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9 puertos del Mediterráneo que merecen una visita

9 puertos del Mediterráneo que vas a querer visitar

Hay lugares que se convierten en formas de vida. Las costas bañadas por el Mediterráneo tienen un no se qué que atrapa. Que encandila. Que las convierte en amores a primera vista para todo aquel que las visita. Las aguas turquesas del Mediterráneo forman un manto de azul intenso que recuerda a paraísos lejanos. Como el caso de Baleares, un archipiélago de cuento que parece sacado del cielo. O la Costa del Sol y el sabor andaluz en los labios. O la Costa Brava como fuente de inspiración para los artistas.

El Mediterráneo español alberga tesoros que en ocasiones pasan desapercibidos en una primera aproximación. Como es el caso de los puertos. Aunque algunos de ellos hayan sido destinados al transporte de mercancías o, por el contrario, se hayan reducido a unos pocos amarres junto a la playa, lo cierto es que guardan un encanto propio. Unas ocasiones mezclado con trazos de historia, otras con un escenario impresionante. Estos nueve puertos son una pequeña selección de algunos de los puertos más bonitos del Mediterráneo. Algunos de ellos no tan obvios a la vista.

Puerto de la Duquesa, Málaga

Puerto de la Duquesa
Puerto de la Duquesa. | Shutterstock

La Costa del sol es uno de esos lugares donde el tiempo se detiene. Donde la vida parece darse un respiro. Y uno de esos respiros se encuentra en Málaga, concretamente en el pintoresco pueblecito de Manilva. El Puerto de la Duquesa es una perla envuelta de colores blancos y brisa marina que se sitúa en un escenario vestido de viñedos, ambiente típico andaluz y huellas de sus antepasados romanos.

Ubicado junto a la playa, el Puerto de la Duquesa es el paraje perfecto para disfrutar de una cálida puesta de sol acompañada con un paseo entre los veleros amarrados en el muelle. ¿Algo delicioso? En el puerto se descubren algunos de los restaurantes más representativos de la gastronomía andaluza. Porque tomar un refrigerio a los pies del Mediterráneo es un placer, y hacerlo con los sabores malagueños, mejor que mejor.

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Puerto Banús, Marbella

Puerto Banús
Puerto Banús. | Shutterstock

La creme de la creme en cuanto a puertos se refiere. Y no es para menos. La primera vez que uno mira de frente Puerto Banús se da cuenta de dos cosas. La primera es que combina a la perfección el tradicional encanto andaluz con la modernidad más exclusiva. La segunda es que el hermoso entorno en el que se ubica parece sacado de un cuento de hadas. Altas palmeras que señalan las ventanas de blancas casitas a orillas del mar. La postal ideal para una visita de lujo.

Declarado Centro de Interés Turístico Nacional y condecorado con la Medalla de Oro al Mérito Turístico, este puerto tiene opciones para todos los gustos. Desde servicios de embarcaciones, eventos privados y restaurantes exclusivos donde las mascotas tienen su propia carta de menús, hasta alquiler de material deportivo, bares de tapeo y zonas idílicas para pasear.

Puerto de Los Alcázares, Murcia

Los Alcázares
Los Alcázares. | Shutterstock

Un tranquilo paseo por la playa conduce a uno de los puertos más representativos de Murcia. Los Alcázares es conocido por dos cosas: por ser un auténtico oasis de relax en pleno Mediterráneo y por acoger un gran número de regatas en los meses de verano que atraen la atención de turistas y locales. Varias de ellas de carácter benéfico.

Conocido por ser el puerto terapéutico por excelencia, ya que unos días en sus tranquilas aguas arreglan el estrés de cualquiera, lo bonito de Los Alcázares reside en que ha sabido mantener la esencia de puerto pesquero. Uno de esos lugares en la costa española que muchas veces pasa desapercibido por grandes mapas y tours turísticos. Pero ya lo dicen, lo esencial es invisible a los ojos.

Puerto de Valencia

Puerto de Valencia
Puerto de Valencia. | Shutterstock

El puerto más grande de España y el cuarto con más tráfico de Europa. Así, sin preámbulos. El Puerto de Valencia tiene historia para un rato. A mediados del siglo XV estaba considerado como el puerto más importante de la Corona de Aragón gracias a su ubicación e infraestructura estratégica para el comercio marítimo y las comunicaciones mercantiles. Hoy en día importa productos sobre todo a Estados Unidos, Japón y Turquía.

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Una iniciativa muy positiva de este puerto son sus proyectos ecológicos destinados a la prevención de vertidos, limpieza de aguas y gestión de residuos. ¿Una recomendación? Dejarse llevar por la brisa marina de su muelle y contemplar la enorme cantidad de barcos, barquitas y veleros que reposan en los amarres. La gran oferta gastronómica del lugar se encargará de amenizar el resto de la visita.

Ibiza Magna

Ibiza Magna
Ibiza Magna. | Shutterstock

Tierra de corsarios, hippies y piratas, Ibiza es un paraíso que enamora con solo mirarlo de refilón. Como isla mediterránea que es, cuenta con muchos accesos a sus costas. No obstante, para los románticos hay uno que brilla por encima de todos los demás: el puerto de Ibiza Magna. Ubicado en la zona antigua de la ciudad, este pequeño puerto alberga embarcaciones exclusivas y tradicionales mientras se rodea de una hermosa panorámica al casco antiguo de la ciudad. Un regalo para la vista.

Cala Figuera, Mallorca

Puerto de Cala Figuera
Puerto de Cala Figuera. | Shutterstock

Siguiendo con pequeños puertos baleares con encanto llega esta maravilla. Integrado en un paisaje natural idílico, el puerto de Cala Figuera acoge un delicioso ambiente rural propio de un pueblo pesquero. Una opción perfecta para descubrir el llaut, la embarcación tradicional mallorquina, disfrutar de un paseo tranquilo con el murmullo del mar de fondo e, incluso, darse un chapuzón. En los pequeños restaurantes que rodean la zona se pueden saborear los platos más representativos de la cocina mallorquina.

Puerto de Alcudia, Mallorca

Puerto de Alcudia
Puerto de Alcudia. | Shutterstock

Una de las mejores zonas de Mallorca para divertirse y desconectar. Y uno de los lugares favoritos de los mallorquines para pasar sus vacaciones de verano. Puerto de Alcudia, Port d’Alcudia en catalán, se extiende a través de una gran bahía que se ha convertido en una de las más transitadas por los amantes del ciclismo gracias a su carril bici. Este hermoso paisaje, mezcla de Mediterráneo con bosques de pino y arquitectura típica, otorga al puerto un enclave privilegiado.

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Además de ser el segundo puerto de Mallorca con más itinerarios de transportes, este puerto alberga un gran número de servicios destinados a que locales y visitantes disfruten de una experiencia diferente en la isla. De hecho, en las fiestas de San Juan es típico que se celebren espectáculos de fuegos artificiales, correfocs y ciclos de conciertos en sus instalaciones.

Es Castell, Menorca

Puerto de Es Castell
Puerto de Es Castell. | Shutterstock

Más allá de la belleza de los puertos de Ciudadela y Mahón, el puerto de Es Castell conserva un encanto especial que merece la pena mencionar. Creado por las antiguas colonias inglesas que se asentaron en la isla en el siglo XVI, este puertecito se acoge a la sencillez típica de quien no necesita alardear para brillar. En las noches de verano se suele instalar un mercado de artesanía que merece mucho la pena visitar.

Es Castell se ubica en un pueblo que lleva su mismo nombre. Hogar de marineros y vendedores de pescado, se trata de una zona con poca afluencia de turistas que se sitúa muy cerca de Mahón y que comparte en gran medida parte de su estilo arquitectónico. Una escapada lejos de la masificación turística.

Port Lligat, Cadaqués

Port Lligat
Port Lligat. | Shutterstock

Otra maravilla donde las haya. Port Lligat es un puerto minúsculo en el que todo vibra de manera diferente. Un lugar para llegar y quedarse en medio de un silencio intermitente que solo se rompe con pequeñas olas mediterráneas. Las embarcaciones son sencillas, de madera, tradicionales. En este lado de la costa no llegan grandes cruceros ni barcos de mercancías. El pueblecito en el que se ubica tampoco tiene desperdicio. Residencia favorita de Dalí, Port Lligat es un universo paralelo que se queda para siempre en el alma.