La localidad de Calahorra, asentada sobre un promontorio en la fértil vega del río Cidacos, es una de las ciudades más antiguas de La Rioja, con más de dos milenios. Cuenta con un importante patrimonio arqueológico, especialmente romano. Su casco urbano todavía conserva la estructura de esta época. En él pueden verse restos del antiguo Alcantarillado. También se conservan las cloacas romanas, bajo el cemento de la ciudad actual.
Cerca de los restos del Circo, en el paseo de Mercadal, existen varios canales y desagües que llegaban hasta las termas. En este paseo que hacer y ver en Calahorra, se levanta la estatua de La Matrona. Representa la leyenda de la fames calagurritana, conmemorando el heroísmo de la ciudad.
Así mismo, en el Yacimiento de la Clínica pueden apreciarse los vestigios de una villa romana del siglo I, excavada en tres niveles. De ella procede el famoso busto del siglo I conocido como la Dama Calagurritana. Esta se expone en el Museo de la Romanización junto a otros importantes restos arqueológicos. A petición popular, se levantó en 1970 frente al Ayuntamiento una estatua de Marco Fabio Quintiliano, pedagogo y retórico del siglo I. Todos estos restos arqueológicos son parada casi obligatoria en los sitios que ver en Calahorra.
Calahorra se encuentra además ubicada dentro de la ruta del Camino de Santiago del Ebro. Por ello cuenta con un albergue para peregrinos y un humilladero o crucero del siglo XVI. La ruta que sugerimos a continuación se vincula precisamente a su rico patrimonio religioso. Este ha derivado de su temprano nombramiento como sede episcopal y a su vinculación a esta ruta de peregrinación. Es una ruta que te enseña lo que ver en Calahorra.
Iniciamos nuestra visita en la Plaza del Raso. Era un antiguo foro romano donde se celebraban los acontecimientos más importantes de la ciudad. Aquí estuvo situado el Ayuntamiento hasta el siglo XVII (ahora en la Glorieta de Quintiliano). Ambos lugares se han convertido en lugares de interés que ver en Calahorra.
En la plaza se alza la Iglesia de Santiago Apóstol (s. XVII-XVIII), mejor muestra del neoclasicismo riojano. Fue levantada sobre otro templo anterior, dedicado a Santiago el Viejo. Tanto su fachada como su interior son de gran sobriedad y majestuosidad. En su interior no te puedes perder el retablo mayor (1734-1741), construido por Diego de Camporredondo en el siglo XVIII. Está presidido por Santiago Matamoros en el centro y por los patronos de la ciudad, San Emeterio y San Celedonio, en los laterales.
Rodeando este templo se llega al Arco del Planillo, antigua puerta romana de entrada a la ciudad. Siguiendo la calle Santiago, alcanzamos el Mirador de Bellavista, atalaya con magníficas vistas sobre el valle del Ebro. Son dos de los edificios más bonitos que ver en Calahorra.