Entre todo lo que hay que ver en Camariñas, el mayor atractivo es su extraordinaria bahía. Es un refugio perfecto incluso cuando las condiciones meteorológicas son más adversas.
Puedes comenzar el turismo en Camariñas desde las ruinas del Castillo del Soberano. También es llamado Batería del Soberano, en honor al rey Carlos III. Está situado a la entrada de la bahía y se pueden contemplar unas magníficas vistas. El castillo constaba de un recinto amurallado con un baluarte y un foso, y la entrada estaba situada en un lateral. En el interior se ubicaba una nave que servía de polvorín, almacén y acuartelamiento. Estaba construido con grandes sillares de granito.
Actualmente, solo se conservan los cimientos ya que, perdida su utilidad como recinto defensivo, fue desmontado en los años 40 para la construcción del actual muelle. Así, este es el primer imprescidible que hay que ver en Camariñas.
Dentro de la villa es posible escuchar el soniquete de los bolillos de boj. Esto nos indica que las mujeres (conocidas en gallego como As Palilleiras) están “palillando”. Una de las cosas que tienes que hacer en Camariñas es conocer este oficio. Se remonta al siglo XVI, probablemente traído por los navegantes que comerciaban con los Países Bajos y Flandes.
Gracias a la creación de la Escuela de Palillo, a que el Centro de Promoción del Encaje renovó el sector adaptando las viejas técnicas a los diseños actuales del sector textil y gracias a la celebración de la Feira do Encaixe (en Semana Santa), la producción se ha visto potenciada.
Como testimonio de esta actividad, tienes que ver en Camariñas el Museo del Encaje. Este recoge la tradición etnográfica y la innovación en el sector, así como una exposición que muestra piezas de encaje de Camariñas. También tiene otras procedentes de otras partes del mundo y con una antigüedad que va desde el siglo XVII a nuestros días.
Es imprescindible ver en Camariñas su principal monumento. Está a unos kilómetros del pueblo, en la costa. Se trata del Faro de Cabo Villano (1896). Se yergue a 125 metros de altitud y está unido al antiguo edificio de los fareros. Posee un potente cañón de luz capaz de alcanzar los 55 km. Además, fue declarado de Interés Nacional en el año 1933 por ser un lugar rocoso y escarpado.
Hoy en día es Patrimonio Natural integrando, junto el resto de la costa desde Camariñas hasta Camelle, la Red Natura 2000 Costa da Morte. Continuando con el turismo en Camariñas, en el interior podrás ver el Museo del Faro. Es un centro de interpretación de los naufragios y de las señales marítimas.
A la ida o vuelta del mismo, conviene pararse en el Mirador de Pedrosa. Desde ahí se puede disfrutar de unas extraordinarias vistas. También tienes que ver en Camariñas el Castro de Croa, no muy lejos de esta zona. Es un ejemplo de los primeros asentamientos de la comarca. En sus ruinas se aprecia la forma circular y los restos de su poderosa fortificación.
Otro lugar que ver en Camariñas es el Museo del Alemán en Camelle. Manfred Gnädinger fue un alemán que llegó a Galicia y se quedó para siempre en Camelle. Se dedicó durante más de 30 años a su creación, muy vinculada a la naturaleza y próximo, por tanto, a los presupuestos del land art.
Según los vecinos, el alemán murió de tristeza con la tragedia de la marea negra causada por el petrolero Prestige, en 2002. El museo abarca una amplia recolección de piedras, cartones, madera, huesos de animales y elementos de las artes de pesca. Se encuentran perfectamente conjuntados en vivos colores y variadas formas que buscan, con una interpretación ecologista y particular, la mayor armonía entre el mar y las rocas.
El mar viene siendo el tradicional medio de subsistencia y gran fuente gastronómica. La pesca y el marisqueo son la principal fuente de riqueza de Camariñas, que cuenta con un importante puerto pesquero y restaurantes. En ellos se pueden comer sus capturas recién salidas del mar. Así, en tu turismo en Camariñas, no olvides probar sus recetas.