Qué ver en Granja de Torrehermosa

Conocer la historia local se antoja necesario antes de repasar lo mejor que ver en Granja de Torrehermosa. De este modo, los yacimientos de la Cerca de las Buizas, el Coto o las Monjas corroboran la existencia de un asentamiento ya en el Neolítico. También hay una tesis que atribuye el origen de la localidad a una colonia griega, posteriormente romana. La horticultura de una importante granja, de donde puede derivar el nombre de la aldea, sostendría la economía del lugar.

Los vestigios encontrados en el cerro de la Socorra indican que fue centro de un lavadero de mineral durante la época romana. También los visigodos ocuparon el lugar. De su paso por la villa sólo se conservan dos columnas situadas en la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Tal edificio también permite deducir que fue una alquería árabe.

Su reconquista es un hecho de dudosa fecha y autoría. Por ejemplo, algunos afirman que fue tomada por Fernando II de León. Otros, sin embargo, señalan a Fernando III el Santo como artífice de su conquista. La historia de Granja de Torrehermosa como tal se sitúa del siglo XV. Entonces, ciertos caballeros de Azuaga se establecieron sobre una quinta o granja de recreo.

Lo que sí se sabe con certeza es que perteneció a la provincia de León de la Orden de Santiago. Esta tenía establecida en Llerena la sede de su gobierno y en Azuaga la de su jurisdicción. Dicha dependencia se mantuvo hasta el 3 de febrero de 1565, fecha en la que Felipe II le otorgó el título de Villa y un término municipal propio. Para distinguirla de las otras dieciocho Granjas que existían ya en esa época en España, el mismo rey le dio el apellido de Torrehermosa. Para ello tomó como referencia el bello campanario de su Iglesia.

El siglo XIX fue para Granja de Torrehermosa uno de los peores periodos de su historia. Tanto la Guerra de la Independencia como las luchas entre liberales y absolutistas propiciaron un clima de agitación constante. El malestar no paró hasta principios del siglo siguiente. La explotación de las minas de Santa Bárbara, La Juanita y El Encinar impulsó el crecimiento económico y demográfico de la localidad. De esta forma, experimentaría un desarrollo sin parangón que alcanzó su culmen en la década de 1890. En tal año llegó a contar con 5000 habitantes.

La economía basada en la explotación minera y el cultivo de las tierras de grandes terratenientes generó un malestar obrero durante la Segunda República. A pesar de su reducido tamaño, fue un muy disputado objetivo militar durante toda la Guerra Civil. Por ello fue escenario de combates durante prácticamente toda la contienda. Las tropas nacionales perseguían alejar al enemigo de la vía férrea Sevilla-Mérida y terminar con las milicias republicanas concentradas en Azuaga. Finalmente la conquistaron en septiembre de 1936. Más tarde, en enero de 1939, fue objeto de la última ofensiva en la que los republicanos ganaron territorio. No obstante, pocos días después volvería a caer en manos nacionales.

A continuación, repasa los mejores lugares que ver en Granja de Torrehermosa.

La Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción es el principal monumento que ver en Granja de Torrehermosa. Levantada entre el siglo XV y el XVI, sufrió alteraciones importantes en el siglo XVIII, cuando se abrieron capillas en el muro del Evangelio. Fue construida en ladrillo y mampostería y consta de una sola nave con cabecera poligonal. Lo más llamativo es su esbelto y famoso campanario. De estilo gótico-mudéjar, permite su contemplación desde la lejanía y justifica el apelativo de la localidad.

Declarada Monumento Nacional ya en 1932, está considerada como una de las mejores fachadas mudéjares de Extremadura. De los tres cuerpos exteriores que presenta la torre, es el inferior el más decorado. Destaca la portada abocinada y el trazado de nervios murales que forman una especie de arquería. Los dos cuerpos superiores, que albergan las campanas, quedan separados por cornisas ornamentadas con ladrillos. Dos templetes de elevada estructura flanquean dicha torre. Sin duda, lo mejor que ver en Granja de Torrehermosa.

Entre las numerosas piezas de arte que guarda en su interior, destacan la pila bautismal, adornada con cruces santiaguistas y conchas. Asimismo, son notables un cáliz de la segunda mitad del siglo XVI y una cruz procesional de plata (siglo XIX).

De estilo mudéjar es también la fachada de la Biblioteca Municipal, ubicada en la misma plaza de la Iglesia. Muy próxima queda la Casa Consistorial. Se trata de un palacete decimonónico de clara influencia cordobesa, construido en torno a un gran patio con extensos paneles de azulejos.

Fruto de la importancia que tuvo la villa a finales del siglo XIX son las numerosas casas-palacios. Estas bellas construcciones que ver en Granja de Torrehermosa se despliegan por todo el centro urbano. Con todo, la mayoría se concentra en las calles del Carmen, Ramón y Cajal y Canalejas. Las hay tanto barrocas como renacentistas. Entre los materiales empleados en su construcción se hallan mármol, hierro y vidrio. Sobresale de entre estos edificios el Casino. Cuenta con elementos mudéjares, clásicos, platerescos y barrocos en su fachada. En el interior hace gala de artesonados de madera y zócalos de azulejos.

La Ermita de la Magdalena, obra del siglo XVI con portada de arco apuntado, es otro enclave interesante. Más monumental es la Ermita del Cristo del Humilladero, construida en 1960. La estética actual, con frontones triangulares, pilastras adosadas y espadaña de doble campanario, reproduce las formas barrocas presentes en otros lugares de la comarca. La imagen del Cristo del Humilladero, obra del escultor Castillo Lastrucci, es una bonita obra de arte que ver en Granja de Torrehermosa. Asimismo, es muy venerada por los granjeños.

De obligada visita el Museo Municipal José Antonio Mateo Florez. El espacio está dedicado a la obra del creador de la técnica grapel, arte consistente en el grabado en película. En él se exponen 42 de las 350 obras del artista, considerado el único en realizar dicha técnica.

Por último, hay bellas representaciones de escultura contemporánea en bronce que ver en Granja de Torrehermosa. Por ejemplo, el busto del doctor Gahete Pérez, obra de Mariano Benlliure que se guarda en la Casa Consistorial. Igualmente destacable es el Cristo yacente del artista Gabino Amaya, el Monumento al campo, de Diego Garrido. Por su parte, el Monumento a la Medicina Rural, grupo escultórico de Luis Gómez cierra el recorrido por esta localidad.