Unos curiosos excursionistas caminan bajo el cielo nocturno a través de un terreno lunar. Casi rozan el cielo y, si se ponen de puntillas, parece que puedan atrapar alguna estrella. La sensación es parecida a la de aterrizar en otro planeta y recorrerlo en busca de lo desconocido. El universo se muestra aquí en todo su esplendor. De pronto, la estampa de un telescopio gigante se presenta en el camino. Blanco, impoluto y majestuoso, el Observatorio del Roque de los Muchachos impide el paso a los excursionistas.
Situado a una altitud de 2.426 metros sobre el nivel del mar, este observatorio es uno de los complejos astrofísicos más completos e importantes del mundo. Un gigante que vigila el que se considera el cielo más limpio del Hemisferio Norte y el que se considera como el más idóneo para la observación astronómica.
Mirar a través del mayor telescópico óptico del mundo
La Palma, o la isla bonita, como se la conoce, es uno de los lugares más privilegiados para la contemplación de estrellas. Bajo las luz que arroja la Vía Láctea, se encuentra el Roque de los Muchachos, el punto más alto de la isla. Desde aquí, la Caldera de Taburiente se presenta, grandiosa, ante todo aquel que se asome al mirador. Unas vistas de vértigo que dan la sensación de caminar sobre las nubes que cubren la isla.
El Observatorio del Roque de los Muchachos tiene el honor de contar con el mayor telescopio óptico e infrarrojo del mundo: el Gran Telescopio de Canarias. En 1987 el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) llevó a cabo el proyecto de la apertura de esta infraestructura, lo que supuso grandes avances en tecnología y astrofísica. Con ello, se abrieron un sinfín de posibilidades en investigación astronómica y el complejo del observatorio atrajo a los grandes telescopios del futuro. Además, cautivó a una nueva generación de telescopios diseñados para el estudio del universo en rayos gamma. No en vano, en este observatorio se han realizado grandes avances en astronomía, como la confirmación de la existencia de agujeros negros.
Donde la tierra se encuentra con el universo
Entre febrero y marzo, la cima del Roque de los Muchachos se cubre de un manto blanco que deja un paisaje siberiano casi imposible de imaginar teniendo en cuenta el suave clima de las islas. Las visitas que recibe el observatorio no son pocas. Miles de turistas curiosos se acercan para visitar el interior de las instalaciones y recibir información de calidad sobre el observatorio.
Gracias a las visitas guiadas y a la ayuda de organismos como la Fundación Starlight, se conciencia a los visitantes de la importancia de la protección de los cielos como patrimonio científico y cultural. Las visitas se organizan en grupos reducidos de personas y es necesario solicitar un permiso especial para visitar las instalaciones. No obstante, hacer una excursión por la zona siempre es buena idea para poder disfrutar del paisaje que ofrece el Roque y eso no necesita de permisos.
Canarias aprobó la conocida como Ley del Cielo en 1988, un paso muy significativo para la conservación de los cielos en España. Esta ley comenzó a considerar la contaminación lumínica como un asunto medioambiental y, por tanto, también permitió aplicar medidas para su amparo. Fue de este modo el primer país en crear una ley de este tipo para la protección de los cielos de Canarias. Sin embargo, tuvo repercusión a nivel internacional y fue muy innovadora, además de la más completa que se ha creado.
La Palma, una reserva Starlight
Las características únicas para la observación de estrellas hicieron que, en 2012, La Palma fuera elegida como Destino Turístico Starlight, siendo así la primera reserva de todo el mundo. En 2007 se celebró una conferencia en la que el Instituto Astrofísico de Canarias, junto con la UNESCO, firmaron la Declaración sobre la defensa del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas en la isla de La Palma, con el fin de proteger sus cielos.
La isla de La Palma recibió la visita de cuatro conocidos saltadores que, atraídos por el cielo de la isla canaria, decidieron hacer un salto desde una aeronave para homenajear a las perseidas y el cielo palmero. El noruego Jokke Sommer, los austriacos Marco Waltenspiel y Georg Lettner, y el español Armando del Rey protagonizaron este salto. Así, se fundieron con las lágrimas de San Lorenzo vestidos con trajes LED en una experiencia que, según afirmó Jokke, fue digna de videojuego.
El cielo de esta isla es, sin duda, un lugar único y privilegiado para contemplar estrellas, donde todo parece posible. Aquí, en el Roque de los Muchachos, el ruido y la contaminación lumínica no llegan. Y parece que, en lugar de caminar, se vuela.
