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Ruta del Agua de Chelva: un recorrido lleno de sorpresas en Valencia

Ruta del Agua de Chelva, en Valencia

A poco menos de una hora de Valencia capital se encuentran los municipios de Chelva y Calles, a lo largo de los cuales se recorre la Ruta del Agua de Chelva. Además, está considerada una de las rutas senderistas de la Comunidad Valenciana más recomendables por todo lo que se puede ver, tanto a nivel cultural como de naturaleza.

Como su propio nombre indica, la gran protagonista de la Ruta del Agua es el elemento acuático, aunque no es el único. Se trata de un tranquilo paseo junto al río de Chelva que pasa por numerosos manantiales y fuentes. En cuanto a su duración, es de unas tres o cuatro horas con una distancia de unos 11 kilómetros. Esto dependerá del ritmo al que se haga y del tiempo que se dedique a hacer los descansos.

Su dificultad es baja, por lo que es ideal para hacerla con niños o para personas que no están acostumbradas a hacer deporte. El camino es circular, es decir, termina en el mismo lugar donde empieza, ya sea desde la localidad de Chelva, uno de los pueblos más bonitos de Valencia, o desde Calles. Además, cabe destacar que la ruta no tiene pérdida, pues está guiada en todo momento por señales y paneles informativos.

En el caso de que se haga el recorrido desde Chelva hacia Calles, este es el itinerario de la Ruta del Agua: Plaza Mayor de Chelva, Barrio Musulmán de Benacacira, Barrio Cristiano Medieval, bajada al río, Molino Puerto, La Playeta, Túnel de Olinches, Olinches, Molino Puerto, Río Chelva, Fuente del Cuco, Mirador, Fabrica de la Luz, Fuente del Cuco, Barrio Morisco del Arrabal, Barrio Judío del Azoque y Plaza Mayor de Chelva.

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La ruta comienza en Chelva, un pueblo lleno de historia

Pueblo de Chelva
Pueblo de Chelva | Fuente: Shutterstock

La Ruta del Agua de Chelva comienza por el Barrio Árabe de Benacacira, en el pueblo. Allí se puede ver la medina musulmana, que es un barrio antiguo de origen árabe. En este caso, su trazado urbano se mantiene totalmente intacto, lo que es bastante extraordinario, y se caracteriza por estar lleno de callejones y casas blancas. Otro de sus atractivos es la Ermita de la Soledad, que se encuentra construida sobre la que fue la primera mezquita de Chelva.

Otros barrios destacados de Chelva por los que también pasa la ruta son el Barrio Judío del Azoque, el Barrio Morisco del Arrabal, de origen mudéjar, o el Barrio Cristiano Medieval. Como se puede deducir por el nombre de los barrios, Chelva es una localidad por la que han pasado muchas culturas diferentes a lo largo de su historia.

Una vez se deja la localidad atrás para adentrarse en el camino al lado del río Tuéjar, también conocido como río de Chelva, se comienza la ruta junto a su orilla. En cuanto a la vegetación, se puede ver la típica de una ribera, como chopos, baladres o cañares.

La Ruta del Agua de Chelva está llena de regalos

El camino de la Ruta del Agua de Chelva está lleno de sorpresas, pues, además de la naturaleza, se pueden observar restos de antiguos molinos harineros y bataneros de origen árabe. Sin embargo, uno de los parajes que más disfrutan los senderistas es La Playeta, que recibe este nombre por la arena que se acumula en la orilla. Se trata de una de las zonas de baño en Valencia con más encanto, idónea para los días de verano.

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Túnel de Olinches
Túnel de Olinches | Fuente: Shutterstock

Por otro lado, otro de los lugares que más llaman la atención es el túnel de Olinches, que está excavado en la roca de la montaña y que tiene ni más ni menos de 107 metros de longitud. Se recomienda llevar al menos la linterna del móvil para atravesar este tramo y estar atento al techo para no darse en la cabeza en las partes más bajas. Después, se llega a la Fábrica de la Luz, que es un lugar con mucha historia, ya que Chelva fue la primera localidad de la Comarca de la Serranía que tuvo luz gracias a la energía hidráulica.

Asimismo, la Ruta del Agua de Chelva tiene varias áreas de descanso donde comer o contemplar los espectaculares paisajes. Una de estas zonas es el área recreativa Molino Puerto, que son los restos de un antiguo molino de la época medieval. Cuenta con una zona de picnic, una zona de juegos infantiles y cancha deportiva, paelleros y un kiosco. A continuación, se encuentra la Fuente del Cuco, un lugar perfecto para refrescarse antes de encarar el último tramo de la ruta.

Ruta del Agua de Chelva
Ruta del Agua de Chelva | Fuente: Shutterstock

Uno de los acueductos romanos más importantes de la península

Fuera de la Ruta del Agua de Chelva, pero cerca de La Fábrica de la Luz, se encuentran las Cuevas del Montecico. Desde allí se obtiene una vista espectacular de Chelva, el Pico del Remedio y las formaciones calcáreas en las terrazas del río. Además, como curiosidad, se cree que en algún momento de la época árabe estuvieron habitadas.

A lo largo del recorrido también se pasa por varios túneles y miradores que permiten a los excursionistas disfrutar de unas vistas espectaculares desde las alturas. Hacia al final, cerca de Calles, se puede ver el Acueducto Romano de Peña Cortada, considerado uno de los cuatro más importantes de la Península Ibérica.

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Acueducto Romano de Peña Cortada
Acueducto Romano de Peña Cortada | Fuente Shutterstock

Como se ha comentado al principio, al ser una ruta circular, se puede hacer desde Calles, siendo el recorrido al revés. Otras rutas que se pueden hacer en los alrededores de Chelva son la Ruta de las Tres Culturas, la Ruta de los Lavaderos, La Mozaira, Peña Cortada, El Remedio o Los Chorros del Barchel.

Como recomendaciones, aunque es una ruta de dificultad baja, es aconsejable llevar ropa y calzado cómodos, agua y comida. También es recomendable llevar protección solar si se hace el recorrido en los meses de más calor. En definitiva, la Ruta del Agua de Chelva es ideal para hacerla en familia o con amigos mientras se disfruta del paisaje y se hacen algunos descansos para comer o refrescarse.