La carretera de Barcelona es una vÃa fragmentada y que fue pionera en el sistema de autovÃas. Une las dos grandes capitales del paÃs, la Ciudad Condal y Madrid. Pese a ser una de las primeras en construirse, sigue conservando tramos incompletos. Uno de ellos es el que atraviesa el desierto de los Monegros, que obliga a optar entre la AP-2 y la antigua N-II entre Zaragoza y Fraga. Con todo, la A-2 es una vÃa muy interesante, repleta de historia y que recorre entornos muy distintos. Un trayecto en el que también se puede disfrutar de una variada gastronomÃa.
El corredor del Henares
Kilómetros 4 al 58
Los primeros kilómetros de la A-2 discurren por el corredor del Henares. El rÃo corre por el margen derecho, en sentido creciente, hasta poco después de entrar en Castilla-La Mancha. Tras ello la carretera de Barcelona sigue su curso hasta su nacimiento, casi en la provincia de Soria. Desde Avenida de América, en Madrid, se encara la salida de la ciudad a través de Canillejas. Coslada, San Fernando de Henares o Torrejón de Ardoz son núcleos madrileños que ha crecido junto a la autovÃa y la antigua N-II. Asimismo, el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas tiene en esta infraestructura su principal salida.

Sin embargo, son dos las principales ciudades a las que prestar atención en este tramo de la A-2: Alcalá de Henares y Guadalajara. La ciudad complutense es Patrimonio de la Humanidad gracias a su extenso legado universitario. Los soportales de su calle mayor dan pie a edificios tan interesantes como la casa natal de Cervantes o el hospital más antiguo de España. Además también posee las ruinas romanas de Complutum. Un lugar muy completo.

Por su parte, Guadalajara es la capital de la Alcarria, territorio que se tratará en el siguiente apartado. Su crecimiento vino en gran parte de la mano de la AutovÃa del Noreste. Gracias a ella se desarrolló una enorme industria quÃmica y logÃstica que provocó un notable aumento de tamaño. Sin embargo, no es una simple ciudad dormitorio. El palacio del Infantado es el mejor ejemplo palaciego del gótico isabelino junto a la Casa de las Conchas de Salamanca. Mientras tanto, el panteón de la Duquesa del Sevillano y la fundación San Diego de Alcalá, hoy un precioso colegio, son otro de los hitos del lugar.
Un viaje a la Alcarria por la A-2
Kilómetros 83 a 134
La Alcarria es una región repleta de requiebros y pequeños valles, famosa por su miel. Un entorno de gran belleza que se suele pasar por alto en favor de los célebres pueblos negros de la serranÃa arriacense. Cuenta con innumerables pueblos, por lo que el ambiente rural es predominante. El paso de la A-2 por la comarca permite conocer varias de sus cabeceras más famosas, gracias en buena parte a la novela Viaje a la Alcarria de Camilo José Cela.

El primero de estos pueblos es Brihuega, pasado Trijueque y cerca de la también visitable Hita. Menos de diez minutos lo separan del pk.83 de la carretera de Barcelona. Punto clave de la batalla de Guadalajara durante la Guerra Civil, tiene un extenso patrimonio. El castillo de Peña Bermeja o los jardines de la Real Fábrica de Paños son buenos ejemplos. Sin embargo, se ha vuelto extremadamente popular gracias a sus campos de lavanda.

Desde el mismo pk.83, pero en el lado opuesto de la A-2, queda Jadraque. Su hito más espectacular es el medieval castillo del Cid. A pesar de que sus orÃgenes se hallan en época musulmana, su aspecto actual viene del siglo XV. Por tanto, es una de las últimas fortalezas medievales que se erigieron en España. Su nombre viene del marquesado del Cid, no del mÃtico Rodrigo DÃaz de Vivar. Asimismo, sus casonas son notables. La localidad está bañada por el Henares, al igual que la siguiente.

Unos 36 kilómetros más adelante, pasando de la Alcarria a la SerranÃa, se puede tomar un desvÃo de un cuarto de hora a Sigüenza. El pueblo medieval más espectacular de Guadalajara fue desde donde el Cardenal Mendoza expandió su influencia. Su tándem de castillo obispal y catedral compone una estampa impresionante. Asimismo, se encuentra junto al Parque Natural del barranco del rÃo Dulce. Este espacio ofrece diversas rutas y es perfecto para el avistamiento de aves.
Los castillos del Jalón en la carretera de Barcelona
Kilómetros 151 a 218
El paso de Guadalajara a Soria supone atravesar los más importantes desniveles del tramo Madrid-Zaragoza de la A-2. Sierra Ministra separa ambas provincias y cambia la vega del Henares por la del Jalón. Este importante afluente del Ebro marcará el trayecto casi hasta la capital maña. Antes de cambiar de provincia se pasa por Alcolea del Pinar.

Medinaceli aguarda en esta vertiente de la sierra. Se trata de un lugar con un dilatado pasado y que guarda hitos de todas las épocas. Por ejemplo, cuenta con un arco del triunfo romano, de tres luces. Esto supone una rareza que se complementa con diversos restos de la época como mosaicos. Más tarde fue una plaza fuerte musulmana en la que se cuenta que fue Almanzor a morir. Del castillo quedan notables restos. Mientras tanto, los duques que dan nombre al lugar fueron los responsables de que se elevara el palacio Ducal, renacentista. Su colegiata vivió durante siglos grandes tensiones con los obispos de Sigüenza.

TodavÃa en Soria, Arcos de Jalón también tiene una fortaleza medieval. Aunque su fabrica inicial era árabe, en el siglo XIV tomó su forma actual. Es triangular y hecho en ladrillo. Fue clave en las guerras entre los miembros de la dinastÃa Trastámara de Castilla.
Ya en tierras mañas, a pie de la A-2 como las anteriores, Ariza poseyó uno de los castillos más grandes de Zaragoza. Aunque quedó arruinado, todavÃa se pueden observar parte de sus fortificaciones, desde donde hay grandes vistas del resto del pueblo. Algo más adelante, Alhama de Aragón es famosa por sus aguas termales. Sin embargo, también conserva los restos de un fortÃn, concretamente la torre del homenaje.

Finalmente, Ateca tiene un curioso fuerte. Su disposición actual es mucho más reducida de lo que fue en la Edad Media y data del siglo XIX. De lÃneas rectas y en el centro de la población, muestra la adaptación que sufrió para adaptarse al combate basado en el fusil y la artillerÃa pesada.
Monasterios de la cuenca del Jalón cerca de la AutovÃa del Noreste
Kilómetros 179 a 216

Hay dos extraordinarios cenobios a los que prestar atención mientras se recorre este tramo de la A-2. Sin desviarse de la autovÃa, en Santa MarÃa de Huerta. Se trata de un monasterio cisterciense cuyo origen se remonta al siglo XII. De tal época se conserva el recinto más destacado del conjunto, el refectorio. Se trata de la sala donde comÃa la comunidad. Amplio, luminoso y con curiosos accesos, posee una total armonÃa. Su iglesia también es medieval, aunque se vio muy afectada por las reformas del siglo XVI que marcan el aspecto del resto del lugar.

A algo más de 25 minutos de la carretera de Barcelona, tras salir poco antes de la mencionada Ateca, el monasterio de Piedra es uno de los más famosos del paÃs. Al igual que el de Santa MarÃa de Huerta, se halla protegido por una muralla. Sus segmentos entremezclan románico, gótico y barroco. El principal responsable de que este complejo benedictino haya sobrevivido a la actualidad es el escritor Juan Federico Muntadas. A él se debe el parque natural que conforman los jardines del cenobio. De estilo paisajista, se ubican en las antiguas huertas. Poseen bellas rutas de senderismo y multitud de cascadas.
El eje Calatayud-Zaragoza, pasado romano y árabe en la A-2
Kilómetros 232 a 314
Ambas ciudades comparten pasado romano-árabe y el hecho de que poseen una gran cantidad de monumentos. Calatayud fue en su origen Bilbilis, cuyos restos se asientan en las cercanÃas de la población. Sin embargo, su importancia se vio aumentada en gran medida bajo dominio musulmán. Los restos arqueológicos de su enorme alcazaba incluyen el castillo de Ayubb, que da nombre a la localidad. Elevadas desde época califal, las fortificaciones se extienden varios kilómetros.

En el recinto urbano actual hay también monumentos de primer nivel. AsÃ, posee dos colegiatas y multitud de iglesias. Mientras tanto, la puerta de Terrer fue la entrada a la ciudad en época moderna. Tras abandonar Calatayud, a medio camino de Zaragoza, conviene prestar atención a la Almunia de Doña Godina. Su topónimo hace referencia a su fundación en el siglo XII como una huerta donada por la noble mencionada a la Orden de San Juan de Jerusalén. El conjunto que crearon los caballeros incluye hospital, iglesia y un palacio.

Zaragoza es, junto a Barcelona y Madrid, la tercera pata de la A-2. La capital del Ebro fue Caesar Augusta, un nodo de comunicaciones romano de gran importancia. Por ella pasaban calzadas hacia Astorga (Asturica Augusta) o Tarragona (Tarraco). El comercio sustentaba asentamientos antiguos, algunos de los cuales se han arruinado o directamente están perdidas. Es su etapa taifal cobró gran importancia, cuyo legado se puede ver en edificios como la AljaferÃa. El mudéjar está muy presente. De su época cristiana destaca sobre el resto la magnÃfica basÃlica del Pilar.
La travesÃa de los Monegros
Kilómetros 340 a 431
El primer tramo de la carretera de Barcelona no acaba en la propia Zaragoza, sino unos 17 kilómetros al este. A la altura de los preciosos Galachos del Ebro, en AlfajarÃn. Aquà hay dos opciones principales para enlazar hasta Fraga. Por un lado, la AP-2, de peaje, o la antigua N-II.

Ambas alternativas discurren la una al lado de la otra. En su camino al curso bajo del rÃo Cinca se encuentra con localidades como Bujaraloz, Peñalba o Candansos. Se vaya por una u otra vÃa, si no hay tráfico el trayecto lleva algo más de una hora. Sin embargo, apostar por la N-II puede suponer asumir tráfico pesado y aumentar el tiempo de viaje. Por otro lado, hacia el pk.82 de la AP-2 se halla el arco que marca el paso por el Meridiano de Greenwich, el meridiano 0.

Una vez superado este tramo caracterizado por los pequeños arroyos y la desolación circundante, se llega a la bonita Fraga. Parte de la provincia de Huesca, da inicio al segundo tramo de la A-2. Su antigüedad es notable y hay restos de comunidades locales desde la prehistoria. Desde la Edad Media se ha visto a medio camino entre Aragón y Cataluña, fruto de lo cual se desarrolló el fragatino, lengua que entremezcla elementos aragoneses, catalanes y castellanos. La templaria torre de los Frailes o el palacio de Montcada.
El ecléctico tramo de Lleida a Igualada
Kilómetros 454 a 552
Al igual que el resto de Cataluña los lugares de interés de este segmento de la carretera de Barcelona poseen a la vez estilos radicalmente distintos. Del románico a las escuelas contemporáneas, pasando por el modernismo, entre Lleida e Igualada hay varias paradas interesantes, empezando por la primera de la dupla.

Lérida pasó por multitud de manos hasta ser tomada por el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV en 1149. Hasta entonces fue sede de los ilergetes, la Ilerda romana o una importante plaza fuerte árabe. Su carácter medieval se refleja en la Seu Vella, la catedral antigua. Representa la última gran obra del románico catalán y cuenta con un extraordinario claustro. La catedral nueva es un edificio barroco de la época de Carlos III. Merece la pena acudir a la lonja o al edificio de la universidad.

Tárrega y Cervera son una dupla de localidades ilerdenses muy cercanas y a pie de la A-2. En ambos casos los cascos históricos presentan bonitos paseos. En ellos hay edificios tanto civiles como religiosos románicos, góticos, barrocos y modernistas.

Ya casi en Barcelona, Igualada es otro punto digno de parada. Aunque sus elementos medievales y modernos, como la iglesia de Santa MarÃa, son los posteriores los que más brillan. El asilo del Santo Cristo es una mole de un modernismo tardÃo que se entremezcla con otros estilos. Mientras tanto, el paseo Verdaguer alcanza el kilómetro y medio de largo, pasando por varias viviendas modernistas. Finalmente, su moderno cementerio, que se fusiona con el entorno serrano, es sin duda uno de los más bellos camposantos de España.
Los vinos de la carretera de Barcelona
Kilómetros 234 a 595
Hacia el final de la ruta un pequeño permite conocer Sant Sadurnà d’Anoia, el principal núcleo de producción de cava del paÃs. Este tipo de espumoso viene marcada no por una localización geográfica sino por el modo de elaborarlo, por lo que a lo largo de la A-2 hay otras zonas en Lleida o Zaragoza que forman parte de la Denominación de Origen. En cuanto a bodegas, la de CodornÃu, modernista, es uno de los edificios más notables del municipio. Muy asociada a este tipo de vino se encuentra la D.O. Penedès, famosa por sus blancos, frescos y ligeros.

En la propia Cervera y cerca de Tárrega se despliegan varias de las bodegas de la D.O. Costers del Segre. Hasta cierto punto aislada, sus producciones se basan en buena medida en variedades francesas. Su trabajo genera tanto blancos como tintos y rosados, sin destacar demasiado un tipo por encima del otro.

Finalmente, en la provincia de Zaragoza hay que estar atentos a tres nombres. AsÃ, en Calatayud se centra la D.O. homónima, lo que posibilita la fácil visita a las diversas bodegas que la rodean. Algo más al noreste se encuentra, a unos 20 minutos de la A-2, los viñedos del Vino de Pago Aylés, con excelentes tintos. Se encuadra dentro del territorio de la D.O. Cariñena, colindante con la bilbilitana y también accesible a través de la carretera de Barcelona.
Las sierras barcelonesas de la A-2
Kilómetros 569 y 595

Saliendo o llegando, según Barcelona sea el destino o la partida de la ruta, se encuentra el Parque Natural de la sierra de Collserola. Aunque técnicamente el extremo de la vÃa está en Martorell, esta enlaza con la B-10 o Ronda Litoral, que rodea la Ciudad Condal por la costa. De esta forma, estos montes forman parte del fondo de la capital catalana y la A-2. El Tibidabo es quizá su componente más conocido. Sea como fuere, destaca por estar encajonada en el denso complejo urbano del área metropolitana barcelonesa.

No obstante, si hay una sierra famosa por la que pase la carretera de Barcelona, esa es la de Montserrat. Sus formas parecen inspiradas en el modernismo caracterÃstico de la zona, aunque la influencia es más bien la inversa. Además de poseer rutas y miradores espectaculares, se ha elevado como uno de los principales centros espirituales catalanes gracias al santuario de Montserrat, donde se guarda a La Moreneta.
Parar a comer en la A-2
Al ser una autovÃa radial, la carretera de Barcelona recorre parajes muy diferentes. Gracias a ello, la gastronomÃa es de lo más variada. Desde áreas de servicio a restaurantes en algunas de sus ciudades más notables, las posibilidades son enormes y deliciosas.
Pollo de Alcalá en Alcalá de Henares
Kilómetro 26

Una opción muy económica y muy conocida entre los alcalaÃnos. Se encuentra en la VÃa Complutense, por lo que el desvÃo desde la A-2 es muy cómodo. Como su propio nombre indica, su especialidad es el pollo asado, aunque también elaboran croquetas, tortillas y cabrito. Se ubica en los almacenes del antiguo convento de las juanas, por lo que el espacio principal es una sala comunal.
Diego’s en Guadalajara
Kilómetro 52

Uno de los clásicos de la capital alcarreña. Desde su antigua ubicación se movió al pie de la autovÃa, aunque su estilo particular no ha variado. Este se basa en la cocina tradicional aunque con ciertas innovaciones. Posee menú del dÃa, carta y menús degustación, siendo esta la mejor opción los fines de semana. En todo caso, conviene reservar para asegurarse la mesa.
Hostal Restaurante El Castillo y Casa Justi en Jadraque
Kilómetro 89

Esta localidad entre la Alcarria y la SerranÃa de Guadalajara es famosa por su cabrito asado. Una especialidad que destaca por la salsa con que se elabora, basada en vinagre y especias. Para no fallar con este tÃpico y contundente plato hay dos opciones igual de buenas, los restaurantes El Castillo y Justi. En su carta hay otras recetas tÃpicas de la zona para quienes quieran una alternativa más ligera o menos carnÃvora.
Restaurante Carlos Mary en Medinaceli
Kilómetro 150

En la antigua N-II, pegado a la gran ruta senderista conocido como Camino del Cid, se encuentra este restaurante de carretera. No es caro, con menús por poco más de diez euros, y tiene una carta basada en la de su tierra, Soria. Las recetas con judiones o el cochinillo frito destacan en un ambiente parco pero agradable. Además, como se ha dicho, su situación es idónea y apenas supone un desvÃo.
Restaurante Bilbilis en Calatayud
Kilómetro 235

Si se decide hacer un alto en esta localidad zaragozana, el restaurante Bilbilis es una estupenda alternativa. Tanto de menú como de carta, sus opciones son tradicionales pero efectivas. Además, es relativamente barato. Esto, unido a una experiencia de más de 35 años, son sus puntos fuertes.
Restaurante El Cachirulo en Zaragoza
Kilómetro 317

Aunque se presente con un aspecto moderno, lleva décadas en activo. Son especialistas en cocina aragonesa, algo normal al estar en la capital del Ebro. Está casi pegado a la salida de la carretera de Barcelona, antes de cruzar el rÃo. El formato por el que opta es el de un amplio menú cerrado por algo menos de 40 euros. Una opción para darse un lujo y que aparece más o menos a mitad de ruta.
Restaurante Les Comes en Torrefarrera (Lleida)
Kilómetro 462

Otra vez queda muy cerca de la A-2, en plena circunvalación de Lleida. Especialmente si se ha hecho el tramo de los Monegros por la AP-2, donde las opciones de parar son escasas y no muy recomendables. El restaurante Les Comes sin embargo es sencillo pero efectivo. Sin realizar un gran desembolso se puede comer de forma pesada o ligera en un ambiente acogedor.
Buffet-Restaurante bonÀrea de Jorba
Kilómetro 545

La última de las opciones culinarias es muy curiosa. Se trata del buffet de la cadena de supermercados bonÀrea. Por cinco euros, ocho en fin de semana, se puede hacer a la plancha multitud de tipos carnes. Los niños entran gratis, otro acicate para parar en este restaurante cercano a Igualada.
Los tramos hacia Francia
Aunque el proyecto a largo plazo es completar totalmente el desdoblamiento de la antigua N-II hasta la frontera con Francia, de momento esto no es asÃ. Tras Martorell se perfila cierta continuidad de la A-2 a través de la mencionada Ronda litoral y la C-31 y C-32, que llevan el recorrido hasta la Costa Brava, cerca de Blanes, en Tordera. Allà vuelve a ser la N-II brevemente hasta un nuevo tramo que esta vez sà vuelve a ser oficialmente la AutovÃa del Noreste.

Se trata del segmento entre Massanet de la Selva y Orriols. En medio se pasa por Girona y se comparten 26 kilómetros con la AP-7, la autopista del Mediterráneo. Esta zona es muy interesante por su cercanÃa con los volcanes de la Garrotxa, aunque queda aislada de la ruta debido a lo aislado de los tramos propios de la A-2.