Antes de pasar a lo que ver en Valverde de la Vera, conviene conocer su historia. No existen referencias concretas sobre la fundación de la población. Teniendo en cuenta el remoto lugar donde se sitúa, posiblemente surgió como consecuencia de la repoblación posterior a la Reconquista. Lo más probables es que fuera a finales del siglo XII, cuando se fundó Plasencia.
Entre 1284 y 1295, se publicó un documento de donación, confirmado tiempo después por la administración de Fernando IV en 1309. Según el decreto, Sancho IV el Bravo cedía la administración del pueblo a un poderoso magnate natural de Plasencia, don Nuño Pérez de Monroy. Lo primero que hizo el nuevo señor fue conseguir el privilegio del rey para construir una picota en la que exhibir los restos de los ajusticiados. Sin duda, una contundente forma de anunciar la firmeza con que pensaba aplicar su autoridad.
Tras la muerte de don Nuño Pérez de Monroy, la villa y su jurisdicción fueron heredados por su hermano don Fernán Pérez de Monroy “El Viejo”. El segundo señor de Valverde fue responsable de la construcción del magnífico Castillo de Valverde de la Vera. El poder en la zona siguió en manos de esta familia durante el siglo XIV.
Justo al final del siglo XIV, se produjo en la aldea un grave enfrentamiento entre las familias Monroy y Almaraz. Juan Gómez de Almaraz asedió sin éxito el Castillo de Valverde de la Vera. Tras la muerte violenta de éste, su hijo, Diego Gómez de Almaraz juró venganza. Perseveró hasta que consiguió asesinar a Fernán Pérez de Monroy III, cuando ya contaba éste más de setenta años.
Las luchas por el poder en el entorno de la aldea de Valverde dejaron a la población sin un Señor que la gobernara. Así, a finales del siglo XIV, Enrique III de Castilla cedió el lugar al mariscal de Don Garcí González de Herrera. No obstante, el monarca lo recuperaría para cedérselo al infante don Fernando. Este se lo trasmitiría en 1408 a doña Beatriz de Portugal, que a su vez lo entregaría a doña Leonor Niño de Portugal.
Esta última dama portuguesa se casó con don Diego López de Zúñiga, a quien Enrique IV concedió el condado de Nieva. Como testimonio de la entrada de los Zúñiga en la villa en la parroquia pueden verse los sepulcros de ambos cónyuges. Esta poderosa familia consiguió consolidar hereditariamente el señorío hasta que estos fueron disueltos en el siglo XIX.
La villa y su aldea de Valverde tuvieron una importante judería. Se calcula que en 1474 reunía a unas 600 familias, lideradas por el rabí Jacob Aben Núñez. Tan notable figura reunía entre sus fieles la importante cifra de tres mil maravedíes como impuesto para el rey. Fueron expulsados los que no se decidieron a convertirse en 1492. La operación fue llevada a cabo en Valverde de la Vera por el capitán Don Francisco Fernández Floriano. El proceso estuvo salpicado de irregularidades, incluidas conversiones falsas, denuncias entre familiares, secuestros e incluso un asesinato. Al finalizarse la aplicación del Decreto, se mantuvieron en la zona una importante cantidad de conversos.
Una vez derogados los señoríos a raíz del decreto de 1811, fue constituido un municipio constitucional. El censo de 1842 contó 240 hogares y 1315 vecinos. El lugar es hoy un interesante destino turístico para quienes busquen tranquilidad.
A continuación, lo mejor que ver en Valverde de la Vera.