Pasaia-Pasajes está formada por cuatro núcleos de población situados en torno al río Oyarzun: Donibane (San Juan), San Pedro, Pasai Antxo y Trintxerpe. Reúne la particularidad de aunar lugares inmaculadamente preservados frente a instalaciones industriales; Pasajes de San Juan y Antxo son las dos caras del País Vasco. Los dos últimos barrios de Pasaia forman un continuo urbano con los barrios orientales de San Sebastián. De estos cuatro distritos, Pasajes de San Juan es el que tiene mayor encanto. Situado en la parte oriental de la bocana, sus bellos edificios discurren paralelos a la bahía a lo largo de una sola calle empedrada (Donibane kalea) con casas típicas de pescadores que se funden armoniosamente con las mansiones adornadas por escudos. En algunos sitios la calle se convierte en túnel abovedándose por escasos metros.
Pese a sus escasas dimensiones, hay mucho patrimonio que ver en Pasajes de San Juan. La visita se puede empezar desde el embarcadero, en el que se encuentran las barcas que comunican ambos Pasajes, facilitando el Camino de Santiago por el País Vasco. Allí se puede ver el Humilladero de la Piedad (1580), pequeña construcción de renacentista que alberga un altar con un relieve que recuerda la victoria vasca sobre las tropas de Carlomagno en la batalla de Roncesvalles.
A su lado se encuentra el Palacio de Villaviciosa (s. XVI), de estilo renacentista. Después podemos tomar la calle de San Juan, que concentra la mayor parte de los monumentos de la localidad, como la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista (siglo XVII); templo de nave única en forma de cruz latina y severa fachada de estilo herreriano. En su interior se conserva en una urna el cuerpo incorrupto de Santa Faustina. Como dato curioso, resalta la cabeza de piedra incrustada en el muro de contención que hay cerca de su portada herreriana. A día de hoy aún se desconoce el significado y la autoría de la misma, aunque es muy popular entre los vecinos, que la llaman “mascarón de Iriberri”. En esta misma calle se encuentran la Casa Arizabalo (S. XVII), un edificio barroco en el que se ha situado el actual Ayuntamiento; la Casa Solar de los Platain ( siglo XVI) y la Casa Gabiria o ‘de Víctor Hugo’, una típica casa pasaitarra con acceso directo a la bahía. En ella se alojó el escritor francés durante su estancia en 1843; alberga una exposición sobre el literato, la Oficina de Turismo y sala de exposiciones.
Lo que ver en Pasajes de San Juan más detenidamente es su Plaza de Santiago, la única abertura de la calle principal. En ella encontramos el barroco Antiguo Ayuntamiento (1735).
En la fachada oeste de la Iglesia del Santo Cristo de la Bonanza (de 1399) encontramos una puerta de madera con representaciones, hechas a navaja, de embarcaciones de los siglos XVIII y XIX. Es una de las curiosidades que ver en Pasajes de San Juan.
Saliendo por la antigua Puerta de la Muralla, se puede llegar paseando por el Puntal, un recorrido que bordea la bocana del puerto, hasta llegar a las ruinas del Castillo de Santa Isabel (s. XVII). Esa fortificación fue construida para proteger la entrada del puerto; albergando una guarnición entre 1621 y 1867. Desde ahí pueden disfrutarse unas vistas excelentes; de lo más gratificante que ver en Pasajes de San Juan.
Esto es lo principal que hay que ver en Pasajes de San Juan. Si tiene alguna sugerencia, escríbanos.
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