La cueva de Santimamiñe está situada en un paraje natural incomparable: el de la orilla derecha de la cuenca de la Reserva del Urdaibai, en el municipio de Kortezubi, enfrente del Bosque de Oma intervenido por el artista vasco Agustín Ibarrola. La cueva fue descubierta en 1916 gracias a la curiosidad de unos chavales que exploraban los terrenos cercanos a la población de Kortezubi-Cortézubi.
Tras arrancar unas estalagmitas del suelo, pudieron ver que éstas cubrían la entrada a un pasadizo. Reptaron para terminar dando con una sala subterránea que contenía varias pinturas rupestres. Después comunicaron el hallazgo a un profesor de su instituto. De esta manera, la información sobre la recién descubierta cueva llegó hasta la Diputación Foral de Vizcaya. Esta se hizo cargo inmediatamente del yacimiento.
La cueva, que penetra en las entrañas del imponente monte Ereñozar, pertenece en su mayor parte a época Magdaleniense del Paleolítico Superior (13.000 a. C.). Constituye uno de los conjuntos pictóricos rupestres más importantes de la Cornisa Cantábrica. Se trata de una extensión de trescientos sesenta y cinco metros de pasadizos subterráneos. Estos pasadizos contienen diversas representaciones animales. Hasta un total de cincuenta figuras, entre las que se hallan bisontes, caballos, cápridos, ciervos y osos.
Además, la cueva se encuentra plagada de estalactitas y estalagmitas, de gran valor geológico y paisajístico. Geográficamente se encuadra dentro del conjunto de yacimientos del Arco Atlántico. Aúna una extensión de tierra comprendida entre Portugal y Escandinavia.
Entre 1982 y 1985, el escultor y pintor Agustín Ibarrola – que vivía en las inmediaciones – pintó en unos 500 pinos de las laderas del monte de enfrente de la cueva, rayas, círculos y figuras de colores muy vivos. El resultado es un bosque animado, por la vivacidad que sus pinturas le otorgan al conjunto. En el año 1986 el propietario de una parte de los árboles los taló como respuesta a la militancia pacifista del artista. Poco después al Diputación de Vizcaya compró los terrenos para proteger la obra.
En los años 2000 y 2003 se produjeron atentados contra los árboles que ver en Bosque de Oma. Se realizaron ataques con hachas y pintura lanzada con baldes para tapar los diseños del artista. Se acompañaron por pintadas en los accesos con el mensaje “Ibarrola español. ETA mátalo”. Esto se debe a la militancia del artista en el movimiento pacifista Basta Ya.
Ahora corresponde leer el apartado Que ver en Bosque de Oma.