Seas creyente o no, estos imponentes monumentos son auténticas joyas arquitectónicas y artísticas que bien merecen una visita. Las descubrimos a través de esta ruta de las catedrales de Castilla y León, que nos descubrirá la importancia de dichas ciudades en la historia y las distintas formas de arte a través del tiempo ¿Nos acompañas?
Comenzamos nuestro recorrido por la excepcional Catedral de León. Sin duda, este imponente monumento resulta una excusa más que suficiente para visitar León. Se trata de una de las catedrales más bonitas de España y es conocida por el apelativo de la pulchra leonina. Es el perfecto ejemplo de gótico francés. Sus maravillosos diseños de sus 737 vidrieras y la gran altura de las bóvedas y torres harán que no puedas dejar de contemplar ese espectáculo visual durante horas.
Seguimos nuestra ruta hasta llegar a Astorga, una ciudad con gran importancia histórica. Aquí, el templo grandioso comenzó a construirse en 1471, pero sus últimas adiciones son del siglo XVIII. Es por ello que podemos contemplar elementos renacentistas (como el retablo mayor), platerescos y barrocos, como la fachada principal, y neoclásicos. Merece también especial mención el Palacio Episcopal, diseñado por Gaudí, ya que ambos monumentos crean una visión de contraste inigualable.
Continuamos hacia Zamora, conocida como la ciudad del románico y, por lo tanto, su catedral no podía ser menos. Se levanta en la parte más alta de la ciudad. Construida entre 1151 y 1174 en estilo románico, es un edificio sencillo y monumental. Destaca la gran torre-campanario de planta cuadrada y es también de gran interés la Puerta del Obispo, en la fachada sur, la única original románica.
La siguiente parada es la conocida como ciudad universitaria: Salamanca. Sorprendentemente, en esta ciudad no solo descubriremos una catedral sino dos: la Nueva y la Vieja. Fue construida en los siglos XII y XIII y de ella destacamos su bello cimborrio, denominado “Torre del Gallo”, que deriva del de la Catedral de Zamora. La Nueva comenzó su construcción en 1513 y se prolongó hasta 1733. Esto explica que su decoración exterior vaya del gótico tardío a elementos estilísticos renacentistas y barrocos en los muros y relieves de las portadas.
Puede que la Catedral de Ciudad Rodrigo sea la más desconocida de las que hemos comentado hasta ahora, pero bien merece una visita en esta ruta de las catedrales. Destacamos de ella su Pórtico del Perdón (de los siglos XII y XIII), cuyo románico recuerda al Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, la Portada de las Cadenas y la Capilla del Pilar.
En la imponente Ávila se alza su majestuosa catedral. Sorprende especialmente por su carácter defensivo, con su cabecera integrada en la muralla que le dota un aspecto de templo-fortaleza. En el exterior destaca especialmente la Portada de los Apóstoles (siglo XIII), trasladada a este lugar a mediados del siglo XV. Su interior sorprende por su elegancia y esbeltez, en claro contraste con el aspecto exterior.
Salimos de esta ciudad medieval para dirigirnos a Segovia. En la Plaza Mayor nos encontramos con la Catedral de la Asunción. Conocida como “La Dama de las Catedrales”, fue construida entre 1525 y 1768 para sustituir la catedral románica, situada frente al Alcázar. Destaca su torre, una de las más elevadas de España.
132 km serán necesarios para llegar a nuestro siguiente destino: Burgo de Osma. La construcción de su catedral se inició en 1232 y concluyó en el siglo XVIII, por lo que combina muchos estilos. Como se intuirá a primera vista, el elemento más representativo es su torre barroca de 72 metros de altura, que es el símbolo de la localidad.
Siguiendo el curso de la ribera del Río Duero llegaremos hasta Valladolid. En la calle Arribas se encuentra la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Fueencargada por Felipe II a Juan de Herrera en 1578 y nunca se llegaría a completar por la muerte de ambos y los problemas económicos posteriores.
A orillas del Río Carrión se ubica nuestra penúltima parada en nuestra ruta de las catedrales: Palencia. La Catedral de San Antolín, apodada “La Bella Desconocida”, es una de las mayores y más variadas catedrales de España, con restos de los tiempos visigodos y románicos.
Por último acabamos la ruta con la única catedral de España declarada Patrimonio de la Humanidad sin otros edificios anexos: la de Burgos. Su armonía de estilos, simétricas proporciones y acumulación de obras de arte la confiere una extraordinaria belleza. Otra singularidad es que es el único templo que además de ser catedral es basílica. No existe mejor manera de acabar con esta ruta de las catedrales de Castilla y León.
