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Qué ver en Montánchez

Panorámica que ver en Montánchez Montánchez

Prisión de Estado y capital del jamón de Extremadura

La tierra alrededor de esta localidad constituye el centro de Extremadura y produce uno de los más exquisitos jamones curados del mundo. Su castillo fue prisión de un gobernante famoso, cuyo recuerdo se conmemora en el pueblo. A continuación, descubre la historia y lo que ver en Montánchez.

Planifica tu escapada a Montánchez

El paseo por los mejores lugares de Montánchez, incluidas las ruinas del castillo, lleva media jornada. Se trata de un destino que destaca por sus excelentes elaborados cárnicos y jamones con DO. Para alargar la escapada es recomendable sumergirse en el Parque de Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes. Cerca de este se sitúa la capital provincial, cuyo casco histórico es de una enorme belleza.

En las páginas Dormir y Comer en Montanchez quedan los mejores alojamientos y restaurantes. Además, es un lugar proclive para las distintas facetas del turismo activo en la provincia de Cáceres.

¿Quieres conocer este sitio?

De forma previa a repasar lo que ver en Montánchez, lo ideal es atisbar su historia. Así, existen túmulos megalíticos en la zona, datados en la Edad de Bronce. En una hornacina de uno de ellos, cerca de Montancil, se pueden apreciar signos íbero-tartésicos. Ello indica que su población fue continuada, en la que su topónimo evolucionó hasta su forma actual. Empezando por Mons Ances, pasó a ser Castrum CulebriCalabriaMuntajeshMonrages y Montanches.

Del tiempo de los romanos se han encontrado varias lápidas funerarias y aras votivas. Además, se especula con que los cimientos del Castillo de Montánchez puedan ser una construcción romana de tiempos del Emperador Caracalla. Por otro lado, no se han encontrado vestigios relevantes de la prolongada ocupación musulmana.

Existe un documento del 1095 que incluye a la localidad en la Taifa de Badajoz. Asimismo, los almohades reforzaron la primitiva fortificación de origen romano. El nombre de Extremadura quiere decir en castellano antiguo “frontera”, algo especialmente acertado en este caso. Montánchez fue tomada por el caballero portugués Geraldo Sempavor en 1165. Solo cuatro años después cedería el territorio, a cambio de su libertad, al caballero Fernán Ruíz de Castro “El Castellano”. La familia de “El Castellano” lo mantendría durante unos treinta años, hasta que los almohades la recuperaron.

Hacia 1230, Alfonso IX de León, apoyado por la Orden de Santiago, conquistó definitivamente Montánchez. Cuatro años después Fernando III confirmó la entrega de la villa a los caballeros de Santiago, que repoblarían y defenderían la plaza. Su gran maestre incentivó su colonización redactando un “privilegio de población” dos años después. Con ello cedía dos tercios de las tierras del concejo a sus habitantes, quedando el tercio restante en sus manos. La estrategia tuvo éxito, pues se atrajo a una importante cantidad de colonizadores. Los villanos acompañarían a los guerreros en la conquista de cuatro castillos musulmanes: Alanje, Hornachos, Reina y Montemolín.

Plaza Mayor de Montánchez antigua fotografía
Plaza Mayor de Montánchez en una antigua fotografía

Alcanzado 1429, Enrique de Trastámara, tercero de los “Infantes de Aragón”, era el Gran Maestre de la Orden de Santiago. Tal posición le permitió lanzar desde el Castillo de Montánchez una campaña conjunta con sus hermanos, reyes de Aragón y de Navarra, para conseguir la Corona de Castilla. Esto motivó que el castillo de Montánchez fuera asediado, sin éxito, por Don Álvaro de Luna, Valido del rey Juan II de Castilla. El monarca lograría a la segunda tomarlo.

Hacia 1464 los caballeros de Santiago que ocupaban el castillo se pusieron del bando de Juana, La Beltraneja. Estar en contra de Isabel de Castilla motivó que las tropas de los Reyes Católicos atacaran la fortaleza. El lugar no caería en sus manos hasta 1477.

A lo largo del siglo XVI, esta y otras plazas fuertes de la Orden fueron transformadas en palacios y su administración encomendada a cargos de la misma. También sirvieron de destierro y prisión de autoridades. En 1619 estuvo preso en el Castillo de Montánchez don Rodrigo Calderón, primer marqués de Siete Iglesias. El secretario de confianza del Duque de Lerma y valido de Felipe III fue acusado de varios asesinatos. El cargo más grave era el envenenamiento de la reina Margarita de Austria. La muerte de Felipe III y el ascenso al poder del Conde-Duque de Olivares motivó que fuese desplazado a Madrid. El noble fue públicamente degollado en la Plaza Mayor, a cuyo patíbulo ascendió con gran dignidad. Los vecinos de Montánchez recuerdan aquel episodio en unos Encuentros, en los que se recitan historias y leyendas.

Durante 1653 los portugueses destruirían el castillo, dejándolo sin uso. Pasaron los siglos y hoy Montánchez es una agradable localidad. El sector porcino destaca especialmente y cuenta con varias D.O. Esto y su situación hacen que sea un destino turístico de interés.

A continuación, descubre lo mejor que ver en Montánchez.

El Castillo de Montánchez, construido por los almohades en el siglo XII, se alza en un cerro con sus muros de mampostería. Una impresionante visión junto a su Torre del Homenaje y los aljibes. Pese a sus inicios mahometanos, posteriormente sería adaptado por sus sucesivos propietarios cristianos. En la ladera sur de la fortaleza se encuentra la Ermita de Santo Domingo (s. XVIII), donde se venera la imagen del dominico en un retablo del mismo período.

Sin embargo, el epicentro de la vida local es la Plaza Mayor de Montánchez, donde se encuentra la Casa Grande (s. XIX). Tal edificio cuenta con vistosos motivos cerámicos en su fachada. Mucho más recoleta es la Plaza del Altozano, con una hermosa fuente (1885).

San Damián, San Cosme, San Sebastián y San Blas tienen en Montánchez una curiosa Ermita de los Mártires. Un templo cuyo origen se remonta a los siglos XIV-XV, contando con una reforma en el XVIII. Destaca por sus cuatro arcos rebajados abiertos en el portal de acceso. Posee también un pequeño retablo barroco del siglo XVIII.

Arquitectura local de Montánchez
Arquitectura local de Montánchez

La Iglesia Parroquial de San Mateo (s. XVII) es el principal edificio religioso que ver en Montánchez. En él brilla especialmente un retablo con la imagen del Niño Jesús. También es digno de atención su órgano. El Campanario está separado del templo. Se organiza en cuatro cuerpos y se halla coronado por pináculos. Desde sus alturas se divisa una extraordinaria panorámica de la zona.

Es recomendable pasear las estrechas callejas del antiguo barrio musulmán del Canchalejo. Son frecuentes las viviendas blasonadas con los escudos de armas de los Caballeros de la Orden de Santiago. Estos pusieron sus símbolos en las construcciones tras la expulsión de los moros.

También en el centro del pueblo se halla la Ermita de San Antonio de Montánchez (s. XVII), con varios retablos barrocos, además de una imagen del Arcángel San Miguel. Otro altar del mismo estilo se guarda en un antiguo humilladero del siglo XVI, actualmente conocido como Ermita de los Remedios.

Por último, es reseñable la singular Plaza de Toros local, edificada en 1967. Su peculiaridad es que muestra una forma rectangular, en lugar de la característica circular. Con esto toca a su fin el recorrido por los mejores lugares que ver en Montánchez.

Imprescindibles

Iglesia Parroquial de San Mateo en Montánchez
Iglesia Parroquial de San Mateo
Castillo de Montánchez
Castillo de Montánchez

Datos prácticos

Coordenadas

39º 13’30” N, 6º 9’ 9” W

Distancias

Cáceres 45 km, Mérida 47 km, Madrid 297 km.

Aparcamiento

Recomendable en las entradas del pueblo.

Altitud

705 m.

Habitantes

1905 (2013).

He aquí las grandes fiestas que ver en Montánchez. San Blas (3 de febrero), Carnaval, San Cristóbal (fin de semana más próximo al 11 de julio) y Fiestas Patronales de la Virgen del Castillo (septiembre).

Otros eventos que ver en Montánchez son: Romería del Salor (segundo domingo de mayo) y Jornadas Gastronómicas del Cerdo Ibérico (diciembre).

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