En el camino que sube al monte de la Pastora se asienta el popular Pazo de Ulloa (siglo XV). De hecho, hoy forma parte del terreno de la casa de turismo rural A Capitana. La construcción es de finales del siglo XV o inicios del XVI, con reformas y ampliaciones en el siglo XVIII.
Un poco más arriba, en el monte de la Pastora, encontramos el edificio más romántico de Cambados. Las ruinas de Santa Mariña de Dozo, declaradas Monumento Nacional desde 1943. Se trata de una iglesia de estilo gótico marinero construida en el siglo XV sobre otra románica del XII. Consta de una sola nave dividida por cuatro arcos transversales, cinco capillas laterales, sacristía y capilla mayor.
Se incendió en el XIX. Su ruina motivó que —al saturarse el cementerio exterior— los habitantes fueran abriendo fosas y construyendo tumbas en el interior de las ruinas. Esto generó un desordenado y hermoso cementerio improvisado. De hecho, para el escritor Álvaro Cunqueiro, sus bellos arcos de medio punto “estaban allí para sostener el viento”.
En el mismo monte que ver en Cambados también se puede ascender hasta el Mirador de La Pastora. Desde aquí se divisa un estupendo paisaje de la ría de Arousa.
En el barrio marinero de Santo Tomé está lo poco que queda del castillo y Torre de San Sadurniño. Construido en el islote conocido como isla de Figueira en el siglo XII. La torre, reformada en el XIII y destruida con las revueltas irmandiñas, se volvió a edificar. En el siglo XVIII fue abandonada hasta quedar en el estado que presenta hoy. Sus desmoronados restos, en los que se intuyen tres cuerpos, revelan la sillería y trazas de la edificación.
El pazo principal que ver en Cambados es el de Montesacro. También llamado de Santo Tomé, situado en un alto con vistas al mar. Fundado en el siglo XIII, su estilo neoclásico actual se debe a unas reformas realizadas en el siglo XVIII. Por disposición testamentaria de sus dueños es ahora una residencia de ancianos. Su capilla adosada es de carácter semipúblico. En su interior destaca la imagen sedente de la virgen en un altar barroco.
En los alrededores cambadeses hay numerosas bodegas de Albariño que ver en Cambados. Siguiendo por ejemplo la Ruta del Vino, se ponen a disposición del público 13 bodegas con servicios de atención al público. Visitas comentadas, catas y venta de productos, a todo lo cual se puede acceder previa cita.
Un primer paso para entender las peculiaridades de esta modalidad de vino es visitar el mencionado Museo Etnográfico y del Vino. Allí confluyen explicaciones sobre la producción enológica más tradicional con los avances tecnológicos más vanguardistas.
Además, durante la primera semana de agosto, se celebra la Fiesta del Albariño. La festividad gastronómica más antigua de Galicia y una de las más relevantes de España, declarada de Interés Turístico Nacional. Varias bodegas instalan casetas que ofrecen sus vinos a precios populares, acompañados de empanadas, mejillones, almejas y otros productos marineros.
¿Se te ocurre algún otro monumento imprescindible que ver en Cambados?