En ella encontramos la Ermita de Santa Ana (1827, templo imprescindible que ver en Peñíscola) y la Font de Dins, el principal recurso hídrico durante los asedios.
La Iglesia Parroquial de Santa María (1234) tiene elementos góticos y la cabecera sería transformada en el s. XVIII. Conserva valiosos tesoros como la Cruz Procesional, el cáliz del Papa Luna y el relicario de Clemente VIII. Aunque la imagen que más fervor despierta entre los peñiscolanos es la Virgen de la Ermitana, regalada por el rey Jaime I.
Para ella alzaron el Ermitori de la Mare de Dèu d’Ermitana entre 1708 y 1714 a instancias del gobernador de la plaza Don Sancho de Echevarría. Su escudo figura en su fachada barroca valenciana. Llaman la atención las grandes escalinatas que llevan al templo.
Frente a esta Ermita que ver en Peñíscola nos encontramos la famosa Plaza de Armas. En ella tienen lugar, desde 1664, “Les Danses” y “Loas a la Virgen”, originales manifestaciones folklóricas realizadas durante las procesiones de la segunda semana de septiembre.
Muy original es el llamado Bufador, una erosión natural de 7 metros de longitud que se abre al mar. Si nos colocamos en el lugar exacto que indica la muralla podemos ver a la perfección todos los rincones que esconde.
Por otra parte, entre el entramado de casas blancas y azules, con sus balcones llenos de flores destacamos la Casa de las Conchas.
El antiguo puerto pesquero de La Porteta entre los años 1922-1925 fue modernizado. Allí se pueden tomar las embarcaciones denominadas “golondrinas” para disfrutar desde el mar del bello litoral. El faro fue levantado en 1892 y su luz alcanza 35 millas (65 km).
El Museo del Mar explica la historia, la arqueología, pesca y fauna marina. Cuenta con exposiciones de maquetas de navíos, gráficos, vídeos, material de pesca y tres acuíferos con especies marinas mediterráneas.
Su Sierra de Irta se funde con los acantilados y calas desiertas. Allí hay que ver en Peñíscola el Ermitorio de San Antoni de estilo mediterráneo. También una Torre de vigilancia militar del medievo.
En conclusión, esto es todo lo que ver en Peñíscola. ¿Incluirías algo más?