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Cala del Moraig, la playa a la que ir antes de que sea demasiado tarde

Cala del Moraig

La Cala de Moraig es, sencillamente, una maravilla de la naturaleza. Esta impresionante cala está ubicada en el Poble Nou de Benitaxell, un pequeño municipio que pertenece a la provincia de Alicante, en la conocida comarca de la Marina Alta.

Es un espacio ideal para turistas o mochileros que buscan algo inigualable. Serenidad y el contacto estrecho con el mar. Tiene una extensión de unos 300 metros de playa puramente mediterránea. Es decir, de arena y piedrecita.

Es una cala fotogénica como pocas hay en toda España. Con un aforo limitado para unas 400 personas, más o menos, con buenos servicios públicos y un agua cristalina en la que apetece darse un buen baño. Su historia y las características propias del lugar son dignas de conocer.

Una cala coqueta y bien equipada

Así luce el mar en la cala del Moraig
Así luce el mar en la cala del Moraig | Shutterstock

Se puede llegar a la Cala de Moraig recorriendo con prudencia la carretera Nacional 332. Una vez que se deja atrás el pueblo, formado por casitas bajas, algunos pisos y, sobre todo, chalets, se llega a la entrada de la cala. Está ubicada girando a la izquierda desde la vía de acceso y hay varios parkings en los que se puede dejar el coche durante varias horas. Existe uno que está muy cerca de la playa, que suele estar lleno, sobre todo en verano. Es recomendable ir pronto para coger sitio.

Desde los otros aparcamientos, más alejados, será necesario recorrer un caminito con una pendiente pronunciada hasta llegar a la cala en sí, lo que puede ser un hándicap para personas mayores o con movilidad reducida. La playa tiene algunas zonas adaptadas para las sillas de ruedas.

Por otro lado, la Cala del Moraig está bien provista de sombrillas y tumbonas en la zona más “comercial”, por lo que se puede disfrutar de ella con ciertas comodidades, alquilándolas. Aprovechando el paréntesis de la pandemia causada por la covid-19, se realizaron obras de mejora en todas las inmediaciones y en la propia cala. Por lo que es un lugar bien cuidado por las instituciones alicantinas. Está por ver si restituyen los servicios del chiringuito, un elemento básico para algunos turistas.

Una pequeña ruta asequible para los amantes de la naturaleza

Vistas de la impresionante Cala del Moraig
Vistas de la impresionante Cala del Moraig | Shutterstock

Existe una ruta espectacularmente bonita que hace las delicias de los amantes de la naturaleza y que la puede completar cualquier persona si se prepara mínimamente. Se trata de la ruta que va desde la célebre Cala del Moraig hasta la más recóndita Cala Llebeig. A este tramo se le conoce popularmente como la Ruta de los Acantilados y se puede realizar tanto por tierra como por mar, en barquito, lancha o moto acuática.

La gente de la zona recomienda hacerla andando, practicando senderismo, pues transmite una sensación inigualable el poder andar por los senderos cerca de los acantilados disfrutando de unas vistas de ensueño. El colofón final suele ser un reconfortante chapuzón en la Cala de Llebeig, donde también se puede recobrar fuerzas con un picnic a la vera del mar. Una recomendación: conviene ir bien preparados para realizar la ruta, sobre todo a nivel de calzado. Las botas de montaña y/o buenos escarpines no pueden faltar. Son algo más de 4 kilómetros que se pueden completar en apenas una hora.

Una zona reservada para practicar el nudismo sin problemas

Durante años, en la Cala del Moraig, y en todas las calas colindantes, se ha venido practicando el nudismo con naturalidad, sin ningún tipo de problemas. Existe una zona “reservada” para ello al fondo de la cala. A día de hoy se sigue practicando, aunque bien es cierto que se pueden encontrar algunas personas que portan bañador y textiles. En cualquier caso, es una zona tranquila, amable, con una gran convivencia entre sus usuarios y usuarias.

Si se busca relax, sintonía con la naturaleza y el mar, conservar la salud, tumbarse al sol, leer un buen libro y, en definitiva, desconectar, la Cala del Moraig es una visita obligada para los turistas que anhelen descubrir Alicante.

Un lugar concurrido por fotógrafos de todo el mundo

Se entiende que la Cala del Moraig atraiga las miradas de todo el mundo
Se entiende que la Cala del Moraig atraiga las miradas de todo el mundo | Shutterstock

La Cala del Moraig es un sitio ideal para los profesionales de la fotografía que buscan sitios bucólicos y paradisíacos para sus proyectos artísticos. Encima de la cala se encuentra un pequeño mirador de madera por el que se dejan ver muchos fotógrafos.

Pero no solo desde las alturas se consiguen vistas espectaculares: muchos bajan a las cuevas, en pleno mar, para conseguir esas asombrosas instantáneas desde las olas. Desde allí se han fotografiado atardeceres extraordinarios.

La Cova dels Arcs, una impresionante maravilla natural

La Cova dels Arcs, otro impresionante rincón de los alrededores
La Cova dels Arcs, otro impresionante rincón de los alrededores | Shutterstock

Otra posibilidad que ofrece la Cala de Moraig y sus alrededores tiene que ver con el deporte acuático. Buceo, esnórquel, natación con aletas, canoa… Todo en unos paisajes de ensueño. Los amantes de estas actividades gozarán de lo lindo en esta cala.

Y cuenta también con un rincón que parece sacado de una película: la Cova dels Arcs. Es un lugar al que no puede entrar todo el mundo, sino submarinistas, deportistas o nadadores con gran experiencia en alta mar. Extremando las precauciones y con destreza se puede incluso entrar en esta cueva para mirar por sus dos salidas con forma de arco.

Hay muchas cosas que ver en El Poble Nou de Benitatxell

No solo de calas vive el ser humano, en El Poble Nou de Benitatxell se pueden hacer muchas otras cosas. Tiene una curiosa y variada oferta cultural dadas sus dimensiones: un pueblo de poco más de 4.000 habitantes. Cuenta con un ciclo de conciertos muy variopintos en primavera y un festival gastronómico propio: El Mitja Fava Fest a finales de abril. Además de otras fiestas a lo largo del año: la Fiesta de las Rosas, Sant Antoni o las Fiestas de los Mayores, con eventos con tradicionales alicantinas muy pintorescas. En primavera y verano el pueblo está realmente dinamizado y cuenta con un punto a su favor: el carácter abierto y hospitalario de sus gentes.