovías como la A-6 componen el llamado Corredor Santiaguero, que sigue los pasos del Camino Francés en casi toda su longitud. Una ruta con un espectacular patrimonio que merece la pena recorrer en coche tanto como a pie.

La milenaria ruta en que se inspira la Autovía del Camino de Santiago

Plaza del Obradoiro y Catedral de Santiago
Plaza del Obradoiro y Catedral de Santiago. | Shutterstock

El senderismo es una actividad en boga. Desde rutas para principiantes, como la del Cares, a exigentes recorridos de un día, andar está de moda. Sin embargo, también hay itinerarios mucho más grandes y entre ellos destaca sobre todos el Camino de Santiago. Llegar a la capital jacobea para obtener la Compostela es el objetivo de una peregrinación que se ha tornado en fenómeno turístico. Cada año se bate récords gracias a su polivalencia. Se puede realizar con sentido religioso o cultural; en tramos o del tirón; solo o en grupo; a pie, en bicicleta, a caballo o incluso un barco… Las alternativas son enormes.

Alto del Perdón
Alto del Perdón. | Shutterstock

De todas las variantes que hay del Camino de Santiago, la francesa por Roncesvalles es la más popular. Los bonitos pueblos por los que pasa y la apertura de los vecinos al tránsito de peregrinos son claves en su éxito. Asimismo, como ocurre con la Vía de la Plata entre Andalucía y León, su trazado está muy optimizado. Esto ha provocado que se “desdoblaran” sus tramos en carreteras nacionales y autovías. El Corredor Santiaguero, cerca de completarse, es el culmen de este proceso.

Un prólogo a la A-12 desde Roncesvalles

La A-12 parte de Pamplona, pero el Camino Francés lo hace desde el pueblo pirenaico de Roncesvalles/Orreaga. Por ello, es posible que quien se anime a recorrer esta ruta quiera poner el punto de inicio allí. Por suerte, existe la N-135, que en esencia sigue los pasos de los peregrinos.

Colegiata de Roncesvalles
Colegiata de Roncesvalles. | Shutterstock

Orreaga se compone principalmente de su bella colegiata y el enorme albergue que existe junto a ella. El paso desde el otro lado de la frontera era un punto clave y generó grandes hitos históricos como la Batalla de Roncesvalles, donde murió Roldán, mano derecha de Carlomagno. La Selva de Irati e Isaba aguardan cerca y su influencia se nota en el entorno. Bosques y valles marcan una tónica general que agrada la vista.

Puente de la Rabia de Zubiri
Puente de la Rabia de Zubiri. | Shutterstock

Yendo hacia Pamplona se pueden ver bonitos puentes medievales como el de la Rabia en Zubiri o el de los Bandidos en Larrasoaña. También es habitual una arquitectura popular similar a la que se puede ver en caseríos de Guipúzcoa o Vizcaya. Colores limpios y traviesas de madera que combinan a la perfección con el fondo verde de los montes. Ya en Pamplona se enlaza con la PA-30 y la A-15 para circunvalar la ciudad, tomando la A-12.

A-6, una ruta por lo mejor que ver en la carretera de La Coruña

El segmento navarro de la A-12

Ciudadela de Pamplona
Ciudadela de Pamplona. | Shutterstock

Pamplona es la primera capital de la Autovía del Camino de Santiago. Tradiciones como San Fermín y una cultura gastronómica envidiable hacen que sea un destino turístico de primer nivel. El ambiente norteño domina las calles y tabernas de la que fuera capital del reino de Pamplona, posteriormente Navarra. Su importancia no se redujo tras el medievo, como demuestra su espectacular Ciudadela, un fuerte de estrella excelentemente conservado.

Puente de la Reina
Puente de la Reina. | Shutterstock

Sin embargo, la A-12 ve muchos otros atractivos durante su estancia en Navarra. Para llegar al primero hay que superar la sierra del Perdón, cuyo alto es un punto muy emblemático del Camino de Santiago debido a sus esculturas metálicas, que imitan la silueta de los peregrinos. Tras esto se sitúa Puente la Reina. Como su nombre indica, lo mejor que ver allí es el paso medieval sobre el Arga. Muy cerca, en Obanos, la ermita de Santa María de Eunate es un desvío obligado. En ella se une el Camino Francés por Aragón con el de Roncesvalles.

Estella
Estella.

De camino a Estella se sitúa el típico pueblo de Cirauqui, a pie de autovía. Para ver Lizarra hay que ejecutar un desvío mínimo. Queda a la sombra de Montejurra, cercana al monasterio de Iratxe y la famosa fuente gratuita de vino de las bodegas homónimas. En ella hay que prestar atención a su conjunto eclesiástico, que incluye las iglesias medievales del Santo Sepulcro y San Miguel. Estas son de las más bonitas del Camino Francés.

Ayuntamiento de Viana
Ayuntamiento de Viana. | Consistorio de Viana

En lo que queda los desniveles se tornan más ligeros y el paisaje se castellaniza un tanto. Así, la A-12 pasa cerca de Los Arcos y su magnífico templo de Santa María. A menos de diez minutos de la autovía, Torres del Río es otra localidad jacobea con una iglesia extraordinaria, dedicada al Santo Sepulcro. Muy similar a Santa María de Eunate, está relacionada con los templarios. Por último, Viana fue una fortaleza navarra clave frente a Castilla. Daba nombre al título del heredero al trono de Navarra y vio morir a César Borgia, afamado general italiano, en 1507.

El paso de la Autovía del Camino de Santiago por La Rioja

La comunidad riojana ve terminar el tramo construido de la A-12. Desde Santo Domingo de la Calzada esta vuelve a ser la N-120 hasta Burgos. Aunque aprobados, los segmentos que faltan están todavía por ejecutarse. A pesar de esto y la brevedad del tránsito de la Autovía del Camino de Santiago por La Rioja, hay mucho que ver en esta región.

Puente sobre el Ebro en Logroño
Puente sobre el Ebro en Logroño.

Desde los últimos tramos navarros se podía comprobar que las vides cobraban protagonismo gracias a la D.O. Vinos de Navarra. Esto se vuelve todavía más notable en La Rioja, con su Denominación de Origen vitícola. En todo caso, la primera parada es en la capital, Logroño. Una animada ciudad, de las favoritas de los peregrinos por su gran oferta gastronómica y buen ambiente. Mirando directamente a Viana, posee una de las calles de tapas más afamada de España: el Laurel. El puente sobre el Ebro o la plaza central, catedral incluida, son algunos de sus mejores hitos patrimoniales.

Nájera y río Najerilla
Nájera y río Najerilla.

Otras dos localidades centran el interés del paso de la A-12 por La Rioja. Una es Nájera, ciudad más importante del reino de Navarra junto a Pamplona durante los siglos X y XI. La presencia de la corte dejó un gran legado, con el monasterio de Santa María La Real a la cabeza.

Autovía del Camino de Santiago, A-12 y A-231: de viaje por lo mejor de la Autovía del Camino de Santiago
Plaza y catedral de Santo Domingo de la Calzada. | Shutterstock

Por su parte, Santo Domingo de la Calzada es una capital del Camino de Santiago por derecho propio. Su nombre se debe al ingeniero y religioso del siglo XI Domingo García. Fue el responsable directo de que hoy exista la población. El trayecto actual entre Burgos y Logroño tiene origen en una calzada que él diseñó. Mientras tanto, el pueblo creció en torno a su puente de piedra y hospital para devotos.

El legado templario en la Autovía del Camino de Santiago

La Orden del Temple estuvo muy asociada al reino de Aragón y los condados de la actual Cataluña. Reyes y condes cedieron posesiones fronterizas a los caballeros para defenderse de los musulmanes. Por tanto, la situación en la que se encontraron fue muy similar a la de su origen en Tierra Santa. Esto se ve reflejado en castillos como el de Monzón, Miravet o Tortosa, esta última cerca de la A-7. Junto a los hitos que se presentan a continuación, conforman una gran ruta templaria.

Autovía del Camino de Santiago, A-12 y A-231: de viaje por lo mejor de la Autovía del Camino de Santiago
Ermita de Santa María de Eunate. | Wikimedia

Sin embargo, en la principal ruta jacobea la presión era mucho menor. Allí se dedicaban a la protección de los peregrinos, especialmente de bandidos, en lugar de combatir ejércitos moros. Esto supone que el legado templario en la Autovía del Camino de Santiago sea difuso en varias zonas. 

Por ejemplo, en Navarra hay dos ermitas que se asocian a la Orden del Temple. Santa María de Eunate y el Santo Sepulcro en Torres del Río son ambas de planta octogonal. De hecho, la última se llama así por ser muy semejante a la homónima en Jerusalén. Las conexiones con el fenómeno jacobeo son claras y diversos estudios la relacionan con la orden.

Iglesia de Santa María la Blanca en Villalcázar de Sirga
Iglesia de Santa María la Blanca en Villalcázar de Sirga. | Shutterstock

En Castrojeriz se halla la iglesia de San Juan. El corte defensivo que muestra deja claro su pasado templario. Su posición se veía reforzada por la cercanía del monasterio de San Antón. La torre y el claustro son sus reminiscencias más claras del periodo medieval. No lejos, Villalcázar de Sirga lideró desde 1307 la única encomienda templaria palentina. Lo hizo desde Santa María la Blanca. Inicialmente un santuario mariano, muestra características de fortaleza. Su influencia se ve en el nombre del cercano Terradillo de los Templarios.

Castillo templario de Ponferrada
Castillo templario de Ponferrada.

En torno a los Montes de León, ya en la A-6, hay otros dos legados templarios. Antes del ascenso que conoce la Cruz de Ferro está Rabanal del Camino, cuya iglesia fue en el pasado de esta congregación militar. La orden protegía los caminos arrieros. Con todo, el más famoso hito relativo al Temple en el Camino de Santiago es el castillo templario de Ponferrada. En la ciudad berciana se desarrolla la curiosa Noche Templaria.

A-1, lo que no te puedes perder en la carretera de Burgos

Llegar a Burgos por la N-120

El trazado histórico del Camino de Santiago Francés ha sufrido mucho a causa de la construcción de la A-12. Esto resulta especialmente notable en la zona de Estella. Sin embargo, la mejora en la comunicación del eje norteño Pamplona-Burgos justifica el impacto en medio ambiente y cultura. Debido a ello es muy probable que el paisaje en torno a la Autovía del Camino de Santiago varíe mucho cuando el tramo a partir de Santo Domingo de la Calzada se construya.

Plaza mayor de Belorado
Plaza mayor de Belorado. | Wikimedia

Son apenas 60 kilómetros en los que el tráfico pesado es habitual. Sin embargo, la presencia de bonitos pueblos hace entretenida la marcha. Poco después de cruzar la frontera con Castilla y León, Belorado da la bienvenida a conductores y peregrinos. Mostrando una cara típicamente castellana, se ha reconvertido en un enorme museo al aire libre. Por tanto, un paseo por ella es casi obligado.

Villafranca Montes de Oca
Villafranca Montes de Oca. | Shutterstock

Algo más adelante, Villafranca Montes de Oca da inicio a unos kilómetros en los que se olvidan los cultivos un tanto. La sierra que aparece en su nombre se extiende en Atapuerca casi hasta Burgos. Un alto en el camino donde el verde predomina y la N-120 tiene mucha presencia. Tras atravesar los montes merece la pena, antes de Zalduendo, realizar un pequeño desvío y ver el monasterio de San Juan de Ortega, que se describe en un apartado posterior. 

Trabajos en Atapuerca
Trabajos en Atapuerca. | Shutterstock

Si se sigue por la nacional en dirección a Burgos uno se encuentra poco después con el complejo del yacimiento de Atapuerca, cuyas cuevas están entre las más importantes de España junto a las de Altamira. El pueblo que da nombre al enclave prehistórico, y a una conocida batalla, o Agés son buenos ejemplos de pequeñas localidades en este entorno montés que precede a los inabarcables campos de Castilla.

Las grandes catedrales de la Autovía del Camino de Santiago

Catedral de Pamplona
Catedral de Pamplona.

Dado que es el carácter religioso y peregrino lo que da empaque a la Autovía del Camino de Santiago es lógico que las catedrales que posee sean quizá sus mayores atractivos. La primera es la de Pamplona, punto de origen de la A-12. Pese a que su fachada neoclásica haga parecer que es reciente, el conjunto actual data del siglo XIV. Sobresale por conservar todas sus instancias, como el granero o las habitaciones.

Catedral de Santo Domingo de la Calzada
Catedral de Santo Domingo de la Calzada.

En La Rioja hay dos catedrales a las que estar atento. Por un lado, la más asociada al Camino de Santiago tras la de Compostela, la de Santo Domingo de la Calzada. Erigida sobre un templo ideado por Domingo García y San Juan de Ortega, su torre exenta barroca, separada del cuerpo principal del edificio, es uno de sus rasgos más definitorios. Por otro lado queda la concatedral de Logroño. Colegiata hasta 1959, presenta un aspecto sobrio en el que sobresale su fachada frontal a modo de retablo y las torres que la escoltan.

Catedral de Burgos
Catedral de Burgos. | Shutterstock

Pasando a las sedes episcopales de Castilla y León, los extremos de la A-231 poseen dos de las mejores catedrales del país. Ambas góticas, la de Burgos tiene el honor de poseer los sepulcros del Cid Campeador y su esposa Doña Jimena. Muestra un prístino aspecto gótico que le ha merecido ser por sí misma Patrimonio de la Humanidad. No menos impresionante es la catedral de León. Su conjunto de vidrieras medievales es el más completo de España.

Catedral de León
Catedral de León.

Ya fuera de la A-12 y A-231, en el epílogo a Santiago, hay una terna más de sedes catedralicias. Primero, la de Astorga con su palacio episcopal de Gaudí. En segundo lugar, la de Lugo, eminentemente románica pero cuya portada principal es neoclásica. Se adscribe al Camino de Santiago Primitivo. Finalmente queda la de Santiago de Compostela, con su espectacular amalgama de elementos románicos y barrocos.

El eje Burgos-León, un mar de cereal en la Autovía del Camino de Santiago

San Marcos en León
San Marcos en León.

Los 157 kilómetros que conforman la A-231 son tan fáciles de recorrer en coche como complicados para los peregrinos a pie o en silla de ruedas. Frío y viento en invierno, calor y nada de sombra en verano, amplias rectas… condiciones que marcan un segmento eminentemente castellano. Sin embargo, precisamente ellas son las que le aportan atractivo. Sobre todo en la época anterior a la siembra, cuando se crea un tapiz cerealístico especialmente bonito cuando se mece con la brisa. Así es el eje Burgos-León.

Las cabeceras de la A-231

Vista general de Burgos
Burgos. | Shutterstock

Burgos y León guardan una amistosa rivalidad histórica. Con todo, poseen muchos elementos en común. Con sus diferencias, las gastronomías tanto burgalesa como leonesa son extraordinarias. Del lechazo y la morcilla de la primera a la cecina y el tapeo de la segunda, ambas son lugares donde comer es sinónimo de disfrutar.

Pinturas del Panteón Real de San Isidoro de León A-231
Pinturas del Panteón Real de San Isidoro de León.

También las dos poseen catedrales góticas espectaculares. Hitos jacobeos de primer nivel de los que se habla en el apartado anterior. Al tiempo, lucen una miríada de templos que no conviene perderse. En León hay que prestar especial atención a San Isidoro. Tal basílica guarda el saqueado panteón de los monarcas del reino leonés. Sus frescos románicos son una de las muestras de dicho estilo más importantes del planeta. El gallo de su veleta, por otra parte, es un símbolo de la ciudad. En Burgos merece la pena visitar la iglesia de San Esteban, con su museo de retablos.

San Esteban en Burgos
San Esteban en Burgos.

Otros hitos que no se pueden pasar por alto en la capital burgalesa son la cartuja de Miraflores, el museo de la Evolución Humana y el monasterio de las Huelgas. En el caso leonés, son indispensables el palacio de los Guzmanes, la casa Botín de Gaudí o el monasterio de San Marcos. El origen romano de León, a raíz de un campamento legionario, hace que sus restos más antiguos sean otro foco de atención.

Los altos burgaleses de la A-231

Hontanas
Hontanas. | Shutterstock

Durante los primeros kilómetros de esta parte del Corredor Santiaguero la autovía se despega del Camino Francés. De esta forma va en paralelo al mismo, por la senda que marca la antigua calzada romana llamada Vía Aquitania. En este sobresalen varias paradas, previo desvío. A Hontanas se llega tras abandonar la vía a la altura de Sasamón. Ubicada en una poza, es un ejemplo perfecto de pueblo de esta zona de Burgos.

Autovía del Camino de Santiago, A-12 y A-231: de viaje por lo mejor de la Autovía del Camino de Santiago
Museo Salaguti. | Ayuntamiento de Sasamón

El propio Sasamón también es un candidato a ser visitado. Su pasado romano es uno de sus mayores atractivos. Por otro lado, la iglesia de Santa María la Real es una muy bella muestra de gótico. Muy curiosa resulta la Casa-Museo Salaguti, surrealista obra del artista Carlos Salazar.

Vista de la entrada a Castrojeriz
Vista de la entrada a Castrojeriz. | Shutterstock

Por su parte, a Castrojeriz se llega tras virar al sur en Villasandino. Posee un centro urbano que se extiende en torno al propio Camino de Santiago. Sus casas cueva, castillo, espacios conventuales, tabernas e iglesias componen un todo de aspecto muy típico. Más evocador todavía resultan las ruinas que aguardan cerca de su entrada oriental. Lo que queda del monasterio de San Antón recuerda el pasado en que allí se trataban a los afectados por el cornezuelo. Este hongo de la cebada provocaba el llamado fuego de San Antón, una intoxicación que causaba psicodélicos y mortales brotes psicóticos colectivos, con efectos muy parecidos a los del LSD. De hecho, su acción pudo causar el célebre caso de las brujas de Zugarramurdi.

Paradas palentinas de la Autovía del Camino de Santiago

Por suerte para los coches, a diferencia de los peregrinos no tienen que subir el alto de Mosterales. Se trata de una de las cuestas más empinadas del Camino Francés y permite ver la Tierra de Campos en todo su esplendor. 

Autovía del Camino de Santiago, A-12 y A-231: de viaje por lo mejor de la Autovía del Camino de Santiago
Acueducto de Abádanes, cerca de Osorno y la A-231. | Wikimedia

Osorno es la primera población que hay por la A-231, a pie de la misma. Su territorio contiene el yacimiento de la ciudad perdida de Dessobriga. Mientras tanto, el acueducto de Abánades data del finales del siglo XVIII. El paso es una parte fundamental del Canal de Castilla.

San Martín de Tours en Frómista Autovía del Camino de Santiago
San Martín de Tours en Frómista.

Desde la anterior población se puede tomar la N-611 a Frómista. Esta quemada localidad de Tierra de Campos posee una de las iglesias románicas palentinas más bonitas de toda la Autovía del Camino de Santiago: San Martín de Tours. Su reconocible silueta compone la vista más reconocible del pueblo. 

Carrión de los Condes plaza mayor
Plaza mayor de Carrión de los Condes. | Canduela (Flickr)

Corredor Santiaguero y ruta jacobea vuelven a unirse en Carrión de los Condes, una de las principales cabezas de la región. Junto a ella hay otros núcleos de interés como Villalcázar de Sirga. El río que baña esta villa tiene un nacimiento precioso bastante al norte. En el núcleo urbano hay multitud de lugares para degustar la gastronomía carriona. Mientras tanto, sus monasterios son sus mayores tesoros patrimoniales.

El tramo leonés de la A-231

Sahagún
Sahagún, en la A-231.

Hay aproximadamente 60 kilómetros desde que la A-231 entra en León hasta la capital. En buena parte de ellos se sigue el trazado del Camino Francés fielmente. Sahagún es la cabeza de la comarca a la que nombre y se enmarca entre los cauces del Valderaduey y el Cea. Sobre un alto, sus orígenes están atados al monasterio de San Benito. Solo quedan ruinas del otrora poderoso cenobio del siglo X. Dominaba toda la tierra circundante pero acabó decayendo, especialmente a raíz de las desamortizaciones decimonónicas.

MuraMurallas de Mansilla de las Mulas
Murallas de Mansilla de las Mulas. | Wikimedia

Siguiendo los pasos del Camino de Santiago, el Burgo Ranero es un ejemplo paradigmático de las poblaciones de la zona. A sus afueras, cerca de la iglesia, posee una laguna. Mientras tanto, Mansilla de las Mulas tiene mucho más patrimonio. De este brillan en especial las murallas romanas y la plaza mayor. El área recreativa fluvial es otro punto a tener en cuenta.

Monasterios de la Autovía del Camino de Santiago

A lo largo de la A-12 y la A-231 hay muchos monasterios que admirar. La gran capacidad agrícola de los territorios que atraviesan y la necesidad de dar cobijo a peregrinos hicieron que abundaran.

Monasterios que ver en la A-12

Monasterio de Iratxe
Monasterio de Iratxe. | Wikimedia

Buen ejemplo de lo expuesto antes es Santa María la Real de Iratxe. Su labor hospitalera fue sucedida por la educativa. Sin embargo, acabó exclaustrado en el XIX y hoy está pendiente de reconvertirse en Parador.

Santa María la Real de Nájera
Santa María la Real de Nájera. | Shutterstock

En La Rioja queda el mencionado monasterio de Santa María la Real de Nájera. Los reyes de Pamplona lo usaron durante generaciones, tanto en vida como en muerte. Así, su panteón real y de infantes es una visita obligada. Su claustro plateresco o la cueva en que el monarca García Sánchez III encontró en el 1044 la imagen mariana que dio origen al cenobio son otros de sus atractivos.

San Juan de Ortega, cerca de la A-12
San Juan de Ortega, cerca de la A-12. | Wikimedia

Ya en la sierra de la Demanda, Burgos, se asienta San Juan de Ortega. De principios del siglo XII, entremezcla románico y gótico. El santo que le da nombre, principal discípulo de Santo Domingo de la Calzada, dio inicio al complejo con un hospital y un pequeño cenobio que luego se expandió. 

Los monasterios que descubrir en la A-231

Monasterio de las Huelgas Reales
Monasterio de las Huelgas Reales. | Wikimedia

Mientras tanto, en la capital provincial se halla el excelso monasterio cisterciense de Las Huelgas. Leonor de Plantaganet, esposa del rey castellano Alfonso VIII, promovió su construcción. Ambos están enterrados allí junto a otros miembros de la corona. Posee varias vidrieras excepcionalmente antiguas. Hoy en día sigue en activo.

Claustro de San Zoilo en Carrión de los Condes
Claustro de San Zoilo en Carrión de los Condes. | Wikimedia

La localidad palentina de Carrión de los Condes posee dos cenobios sobresalientes. El de San Zoilo se ha visto convertido en hotel. Su momento de mayor importancia lo vivió bajo el dominio de la orden cluniacense. Estos se harían cargo del lugar hasta su exclaustración en el siglo XIX. El estilo románico asociado a sus propietarios se perdió en gran medida debido a la crisis que el cenobio atravesó durante los siglos XIII y XIV. Fue muy conocido por alimentar a los peregrinos y acoger diversos eventos reales.

Monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes
Monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes. | Wikimedia

También en Carrión está el monasterio de Santa Clara, que todavía conserva una pequeña comunidad. Sus monjas mantienen un albergue en el que se hospedan habitualmente peregrinos jacobeos. Inicialmente mudéjar, tal estilo fue tapado en buena parte, al igual que le ocurrió a San Zoilo, en reformas posteriores.

San Antón cerca de Castrojeriz
San Antón cerca de Castrojeriz.

Finalmente cabe resaltar dos ruinas monacales de gran interés. Cerca de Castrojeriz, el monasterio de San Antón fue la sede de los caballeros antonianos en España durante la Edad Media. Su misión era claramente hospitalaria y se dedicaban a cuidar a los enfermos de ergotismo. Esta enfermedad se conocía como fuego de San Antón y se debía a un hongo que crece en el cereal, el cornezuelo. Por tanto, era muy habitual en Castilla.

Arco de San Benito en Sahagún
Arco de San Benito en Sahagún, antigua portada del cenobio. | Shutterstock

En Sahagún se ubican las ruinas del monasterio Real de San Benito. Perteneciente a la orden de Cluny, como el de Las Huelgas, fue hasta el siglo XV uno de los más importantes del país. Entonces el centro de poder monacal se trasladó a Valladolid. Desde allí se administraban buena parte de las tierras circundantes y su producción. Muestra de su preponderancia medieval es que fue el lugar de enterramiento de Alfonso VI de León y parte de sus allegados. Sus abusos provocaron asaltos de los habitantes locales en varias ocasiones. Las amortizaciones del XIX acabaron con él.

El final del Corredor Santiaguero

Murallas romanas de Astorga con la catedral y el palacio episcopal al fondo
Murallas romanas de Astorga con la catedral y el palacio episcopal al fondo. | Shutterstock

Hasta Santiago de Compostela, desde que acaba la A-231 en León, queda un buen trecho. Sin embargo, es posible llegar a ver su catedral sin alejarse del Camino de Santiago usando varias vías. De esta forma, en las inmediaciones de la capital leonesa se puede elegir la AP-71 o la N-120 para alcanzar Astorga. Esta encrucijada entre la Vía de la Plata y los caminos de Castilla permite enlazar con la A-6.

Villafranca del Bierzo
Villafranca del Bierzo.

La Carretera de La Coruña supera los montes de León y desemboca en El Bierzo por Ponferrada, con su magnífico castillo medieval. Sin salir de esta vía se atraviesa la comarca pasando por lugares tan bonitos como Villafranca del Bierzo o el entorno del Valcarce. La cara leonesa de los Ancares se sube por Pedrafita do Cebreiro. El descenso del macizo marca un desvío del trazado jacobeo.

Qué ver en O'Cebreiro
O’Cebreiro, cerca de Pedrafita y la A-6.

En lugar de por Triacastela y Sarria, se avanza a Lugo. Un pequeño rodeo que evita los recortados valles. Tras ver las murallas de Lugo, la A-6 da paso a la A-54, que conecta con el Camino Francés de nuevo en Palas de Rei. Las típicas poblaciones gallegas de estas tierras entre Lugo y Coruña se pueden disfrutar especialmente al verse obligados a ir por la N-547 hasta pasar Arzúa.

Albergue de peregrinos de Arzúa
Albergue de peregrinos de Arzúa.

De camino a dicha localidad quesera hay un alto obligado, Melide. Ciudad pulpeira por excelencia, no se puede dejar pasar la ocasión de tomar una ración de este cefalópodo. Los últimos 40 kilómetros se hacen de nuevo por la A-54. Más allá de los muchos atractivos gastronómicos y patrimoniales de la capital gallega, sobresale el paso junto al Monte do Gozo, última parada de muchos peregrinos. 

Parar a comer en la Autovía del Camino de Santiago

Al atravesar buena parte de España, las opciones gastronómicas que ofrece el tramo exclusivo de la Autovía del Camino de Santiago son enormes. A lo largo de la A-12 y A-231 hay muchos restaurantes en los que disfrutar de la comida navarra, riojana, castellana y leonesa. Para saber dónde comer en el tramo entre León y Lugo, consulta el final del artículo dedicado a la A-6. Mientras tanto, en el segmento final del Corredor Santiaguero recomendamos parar en Melide por su pulpo. Por último, aquí quedan las mejores alternativas de Santiago de Compostela.

Café Iruña en Pamplona

Café Iruña en Pamplona
Café Iruña en Pamplona. | El propio local

Si hay un clásico en la capital de Navarra, ese es el Café Iruña. Amplio, elegante y mostrando su conexión con Ernest Hemingway, se encuentra en la céntrica plaza del castillo. En funcionamiento desde 1888, posee una notable decoración de época. Su menú de mediodía cuesta 16 euros y el de noche 18. También se puede comer de pintxos, algo habitual en Pamplona.

Restaurante Navarra en Estella

Restaurante Navarra en Estella A-12
Restaurante Navarra en Estella. | El propio locla

Con unas tres décadas de experiencia, el restaurante Navarra es ya un clásico en Estella. Muy céntrico, ofrece una cocina tradicional muy bien elaborada. Cuenta con varios tipos de menús, cuyos precios arrancan desde los 18 euros del diario. Una alternativa segura y válida para todo tipo de gustos. 

Restaurante La Grajera en Logroño

La Grajera Logroño Parar a comer en la A-12
La Grajera. | FB del restaurante.

Junto al pantano del mismo nombre y una bodega, en un área de servicio, el restaurante La Grajera opta por la cocina casera. Su ubicación es perfecta, a pie de la misma A-12. Además de su menú, por 15 euros, en la carta sobresalen las carnes a la brasa. Un lugar idóneo para descansar y dar una vuelta por las afueras de Logroño.

Restaurante Hidalgo en Santo Domingo de la Calzada

Restaurante Hidalgo
Restaurante Hidalgo. | Tripadvisor

Muy cerca de la catedral de Santo Domingo de la Calzada se halla este local. Hay que estar atento, pues no se halla en un bajo, sino en un piso. Con precios ajustados, hace gala de platos tradicionales de La Rioja, como sus famosas patatas a la riojana o alubias caparronas. 

Casa Ojeda en Burgos

Restaurante Ojeda Burgos A-12
Restaurante Ojeda en Burgos. | El propio local

Sin duda uno de los restaurantes más famosos de Burgos, Casa Ojeda lleva sirviendo desde 1912. Como no podía ser de otra forma, el cordero lechal típico castellano es una de sus máximas especialidades. Tampoco falta en su menú la morcilla local a la plancha. Un lugar donde darse un homenaje.

Restaurante Asador Villa de Frómista

Asador Villa de Frómista parar a comer en la Autovía del Camino de Santiago
Asador Villa de Frómista. | FB del local

Ya en la Tierra de Campos palentina, el asador Villa de Frómista es una alternativa relativamente económica para comer lechazo. Posee un menú por 23,5 euros que incluye esta especialidad castellana, con cabrito asado como alternativa. Si no se quiere asumir tal contundencia, hay una opción de 12 euros. Se trata de un local muy popular entre los peregrinos del Camino de Santiago.

Restaurante El Ruedo II y Confitería Asturcón en Sahagún

Ruedo II en Sahagún
Ruedo II en Sahagún. | Web del local

En esta localidad leonesa se propone un tándem muy apetecible. Por un lado el restaurante El Ruedo II, parte de una saga que arrancó en 1972. Como en casos anteriores, tiene platos tradicionales, como asados o chuletillas. También aves. Aunque sus postres son también buenos, una alternativa ideal es coger el postre en la confitería Asturcón, un clásico para los peregrinos con variados y deliciosos pasteles.

Tapas en el Húmedo y el Romántico de León

Para a comer en la Autovía del Camino de Santiago: León
Tapas en León. | Bar Jabugo

Si la provincia leonesa es famosa por sus tapas, la capital lo es todavía más. Así, recorrer sus calles entre bares es una opción perfecta para comer en la Autovía del Camino de Santiago. Ya sea tomando cortos si se es acompañante o con refrescos si se es el conductor, se pueden probar multitud de platos. De las croquetas del Rebote a los montaditos de La Bicha, ningún bar tiene desperdicio en esta ruta tapera.

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