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Santa Mariña Dozo y el más melancólico camposanto del mundo

Santa Mariña Dozo y el más melancólico camposanto del mundo

Santa Mariña Dozo descansa a los pies del monte A Pastora, desde donde se obtienen unas vistas imperdibles del municipio gallego de Cambados. Esta iglesia y su cementerio fueron declarados Monumento Nacional en el año 1943. El camposanto está integrado en la Asociación de Cementerios Significativos de Europa y en la Red de Cementerios Singulares. Ha sido también distinguido como Monumento Histórico Artístico. Sirvan todos estos títulos para comprender el valor e introducir uno de los lugares más estimulantes de la geografía española.

Un poco de historia del lugar

Así luce Santa Mariña Dozo
Así luce Santa Mariña Dozo. | Shutterstock

La iglesia de Santa Mariña Dozo se construyó sobre una antigua capilla románica del siglo XII. Su impulsor fue el señor feudal Lope Sánchez de Ulloa, aunque fue su hija, Doña María de Ulloa, quien ampliaría el conjunto en el siglo XV. Gozó de gran esplendor en los años posteriores a su construcción, siendo un espacio fundamental en este núcleo de población.

Las ruinas que hoy pueden contemplarse son fruto del abandono que sufrió en el siglo XIX. No fue un desamparo voluntario: un gran incendio se llevó por delante buena parte de la construcción. La iglesia parroquial se trasladó, entonces, al antiguo convento de San Francisco. Santa Mariña Dozo siguió funcionando como cementerio. Las tumbas, de hecho, han invadido buena parte de la antigua iglesia.

La leyenda, porque estando en Galicia tiene que haber una, dice que el techo de la iglesia se desprendió como castigo divino. Tal hecho habría sucedido tras un sermón, celebrado en Semana Santa, en el que se dijeron muchas barbaridades. Hoy solo se celebra una misa al año, la que tiene lugar en el día de los Difuntos.

Las claves de Santa Mariña Dozo y su cementerio

Los impresionantes arcos de Santa Mariña Dozo
Los impresionantes arcos de Santa Mariña Dozo. | Shutterstock

La iglesia en cuestión, protagonista del conjunto, consta de una sola nave dividida por cuatro impresionantes arcos. Ya en su día Álvaro Cunqueiro, el gran poeta y novelista gallego, quedó seducido por su fuerza. Todavía hoy da la sensación de que sostienen al viento, como parece que un día dijo el escritor. Es un templo de original estilo románico que bebe también del estilo marinero gótico y cuenta con elementos renacentistas. Destacan las cinco capillas laterales, la sacristía y la capilla mayor. En sus arcos, además, puede verse la representación de la pereza, uno de los siete pecados capitales. También hay escenas bíblicas repartidas en torno a la construcción y otras muchas alusiones a los restantes pecados capitales. Arte para quien lo busque.

Cuenta la tradición que estos arcos, antiguos y hoy desmejorados, no se caen porque están pegados con sal. Concretamente, con la obtenida de las factorías de salazón de sardina que había en Cambados en el momento en que se construyó la iglesia. De la mezcla de sal con la grasa del pescado se obtiene un material muy resistente que, dicen, se empleó en su construcción.

La iglesia y el cementerio cuando la noche ha caído
La iglesia y el cementerio cuando la noche ha caído. | Shutterstock

Con todo esto, se entiende que el cementerio que rodea a la iglesia esté considerado uno de los más espectaculares de Europa. Sin ser excesivamente grande, perderse entre sus tumbas constituye una gran experiencia para los turistas amantes de los camposantos. Cunqueiro lo definió con tanto acierto que sus palabras han sobrevivido al tiempo: este cementerio, dijo, es “el más melancólico camposanto del mundo”.

Si se tiene la oportunidad de contemplarlo al atardecer no puede pasarse por alto esta opción. Colocándose tras los arcos, con la vista hacia el pueblo, con gran parte del cementerio a las espaldas y el sol cayendo, se obtiene una de las imágenes más hermosas de la bella tierra de Galicia.

Rincones cercanos

Torre de San Sadurniño, uno de los tesoros de Cambados
Torre de San Sadurniño, uno de los tesoros de Cambados. | Shutterstock

Una visita a Santa Mariña Dozo, si el visitante está interesado en todas sus particularidades, abarcará un par de horas. No está de más entretenerse en sus alrededores y es obligatorio, claro, completar este descubrimiento con un paseo por Cambados. Este municipio de la ría de Arousa es uno de los lugares históricos mejor conservados de Galicia.

Con un pasado repleto de historias, entre vikingos y romanos, fue nombrada Capital Europea del Vino en el pasado año 2017, por su excelente relación con el también excelente albariño. Entre sus calles se respira ese aroma y se descubren pazos históricos, como el Pazo de Ulloa. También monumentos espectaculares como la Torre de San Sadurniño, que obligaría a pasar un día entero frente al Atlántico descubriendo toda su historia.

Si el viajero desea abandonar Cambados, entonces la isla de la Toja, en gallego Illa da Toxa, es una buena alternativa. Es bien conocida por sus excepcionales termas. Aunque quizá, de tener que elegir un lugar de entre los muchos que rodean al municipio, haya que quedarse con la península de O Grove. Un auténtico paraíso gallego.

Porque es un lugar único en la geografía española, por eso es nuestro Rincón del Finde

Santa Mariña Dozo es uno de los lugares imprescindibles que visitar en las Rias Baixas
Santa Mariña Dozo es uno de los lugares imprescindibles que visitar en las Rias Baixas. | Shutterstock

La iglesia de Santa Mariña Dozo y su cementerio son un rincón excepcional para conocer y disfrutar un fin de semana. No solo por su historia, que también, es que además se trata de uno de los lugares más hermosos y especiales de toda la geografía española. Por esos arcos que sostienen el viento, por las ruinas de la iglesia y por las puestas de sol, que tiñen Cambados de rojo y naranja junto al azul del océano. Es nuestro Rincón del Finde, además, porque uno solo puede terminar de entender esto desde la muy recomendada experiencia personal.