Aquello que ver en Reus está ligado a su historia. En el año 1129 el obispo de Barcelona, que era el encargado del señorío sobre la zona de Tarragona, le encarga al caballero aventurero de origen normando, Roberto de Aguiló la defensa y repoblación de esta zona, con el título de Príncipe.
El arzobispo de Tarragona le cedió al caballero Bertran de Castellet en 1154 dos tercios de los derechos señoriales. A cambio tenía que repoblar y defender el lugar, entonces llamado Redis. En 1183 el nuevo caballero “castellano” (poseedor del castillo) Bernat de Bell-LLoc le concedió una carta de población al lugar.
En 1305 los habitantes de Reus se sublevaron contra su señor eclesiástico, el arzobispo de Tarragona. El motivo es que éste pretendía que pagaran el gasto de edificar las murallas de Tarragona.
En 1327 se extingue el linaje de los Bell-Lloc por lo que el señorío civil pasa al caballero Bernat Cabrera y éste se lo vende a Pere Mulet, en 1335. Mulet, a causa de sus deudas, no pudo impedir que se le embargara el señorío de Reus en favor de Joan Savall en 1345. Tres años después, la peste negra diezmó la población de la zona. Al año siguiente los herederos de Mulet venden el señorío al caballero Bernat d’Olzinelles.
A mediados del siglo XIV el arzobispo de Tarragona, López de Ayerbe, lanza hasta tres veces sus tropas contra Reus. En ese momento, el camarlengo Pere Roger de Belfort controlaba Reus. Éste será coronado Papa con el nombre de Gregorio XI y mantendrá el señorío de Reus, incorporando al escudo de la ciudad la tiara papal y las llaves de San Pedro.
En 1397 las deudas del caballero de Olzinelles motivaron que la propiedad del señorío saliera a subasta. Al ser adquirida por el camarlengo Pedro de Luna (futuro Papa Benedicto XIII) se unificaron el señorío eclesiástico y el civil.
En 1462 la ciudad se une a la causa de los nobles de la Generalitat contra el rey Juan II. Sin embargo, ante la amenaza militar del conde de Prades, la villa se rinde ante el rey.
En el siglo XVI se produjeron hasta quince epidemias de peste, y tres más en el siglo siguiente. En el siglo XVI el Papa regaló al caballero Felip de Cervelló (que había sido su carcelero en el castillo de Sant Angelo en Roma) el Señorío sobre Reus. Éste se lo vendería en 1581 al arzobispo de Tarragona.