fbpx

Arzúa, la parada que une el Camino Francés y del Norte

arzúa, Arzúa, la parada que une el Camino Francés y del Norte

Si se mira un mapa con las principales rutas jacobeas, seguramente este recuerde a uno hidrológico. Como si fueran ríos, los caminos principales recogen afluentes y acaban desembocando en la capital gallega. Por ejemplo, la Vía de la Plata es un continuo en este respecto: en Zafra se le une el del Sur, en Zamora el de Levante y en Benavente el del Sureste. Sin embargo, es el Francés el que recibe a los más importantes. Si en Melide se junta con el Primitivo, en Arzúa se produce el nexo con el Camino del Norte, actualmente la tercera ruta más popular.

Ya hay referencias del pasado jacobeo de Arzúa en el Codex Calixtinus. En él se incluye como parada del Camino de Santiago. Además, hace referencia a una curiosa leyenda popular asociada con el buen trato al peregrino. Cuenta la historia que una mujer negó el pan a un caminante diciendo que no tenía. Esto era mentira, pues estaba cociendo uno. Así, la falta de cortesía terminó con la hogaza convertida en piedra. Desde entonces, los arzuanos están muy atentos a ser hospitalarios.

Albergue Ultreia en Arzúa
Albergue Ultreia en Arzúa. | Dormir en Arzúa

Hoy día Arzúa recoge a una inmensa cantidad de peregrinos, especialmente en verano. Los peregrinos del Camino Francés llegan a la localidad tras la cuesta que sigue a Ribadiso da Baixo. Suelen estar ya acostumbrados a andar entre cientos de compañeros. Sin embargo, el más solitario Camino del Norte encara la entrada desde dicho punto cardinal. Ver la avenida de Lugo y la marea humana que acoge puede resultar chocante. En todo caso, este pueblo coruñés ha sabido superar el reto que supone la afluencia jacobea, como demuestra la enorme oferta de alojamientos de Arzúa.

Albergues de Arzúa, la opción tradicional

La alternativa estrella para la mayoría de los peregrinos es la más habitual en el Camino de Santiago. Se trata, como no, de los albergues. En el de la Xunta caben unas 50 personas y está en muy buen estado. No obstante, según se extrae de los datos aportados de la Oficina del Peregrino, la media diaria de personas que pasan por el lugar es de unas 600. En verano, todavía más.

Debido a ello no faltan albergues privados que complementan la oferta pública. Aunque pensados para la ruta jacobea, aceptan a todo tipo de huéspedes. Su mayor ventaja es que permiten reservar, con lo que el riesgo se reduce a cero. La mayoría se sitúa en el centro, en torno a la avenida Lugo o cerca de la Plaza Galicia. Uno de los más socorridos es el Albergue Vía Láctea, que funciona desde 2006. Cuesta 13 euros y tiene una buena ubicación. Llegar en grupo es algo muy común entre aquellos que empezaron el Camino de Santiago desde lejos. Si se da el caso, este alojamiento es especialmente recomendable.

Terraza del albergue Vía Láctea en Arzúa
Albergue Vía Láctea. | Dormir en Arzúa

En un rango de precio parecido están los albergues como Casa del Peregrino o San Francisco. Estos tienen un menor número de camas. Más económico y veterano es el Ultreia, que se queda en 10 euros. En todo caso, todos tienen correctos espacios comunes. El mejor plan es comprar un ribeiro, un queso de Arzúa, pan, membrillo y montar una de las que serán las últimas cenas del Camino de Santiago.

Pensiones y hoteles de Arzúa, dándose un lujo

Si se ha estado ahorrando durante el Camino, una buena opción es disfrutar de algo de intimidad. La etapa normalmente llega desde Palas de Rei, tras unos 30 kilómetros. La alternativa más cauta para el día siguiente sería conformarse con los 20 que hay hasta Pedrouzo. Con todo, mucha gente opta por hacer 35 hasta el Monte do Gozo o los 40 a Santiago. En este caso, si se elige la kilometrada puede convenir más esta alternativa que el albergue.

Vista exterior de la pensión Domus Gallery en Arzúa
Pensión Domus Gallery. | Dormir en Arzúa

En el escalón bajo de precios suelen estar las pensiones. Además de ser un pueblo jacobeo, el lugar de unión entre el Camino Francés y del Norte es cabeza de su concello. Por eso abundan este tipo de alojamientos, ya que además de peregrinos suele haber turistas o negociantes de paso. No es difícil encontrar habitaciones dobles por 40 euros, como en el caso de Pensión Luis o Domus Gallery.

habitación del 1930 Hotel Boutique
1930 Hotel Boutique. | Dormir en Arzúa

Si se quiere saltar a un hotel, el 1930 Boutique Hotel sale por unos 90 euros para dos personas. Es la opción más “lujosa” para el peregrino en Arzúa, con tres estrellas. Una elección que se justifica en caso de lesiones o de cansancio acumulado. Algo factible para quienes hayan tenido que afrontar el Camino desde Irún o Roncesvalles, tras haber pasado recientemente por los duros montes de Lugo.

Pisos en Arzúa, una original forma de hospedarse

Si se llega en grupo y se quiere celebrar la pronta llegada a Santiago de Compostela, alquilar un piso o casa es una posibilidad a tener en cuanta. Se trata de una alternativa intermedia entre el albergue y la pensión u hotel. Por un lado, se sigue estando junto al resto de compañeros de Camino. Por otro, se goza de una mayor intimidad.

No hay que gastar demasiado para poder alojarse en un piso en Arzúa. El coste suele ser de unos 20 euros. Un precio equivalente al de las pensiones pero que lleva consigo poder hacer uso de cocina privada o terrazas. Como ya se ha mencionado, para cenar lo mejor es el queso de Arzúa, así como los vinos de la regiones circundantes. Los melindres, ligeras rosquillas, son un postre estupendo y barato.

Salón del Piso da Empegada en Arzúa
Piso da Empegada. | Dormir en Arzúa

Respecto a nombres concretos, Tximeleta Bidean está especialmente pensado para peregrinos. Asimismo, se ubica en plena avenida de Lugo. Algo más alejado, pero muy completo, es el Piso da Empegada. Al sur del centro, está a menos de 10 minutos de la plaza de Galicia.

En definitiva, no faltan opciones para descansar en la habitual penúltima parada del Camino de Santiago Francés, Primitivo y del Norte. Desde aquellos que quieran seguir con la rutina de los albergues hasta quienes quieran darse un capricho en forma de hotel o pensión, las posibilidades para descansar en Arzúa son de lo más variadas tanto para turistas como para peregrinos.