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Los rincones por descubrir de El Retiro

Visión panorámica monumento Alfonso XII

Madrid es ciudad de sueños. De conversaciones bajo el amparo de un buen café. De poesías escritas en grises adoquines. Madrid es ciudad de artistas. De emprendedores procedentes de cualquier parte del Mundo. De tabernas familiares con más de 100 años de historia. Madrid es maravillosa. Y una de sus maravillas es el Parque del Retiro. Un hermoso pulmón verde que se extiende en aproximadamente cinco kilómetros llenos de verdes prados, árboles, estanques, jardines y muchas joyas arquitectónicos.

Parque de El Retiro
Parque de El Retiro. | Shutterstock

Pasear por estos jardines es uno de esos planes imprescindibles en la agenda cultural de cualquier madrileño o turista. Los amplios espacios verdes son el escenario perfecto para disfrutar de una agradable tarde leyendo un libro. Si uno se siente explorador, probablemente querrá conocer al detalle el precioso embarcadero que preside el parque, el impresionante Palacio de Cristal, la rosaleda o la estatua del Ángel Caído. Lo que no todos saben es de ciertos rincones escondidos de El Retiro, lugares algo secretos que se convierten en auténticos tesoros para todo aquel que los descubre.

Túneles secretos en la Guerra Civil

Túnel del refugio antiaéreo en el Parque de El Retiro
Túnel del búnker. | Cedida por Ignacio Bazarra, Retiromanía

Uno de los secretos mejor guardados del Parque del Retiro. No es para menos. A ocho metros de profundidad se extiende un pequeño laberinto de túneles serpenteantes que forman parte de un refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil española. Este búnker subterráneo servía de protección a los vecinos de la zona y a la familia del encargado del parque en aquella época.

El refugio gozaba de una ubicación estratégica, si se piensa bien, ya que se rodeaba de frondosos árboles, caminos de tierra y campo. Una lámina de hierro en el suelo era indicativo de la entrada. Si se levantaba se accedía a unas escaleras donde comenzaban los túneles. Según dicen, el espacio tenía una capacidad aproximada de 200 personas. Un escondite impecable que permitió salvar muchas vidas y que ha permanecido en silencio para la mayoría de madrileños. El refugio se abrirá al público en 2022 si se cumplen las previsiones.

El mirador desconocido

Visión panorámica monumento Alfonso XII
Visión panorámica monumento Alfonso XII. | Shutterstock

Hablar del estanque principal de El Retiro es sinónimo de paz y tranquilidad. Un pequeño lago rodeado de columnas en hemiciclo, árboles y un monumento de Alfonso XII a caballo. Sin duda, se trata de una bella postal digna de enmarcar. Pero es mucho más que eso. Aunque esta parte del parque es muy conocida por la posibilidad de disfrutar de un paseo en barca, lo cierto es que en la estatua del rey español se esconde un secretito: un magnífico mirador perfecto para embelesarse con un hermoso paisaje desde las alturas.

Resulta que El Retiro da para mucho. Y, precisamente, en el año 2018 se abrió al público la torre mirador sobre la que se alza la escultura de Alfonso XII. Es gratuito, aunque es obligatorio reservar entrada y hacerlo con tiempo ya que es una novedad muy solicitada por turistas y madrileños. El acceso es fácil. Unas escaleras conducen a la sala mirador con vistas a cada uno de los bellos rincones del parque.

El parque del telégrafo

Vista del telégrafo óptico en el Parque de El Retiro
Telégrafo óptico. | Cedida por Arte en Madrid

¿Quién se iba a imaginar que El Retiro tendría su propio telégrafo? De hecho, se le conoce como el Castillete del Retiro. Construido en 1850 en la zona del parque conocida como Casa de las Fieras por ser un antiguo zoo, este curioso edificio ha tenido diversos usos a lo largo de la historia. Al principio, sirvió de enlace entre las líneas telegráficas de Castilla, Valencia y Andalucía. Más adelante se convirtió en una escuela de telegrafía eléctrica y, finalmente, constituyó la sede central del Instituto Central Meteorológico, más conocido actualmente como AEMET.

Lo cierto es que con el paso de los años el Castillete fue ocupando funciones más simples, hasta que en el año 2005 sus puertas se cerraron. Hoy en día está en proceso de rehabilitación puesto que está considerado como una perla histórica y, aunque por fuera puede pasar desapercibido, lo cierto es que vale la pena detenerse unos instantes para imaginarse la ajetreada vida en su interior.

El baño de la elefanta

Muy cerca del telégrafo óptico se producía una escena la mar de interesante. Durante los años en los que la Casa de las Fieras estuvo abierta al público, los elefantes tenían por costumbre dirigirse a un estanque que se situaba al lado del telégrafo para bañarse. Estos simpáticos animales no perdonaban sus horas de baño y era habitual encontrárselos chapoteando de camino al telégrafo.

Cuando el zoo se trasladó de El Retiro, la charca se quedó vacía y comenzó a utilizarse para que los vecinos de la zona pudieran lavar a sus mascotas. No obstante a finales de los años 60 el Ayuntamiento de Madrid decidió enterrar el estanque bajo tierra. Hay quien dice que lo volverán a desenterrar dentro de poco.

El árbol más antiguo de Madrid

Panorámica de los jardines de Parterre
Jardines de Parterre. | Shutterstock

Ahuehuete. Así se llama el árbol más antiguo de Madrid que se encuentra en El Retiro. Una impresionante muestra de la naturaleza que descansa tranquila en los jardines de Parterre. Lo más curioso es que se trata de una especie exótica proveniente, según algunos botánicos, de nada más y nada menos que México. Algunos ubican su plantación en el año 1633. Con sus casi 400 años de existencia, este espectacular árbol tiene una esperanza de vida que oscila entre los 2.000 y 6.000 años.

Su historia es de lo más variopinta. Según cuentan, este ahuehuete sobrevivió a la tala del bando francés durante la Guerra de la Independencia, ya que la buena calidad de sus ramas facilitaba la construcción de armas. Y no solo eso, sino que ha superado todo tipo de temporales y tormentas que han causado graves daños a los árboles vecinos. Toda una reliquia que se alza majestuosamente ante los ojos del visitante.

La terraza discreta de Cecilio Rodríguez

Pavo Real de los Jardines de Cecilio Rodríguez
Pavo Real en los jardines. | Shutterstock

Existe un universo diferente en El Retiro que se localiza muy cerca del Palacio de Cristal. Uno que parece vibrar en una sintonía totalmente diferente a la del resto. Los jardines de Cecilio Rodríguez no son conocidos por muchos ojos. Más bien, pertenecen a esa clase de rincones privados que todo madrileño se guarda en caso de necesitar un lugar de máxima tranquilidad. De entrada, estos hermosos jardines parecen sacados de un cuento de hadas. Cada detalle, cada enredadera, cada rosa parece estar colocada con sumo esmero.

Explorando este elegante cóctel de belleza, llaman la atención unas escaleritas perfectamente colocadas junto a un estanque pequeño con fuentes y pavos reales que corretean a su antojo. Subiendo se llega a una terraza decorada al detalle, perfecta para tomarse un respiro en sus blancos bancos alejados del Mundo.

El estanque Real o de las Campanillas

panorámica del Estanque de las Campanillas
Estanque de las Campanillas. | Cedida por Mirador Madrid

El estanque de las Campanillas es uno de los estanques menos conocidos de El Retiro que atrapa la mirada de todo aquel que pase por delante. Considerada como una de las perlas más antiguas del parque, ya que fue construida en el siglo XVII, esta joya era el lugar favorito de Felipe IV. Durante ese tiempo había un puesto de pesca donde el rey y su corte se entretenían pescando carpas.

En el centro del estanque descansa una pequeña isla a la que se podía acceder a través de una pasarela. Al inicio, esta isleta consistía en una torrecita de planta octogonal. Siglos más tarde se sustituyó por un pequeño templo chino del que colgaban unas campanillas que sonaban con el viento. Hoy en día ya no se conservan ni la pasarela ni las campanillas, aunque estas últimas perduran en su nombre.