El principal edificio que ver en Llerena es la Iglesia Mayor de Nuestra Señora de la Granada. Fue erigido entre siglos XIV y XVIII, recogiendo desde el Gótico mudéjar hasta el Barroco. Se conservan en tales estilos los dos primeros cuerpos de la torre, la capilla de San Juan Bautista y la capilla del Prior. El conjunto tiene planta de salón, esto es, un espacio uniforme con tres naves de altura muy similar. Todo el recinto está cubierto con una bóveda estrellada.
La capilla de San Juan Bautista cuenta con una espadaña de tres cuerpos. La capilla del Prior, renacentista de planta rectangular, tiene arcos de medio punto sobre pilares sobrios y pilastras de estilo toscano. Cabe fijarse en la principal obra artística que ver en Llerena, el Camarín de La Virgen. De estilo Rococó y finales del XVIII, posee planta octogonal, pareciendo independiente del resto del templo. Está decorada con inusuales motivos vegetales, epigráficos, zoomórficos y antropomórficos realizados en yeso.
La Plaza de España de Llerena es un espacio de elegantes soportales. Destaca el portal de Morales y el portal de La Casineta. En alguna de las casas vivió el pintor Francisco de Zurbarán y cerca está la fuente que diseñó el pintor en 1617. También recomendable es la parroquia Santiago Apóstol (1475), de estilo hispano-flamenco. Consta de una sola nave, con el coro a los pies y una cabecera muy desarrollada.
El Convento de Santa Clara (siglo XVI) es de una sola nave dividida en cuatro tramos, con el coro a los pies y ábside semicircular. Brilla especialmente una talla de San Jerónimo, de Martínez Montañés. Junto al coro se sitúa el claustro, de dos pisos con corredores de arcos. Por su parte, en las bóvedas hay una magnifica serie de pinturas del siglo XVI sobre la vida de la Virgen y los franciscanos.
Junto al convento de Santa Clara está una de las iglesias más importantes que ver en Llerena. Se trata del templo del desaparecido Convento de la Concepción. Asimismo, este edificio barroco (s. XVII) tiene una portada plateresca y un púlpito de cantería policromado.
También se conserva la Iglesia del Colegio Jesuita de Llerena, fundada en 1631. Es de estilo barroco, planta de cruz latina y capillas entre los contrafuertes. De las tres portadas de acceso a la iglesia, dos son de estilo barroco clasicista, con los escudos de España y de la Orden Mercedaria. La tercera es de estilo gótico renacentista. Por otro lado, el estilo barroco se aprecia en balconadas, rejas y patios de sabor mudéjar. Dichos elementos contrastan con el encalado blanco ácido de sus muros. Además, hospitales como el de San Juan de Dios o el de Santa Catalina muestran al visitante el esplendor de la ciudad durante los siglos XVII y XVIII.
Otro atractivo arquitectónico que ver en Llerena son sus palacios. Por ejemplo, el Palacio Maestral, antigua sede de la Inquisición, el Palacio Episcopal, el Palacio Consistorial y el Palacio de los Zapata. Fueron levantados en su mayoría durante el siglo XVI, con elementos mudéjares e hispano-flamencos. Por último, hay numerosas casas señoriales, en su mayoría barrocas, en ladrillo y el yeso.
Con esto concluye lo mejor que ver en Llerena.